Xalapa, Ver., 29 de octubre de 2025. — Un árbol de gran tamaño cayó este martes en una de las principales avenidas de Xalapa, poniendo en riesgo la vida de una mujer que transitaba por la zona. El incidente, que no dejó víctimas, reaviva las críticas ciudadanas hacia las autoridades municipales de Medio Ambiente y Protección Civil, señaladas por no atender oportunamente los reportes vecinales sobre árboles en riesgo de colapso.
La caída de este miércoles fue en el estacionamiento de la escuela Artículo Tercero, afortunadmente no pasaba ningún alumno o maestro, ya que además a unos pasos se localiza el Centro Médico de Especialidades donde acuden numerosas personas. La pregunta obligada es ¿quien o qué autoridad van a responder por los daños?
Otro hecho ocurrió alrededor del mediodía sobre la avenida Ávila Camacho, a la altura de la calle Juárez, cuando un laurel de más de diez metros de altura se desplomó repentinamente debido al debilitamiento de sus raíces y la falta de mantenimiento preventivo. Testigos informaron que una mujer que caminaba en ese momento logró esquivar la caída “por apenas unos segundos”, evitando lo que pudo haber sido una tragedia.
Vecinos del área denunciaron que el árbol había sido reportado en varias ocasiones ante las autoridades municipales, sin que se llevaran a cabo las labores de poda o evaluación de riesgo necesarias. “Teníamos semanas advirtiendo que el tronco estaba hueco y se movía con el viento. Solo vinieron a tomar fotos, pero nunca regresaron”, declaró a Bitácoras Políticas la señora María de los Ángeles Pérez, residente de la zona.
De acuerdo con el reglamento municipal, la Dirección de Medio Ambiente es responsable del monitoreo y mantenimiento de áreas verdes, mientras que Protección Civil debe intervenir en la prevención de riesgos por estructuras o elementos naturales en deterioro. Sin embargo, en este caso —como en otros ocurridos en distintos puntos de la ciudad— ninguna dependencia actuó de manera preventiva.
En lo que va del año, al menos siete árboles han caído en colonias como SAN BRUNO, Revolución, Benito Juárez y Zona Centro, de acuerdo con reportes de la ciudadanía difundidos en redes sociales. En la mayoría de los casos, los vecinos afirman haber presentado avisos formales sobre el mal estado de los árboles, sin obtener respuesta oportuna.
Un funcionario de la Dirección de Protección Civil municipal, consultado bajo reserva de identidad, reconoció que “existe un rezago considerable” en la atención de reportes debido a la falta de personal y equipo especializado. “Se priorizan los árboles en escuelas y hospitales, pero los recursos son limitados”, explicó. Por su parte, la Dirección de Medio Ambiente no emitió comunicado oficial al cierre de esta edición.
Especialistas en arboricultura urbana advierten que la falta de mantenimiento adecuado y la expansión de la infraestructura vial han debilitado los sistemas radiculares de numerosos árboles en la capital veracruzana. El ingeniero forestal Alejandro Ramos, consultado por este medio, subrayó que “muchos ejemplares fueron plantados hace más de cuarenta años y no se han adaptado a los cambios en el entorno urbano; las raíces están confinadas, y la compactación del suelo reduce su estabilidad”.
Los habitantes de la zona afectada exigen una revisión integral de los árboles en avenidas principales, así como un programa de prevención que incluya poda responsable, análisis fitosanitario y sustitución gradual de ejemplares en riesgo. Además, solicitan que se establezca un canal directo de atención ciudadana que permita dar seguimiento a los reportes.
En respuesta a los reclamos, el regidor encargado de la comisión de Medio Ambiente, Jorge Torres, informó que se llevará a cabo una “evaluación de daños y riesgos inmediatos” en los próximos días. “Estamos reforzando la coordinación entre Medio Ambiente y Protección Civil para evitar incidentes similares. Sabemos que hay árboles con riesgo estructural y los vamos a atender”, declaró brevemente a la prensa local.
Aun así, los vecinos insisten en que los anuncios deben traducirse en acciones concretas. “Cada temporada de lluvias es lo mismo: árboles caídos, postes dañados, cables reventados. No queremos lamentar una desgracia”, dijo el señor Carlos Jiménez, comerciante del lugar.
El incidente de este martes sirve como un recordatorio urgente sobre la necesidad de fortalecer las políticas de gestión ambiental urbana y la cultura de prevención.
La caída del árbol —que por poco causa una tragedia— debe ser vista como una advertencia. La omisión institucional en el mantenimiento del arbolado urbano no solo afecta la imagen de la ciudad, sino que pone en riesgo la vida y seguridad de sus habitantes. Las lluvias continuarán en los próximos días, y con ellas, el riesgo de nuevos incidentes. Las autoridades tienen ahora la responsabilidad de actuar con la prontitud, la transparencia y la eficacia que los ciudadanos demandan.
