foto Oscar Bravo Herrera
Por Miguel Angel Cristiani G.
El gobernador Miguel Angel Yunes Linares llegó al Palacio
Legislativo con una puntualidad cronométrica, faltando cinco minutos para las
10 de la mañana, apareció por la esquina superior de la calle y a las 10 en
punto, cruzó por la puerta de acceso principal.
Venía caminando, se le veía de buen ánimo, sonriente, acompañado
de su amigo de siempre el tuxpeño Manuel Muñoz Ganem, Jefe de la Oficina del
Gobernador; Francisco Monfort Guillen de la Oficina de Programa de Gobierno y
el Secretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán quien suele acompañarlo a
todas partes.
Nadie más, ya todos los miembros del gabinete estatal
estaban en el auditorio principal, que estaba a reventar.
Pero luego de entrar al palacio, no se dirigió al salón del
pleno, sino que se desvió hacia el fondo del edificio principal, en donde se
encuentra la sala de juntas de la Coordinación General del Grupo del PAN, que
encabeza el diputado Sergio Hernández Hernández.
A las 10:05 entraron a la sala de juntas, en donde
estuvieron unos minutos de pie, luego el Coordinador de la bancada Panista
salió caminando con paso presuroso hacia el salón del pleno, para “invitar” a
los coordinadores de los otros partidos políticos representados en el Congreso
para que fueran a recibir y acompañar al gobernador Yunes, como marca el
protocolo.
El primero en llegar a las 10:15 fue el líder de la bancada
priista, Juan Nicolás Callejas Roldán.
A las 10:20 llegó el diputado por Misantla Ernesto Cuevas
Hernández.
Finalmente, a las 10 con 21 minutos, regresó el coordinador
de la bancada del PAN, Sergio Hernández Hernández ahora sí, acompañado por los
coordinadores de los grupos legislativos del PRD, Yazmín de los Angeles Copete
Zapot; Armando Jesús Cruz Malpica de MORENA y Fernando Kuri Kuri coordinador de
la bancada Juntos por Veracruz,
A las 10:25 un secretario saló a llamar al profesor Juan
Nicolás Callejas Roldrán quien estaba muy entretenido, en una conferencia de
prensa con los reporteros de la fuente, a quienes les dijo que “ya era hora de
empezar a ver hacia el futuro y dejar el pasado”.
A las 10:26 el gobernador Miguel Angel Yunes Linares sale de
la sala de juntas, ahora sí, acompañado por todos los coordinadores de los
distintos partidos políticos, posa para una fotografía y se dirige al salón del
pleno, pero todavía se detiene a estrechar un saludo de mano a algunos de los
empleados de la Legislatura.
Tres minutos después, entra al salón del pleno, en donde ya
estaban todos los secretarios del gabinete, directores y funcionarios de primer
nivel, empresarios y fue notoria la ausencia de presidentes municipales.
A las 10:30 dio inicio a la comparecencia, que en su primera
ronda disponía hasta de media hora para dirigir su mensaje, luego los
representantes de las fracciones legislativas harían su pronunciamiento al que
respondería en cinco minutos y más adelante a los diputados, en una sesión que
se prolongó por espacio de tres horas.
En su intervención en la máxima tribuna en el estado, el
gobernador Miguel Angel Yunes quien compareció por vez primera, luego de que
fue aprobada la iniciativa que presentó para que sea obligatorio que además de
entregar su informe de gobierno el Ejecutivo Estatal, tenga la obligación de
acudir al finalizar la ronda de comparecencias de los secretarios y titulares
de dependencias, aseguró que “Este diálogo democrático es la más clara
expresión de los nuevos tiempos que vivimos.
Aprecio el que hayan aceptado mi solicitud para hablar sobre
el presente y el futuro de Veracruz, sobre los avances y los retos que aún
enfrentamos.
Al inicio de su mensaje aseguró también: “quiero reiterar el
ánimo del Ejecutivo de buscar consensos para avanzar en la solución de los
grave problemas que nos afectan.
Al venir frente a ustedes parto de la base de que nadie
supone que en el lapso de un año se puedan solventar rezagos y carencias
ancestrales.
Tampoco resolver totalmente en un año problemas que han
tomado mayor potencia en los años recientes como el de la inseguridad y el
desempleo.
Sin embargo, puedo afirmar con mucha satisfacción que en un
año hemos logrado enfrentar con éxito muchos escollos que parecían insalvables.
Hace un año Veracruz vivía en un escenario de conmoción y
conflicto social.
Autopistas, carreteras y calles eran bloqueadas para exigir
el cumplimiento de responsabilidades del Estado.
El Palacio de Gobierno fue también escenario de protestas de
autoridades municipales para exigir la devolución de miles de millones de pesos
que les fueron literalmente robados.
El vacío de poder era evidente.
La crisis financiera anunciaba un diciembre desastroso, sin
recursos para pagar siquiera sueldos y aguinaldos.
El saqueo de las arcas públicas continuó hasta el último día
del gobierno, que por esa razón se negó a llevar a cabo el proceso de
entrega–recepción al gobierno legítimamente electo.
Veracruz vivía –literalmente– fuera de la Ley.
A un año de gobierno el orden constitucional impera en
nuestro Estado.
Las instituciones públicas funcionan con normalidad.
Se respetan las garantías individuales y sociales.
Cada uno de los poderes ha tomado el espacio que le corresponde.
Veracruz vive en orden y bajo el imperio de la Ley.
El cambio es evidente.
A un año de gobierno ya nadie habla de corrupción, porque no
la hay, hay controles estrictos y plena transparencia en el ejercicio del gasto
público.
Nadie habla de impunidad, porque están en la cárcel varios
de los responsables del saqueo al erario público.
Nadie habla de complicidad del gobernante con la
delincuencia, porque no la hay; porque hoy los combatimos frontalmente.
Nadie habla de poderes sometidos, porque cada uno tomó su
espacio y su responsabilidad.
Ya nadie habla de violación a la autonomía municipal, porque
la respetamos escrupulosamente.
Nadie habla de intromisión del gobierno en los procesos
electorales, porque no intervenimos, porque fuimos respetuosos de las
libertades democráticas.
Ya no se habla de quiebra financiera del gobierno, porque
ajustamos el gasto, bajamos el déficit y restructuramos la deuda.
Ya nadie habla de frivolidad del gobernador y sus
funcionarios porque tenemos un comportamiento sobrio, austero y republicano,
como lo merecen los veracruzanos.
No vivimos en el mundo ideal, pero empezamos a salir de la
más grave crisis que ha enfrentado Veracruz en su historia.
Crisis financiera, social, política, de seguridad, pero
sobre todo crisis de valores y principios.
Doce años de vivir fuera de la Ley, en un escenario de
obvias complicidades con la delincuencia organizada, de corrupción brutal y
expuesta, trajeron a Veracruz más desempleo más pobreza, más delincuencia, más
deuda y un justificado, más que justificado enojo social.
El despertar social que dio pie a la transición democrática
se ha traducido en una exigencia creciente de eficiencia en el ejercicio del
gobierno, honestidad y transparencia en el manejo de los recursos, combate a la
impunidad y –particularmente – exigencia de resultados positivos en seguridad
pública.
Hoy la sociedad tiene voz y voceros libres.
¡Ese es uno de los grandes cambios por los que luchamos!
¡Lo logramos todos!”.
Búscanos
en Facebook: Miguel Ángel Cristiani G.
En
Twitter: @bitacoraveracru