Lo que la gente ve
Livia Diaz
Hay una sensación de final de velorio como cuando ya pasó la reunión después del entierro y todos empiezan a irse a su casa y entras a tu casa y empieza tu reunión con la soledad.
Suma a algo así como cuando te dan de alta del hospital y llevas montones de nuevos amigos, admiración y agradecimiento a la casa, por lo vivido y sufrido y por conocer a gente que sin ser nada tuyo te empiezan a preguntar cómo estás o cómo está tu paciente. Con quienes puedes hablar de igual a igual y que de repente aunque no tienen nada para darte te dan aviso, te ayudan a cuidar o echan un ojito.
Un sentimiento como de otro mundo desconocido que se esfuma al cruzar la puerta del lugar. Aunque haya sido el hospital o la funeraria.
Un instante a solas con esa compasión y con la luz ante tí para seguirle a un nuevo día o noche en que, por lo general, te duermes un ratito y cuando despiertas, sientes que habías estado en una nube o entre algodones. Y en que, por un instante, creas o no en Dios y en La Humanidad, sabes que conviviste con algo invisible que allí está y toma forma de jarro de café o de un pedacito de papel del baño, que te extiende una mano que ha sufrido tanto y en la que no habías reparado y que quizás no vuelvas a ver jamás pero que te deja una herida que huella y que se va apenas de a poquito con el tiempo si tú haces lo mismo por otra persona en otro momento cuando te toca poder hacerlo. Un momento para el que nadie te prepara y que reconoces cuando toca y sin alabanzas ni selfies ni deseos de reconocimiento o de protagonistas simplemente repones y pagas y das como si esa cadenita fuera un eslabón más en tu día y sigues adelante porque esa misma mano que te tendió ayer tu amigo hermano, vecino de cama o de planeta, o de lodazal, te va empujando y no te va a permitir olvidarte porque es inolvidable y es que es tan doloroso recibir, es un asalto al ego, un guantazo al alma que la ensancha y la llena.
Hace muchos años un amigo me amigó de esa manera y me dijo, no me debes nada, pero cuando puedas hacer esto por otra persona, no lo dudes.
Amén
#liviainforma
Foto de Juan Luis Gutiérrez
