Xalapa, Ver., 2 de octubre de 2025.– Una grave omisión de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) mantiene sin maestros a cientos de niñas y niños en la región montañosa central del estado. Jefes de sector y supervisores escolares denunciaron que, pese a la convocatoria de la titular de la SEV, Claudia Tello Espinosa, a una reunión de trabajo, la dependencia mostró total desinterés y falta de capacidad de respuesta ante una crisis que afecta a más de 20 municipios.
La reunión, celebrada esta semana en Xalapa, fue calificada como “una tremenda falta de respeto” por los asistentes, quienes acudieron desde regiones como Camerino Z. Mendoza y Tequila para plantear la carencia urgente de personal docente. Según cifras oficiales proporcionadas por el jefe de sector Indalecio Domingo Hernández, en solo 14 municipios bajo su responsabilidad —con 189 servicios educativos entre preescolar y primaria— hacen falta al menos 25 maestros: 11 para preescolar y 14 para primaria, dejando sin atención educativa directa a unos 470 alumnos.
La situación denunciada no contempla las múltiples vacantes generadas por licencias sin goce de sueldo, defunciones o comisiones sindicales, lo que agrava una problemática estructural que, según los líderes educativos, está lejos de ser reconocida desde la sede central de la SEV. “La realidad del campo no se ve desde un escritorio”, reprocharon.
Durante el encuentro en la capital veracruzana, los representantes de 21 supervisiones escolares no obtuvieron ninguna solución concreta. En lugar de dialogar con autoridades facultadas para tomar decisiones, la Secretaría delegó la reunión a funcionarios sin capacidad resolutiva. Así lo denunció Lizbeth Castro Morales, secretaria de Finanzas de la Sección 32 del SNTE e integrante de la comisión negociadora:
“La intención de la reunión era resolver, pero la secretaria no está colaborando para hacerlo posible. Nos asignaron a dos representantes sin poder de decisión; solo siguen instrucciones.”
Para los jefes de sector y supervisores, esta dinámica no solo representa una pérdida de tiempo y recursos, sino una forma de simulación institucional que retrasa cualquier avance y erosiona la confianza entre las comunidades educativas y las autoridades estatales.
Uno de los puntos más críticos expuestos en la reunión fue la acefalía en la Dirección de Educación Indígena. Elías Jiménez Romero, representante de ese nivel educativo en la Sección 32 del SNTE, señaló la urgencia de nombrar un titular con la capacidad y sensibilidad necesarias para atender a miles de estudiantes de comunidades originarias.
“No podemos seguir sin titular. La educación indígena requiere una persona comprometida, no una silla vacía”, advirtió Jiménez Romero, en un contexto donde la falta de nombramientos se interpreta como negligencia institucional.
Los representantes del magisterio contrastaron la disposición pública de la gobernadora del estado, quien ha declarado su compromiso con la educación, con lo que consideran una administración inoperante al interior de la SEV.
“La gobernadora ha dicho que hay que resolver los problemas, pero en la SEV hay un contacto nulo con la realidad. No se puede planear desde la comodidad de una oficina”, lamentaron los líderes regionales.
El señalamiento también apunta al creciente desgaste que enfrentan los jefes de sector y supervisores, quienes terminan siendo el blanco de reclamos por parte de padres de familia que, tras semanas sin clases para sus hijos, exigen soluciones inmediatas. En esta ocasión, los padres pudieron constatar directamente que son las autoridades educativas quienes no dan respuesta, según relataron los voceros del movimiento.
Los municipios más afectados —Camerino Z. Mendoza, Acultzingo, Nogales y Soledad Atzompa, entre otros— concentran una alta proporción de población indígena y en situación de vulnerabilidad. La falta de maestros impacta no solo en el rezago educativo, sino también en las condiciones de seguridad y desarrollo de las comunidades.
De acuerdo con testimonios recabados por este medio, en algunas localidades los niños permanecen en sus casas o son llevados a los campos con sus padres ante la imposibilidad de acudir a clases. Para muchos, la escuela representa el único espacio de contención y alimentación regular.
Los jefes de sector y supervisores reiteraron que sus demandas no son de carácter sindical ni político, sino una exigencia básica de derechos: garantizar el acceso a la educación para todas y todos los niños del estado. Subrayaron que no pueden regresar a sus regiones con las manos vacías, ni seguir asumiendo responsabilidades que corresponden a la autoridad central.
“La lucha no es por un interés personal. Es por la necesidad de tener maestros en todos los planteles. No se puede hacer educación sin maestros”, concluyeron.
Hasta el momento, la Secretaría de Educación de Veracruz no ha emitido un posicionamiento oficial sobre la falta de personal docente ni sobre la continuidad de las mesas de diálogo.


