IMPRONTA
Carlos Miguel Acosta Bravo*
La posición del presidente Donald Trump de preferir negociaciones bilaterales en lugar del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC) impacta negativamente las exportaciones de México, especialmente hacia Estados Unidos, su principal mercado. México destina más del 80% de sus exportaciones a Estados Unidos, por lo que cualquier incremento en aranceles o una ruptura del T-MEC afectaría especialmente sectores estratégicos como el automotriz, manufactura, acero y aluminio, con pérdidas significativas en sus márgenes de exportación. Hasta octubre de 2025, existen negociaciones avanzadas para evitar la imposición de un arancel de 30% a las exportaciones mexicanas, medida que Trump ha propuesto bajo la justificación de frenar el tráfico de fentanilo y recortar el déficit comercial con México.
En el contexto de la balanza comercial, una guerra comercial o ruptura del acuerdo trilateral perjudicaría la balanza comercial de México con Estados Unidos por las barreras arancelarias, mientras que con Canadá también se presenta incertidumbre dada la ruptura de negociaciones reciente. El mantenimiento del T-MEC trilateral es clave para México, y las señales apuntan a que el tratado seguirá firme, aunque con retos por negociar barreras arancelarias y no arancelarias. México ha acordado extender plazos para resolver barreras no arancelarias con Estados Unidos, mostrando voluntad de mantener la cooperación comercial.
En cifras, México tiene un balance comercial positivo con Canadá por exportaciones como automóviles y partes de vehículos, y con Estados Unidos sostiene un intercambio comercial crucial que podría verse afectado por la imposición de aranceles.
Trump propone negociar de manera bilateral, amenazando la estructura trilateral del T-MEC. México destina 80% de sus exportaciones a EE.UU., sensible a aranceles. Los aranceles del 30% propuestos afectarían sectores clave y reducirían exportaciones. Negociaciones indican un avance para evitar aranceles, buscando mantener el T-MEC.
La balanza comercial con EE.UU. y Canadá podría deteriorarse si cambian las condiciones del acuerdo. México busca extensión para resolver barreras no arancelarias y mantener diálogo. Esta situación genera un panorama complejo para la economía mexicana en 2025, donde la negociación y cooperación serán determinantes para el impacto comercial.
Evaluar efectos sector por sector en exportaciones mexicanas tras bilateralizar el T-MEC. Cómo cambiarían las reglas de origen y su impacto en la industria automotriz mexicana. Escenarios de aranceles estadounidenses y su efecto en déficit comercial México‑EEUU las posibles respuestas comerciales y políticas de México y Canadá ante acuerdos bilaterales. Cómo afectarían las cadenas de suministro regionales y la inversión extranjera directa son escenarios que actualmente se están analizando y realizando estudios de prospectiva.
Las reglas de origen en la industria automotriz bajo el T-MEC exigen que al menos el 75% del valor de un vehículo sea contenido regional, es decir, producido en Norteamérica, incluyendo México, Estados Unidos y Canadá. Además, se requiere que el 70% del acero y aluminio usados sean de origen regional, y para ciertos vehículos el 40-45% del valor debe ser producido en zonas con salarios mínimos elevados (alrededor de 16 dólares por hora).
De cara a la revisión del T-MEC prevista para 2026, se anticipa un endurecimiento de estas reglas de origen, con un escrutinio mayor sobre la participación de insumos asiáticos en la manufactura, lo que representa un reto significativo para la industria automotriz mexicana. Este endurecimiento podría implicar mayores costos y complejidad para las armadoras y proveedores, afectando la competitividad y poniendo en riesgo inversiones y expansión de la industria en México.
El cambio también podría impactar a las pequeñas y medianas empresas proveedoras, que operan con márgenes estrechos y dependen de una cadena de suministro integrada regionalmente. Además, la industria teme que una renegociación unilateral (como las propuestas bilaterales de Trump) pueda imponer aranceles de hasta 25% sobre componentes no producidos en Estados Unidos, contraviniendo lo pactado en el T-MEC y elevando los costos de producción y exportación.
Las reglas de origen actuales requieren un contenido regional del 75% para autos. Se exige 70% de acero y aluminio norteamericano. La revisión 2026 podría endurecer estas reglas, limitando insumos asiáticos. Impacto directo sobre costos, inversiones, y cadena de suministro mexicana. Riesgo de aranceles bilaterales del 25% sobre componentes no norteamericanos propuestos por Trump.
La industria automotriz mexicana ve estas medidas como un reto y llama a mantener libre comercio para su fortalecimiento regional. Estos cambios pintan un panorama complejo para la automotriz mexicana, que depende mucho del comercio regional bajo reglas claras y favorables.
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*Maestro en comunicación por la Universidad Iberoamericana de la cual formó parte del cuerpo académico de la Licenciatura en comunicación, así como de la Universidad Anáhuac, campús norte de CDMX.
