José Luis Ortega Vidal
Nada extraordinario ocurre esta noche
Salvo la observación sobre la ausencia de algo extraordinario
Es noviembre y los muertos han vuelto a su morada
De donde no deben salir salvo en noviembre para contar su extraordinaria vida
Dichosos los muertos y las muertas
Dichosos los ojos de la muerte reflejados en la luna otoñal sin voz ni tacto
Muerta y feliz ella, en el fresco atardecer de los días y el frío amanecer de cada noche
Dichosos los muertos y su aurora
Qué pena estar vivo y alejado de la quimera del gozo de los meses previos y posteriores a noviembre
Jlov25
