- Fidel Herrera y Javier Duarte se entrevistaron en Brasil con los directivos
- Están operando desde el 2016 la planta Etileno XXI en el sur de Veracruz
- Pemex ha tenido que recordar 30 por ciento el abasto a sus petroquímicas
Por Miguel Angel Cristiani G
Uno de los casos de corrupción de funcionarios públicos más
escandalosos en toda América Latina ha sido el de la empresa brasileña
Odebrecht, que casualmente en nuestro país no ha tenido el seguimiento debido,
luego de que se reveló que se habían entregado cantidades millonarias que
supuestamente sirvieron para patrocinar la campaña electoral del actual presidente
Enrique Peña Nieto.
Pero ahora una investigación de Mexicanos Contra la
Corrupción ha puesto la mira en contratos firmados por la empresa brasileña
Braskem -que es una filial de Odebrecht- y la mexicana IDESA, que casualmente
pusieron en marcha y están operando desde el 2016 la planta Etileno XXI en el
sur del estado de Veracruz.
Ahora se sabe que desde ese mismo año Pemex se comprometió a
suministrar 66 mil barriles diarios de etanol, aunque para cumplir con ese acuerdo,
ha tenido que recordar 30 por ciento el abasto del mismo producto a sus propias
petroquímicas de Cangrejera, Pajaritos y Morelos.
Aquí habría que recordar y profundizar sobre el hecho -mera
coincidencia- de que previo al inicio de la construcción de la planta Etileno
XXI, tanto el entonces gobernador del estado Fidel Herrera Beltrán como Javier
Duarte de Ochoa viajaron a Brasil para entrevistarse con los directivos de Odebrecht.
En el reportaje publicado esta semana se afirma que el
contrato firmado con Braskem-Idesa -del cual Mexicanos contra la Corrupción y
la Impunidad (MCCI) tiene copia-, Pemex aceptó pagar una multa de hasta 300
millones de dólares en caso de incumplimiento.
Sin embargo, la producción de etanol por parte de Pemex no
es suficiente para cumplir el compromiso suscrito con Braskem-Idesa y al mismo
tiempo cubrir la demanda de sus propias plantas, por lo que se vio obligado a
empezar a importar el insumo, del que históricamente había sido autosuficiente.
La licitación para la primera gran importación de etano se
dio el pasado 23 de mayo en Houston, Texas, pese a que tres meses antes la
Auditoría Superior de la Federación (ASF) había recomendado a Pemex modificar
las condiciones del contrato suscrito con Braskem-Idesa, porque era inviable
surtir 66 mil barriles diarios a Etileno XXI, durante 20 años, debido a que la
producción del insumo iba en descenso.
“Pemex no cuenta con elementos que le permitan asegurar la
producción de etanol requerida por la vigencia del contrato, que generó
compromisos basados en proyecciones inciertas, lo que implica el riesgo de
incumplir el contrato, so pena de recibir penalizaciones”, advierte el informe
elaborado por la ASF, el cual fue presentado al Congreso de la Unión el pasado
20 de febrero.
Además, los auditores habían recomendado revisar el contrato
porque Pemex había absorbido el primer año de suministro el 62 por ciento del
costo real del etano, que equivale a subsidiar a la planta Etileno XXI, cuyo
accionista mayoritario (con el 75 por ciento) es Braskem, empresa filial de
Odebrecht.
No obstante, el contrato modificado resultó muy ventajoso
para los inversionistas y perjudicial para Pemex.
Tan sólo en 2016 -primer año de operación de la planta-, el
costo de producción y traslado de etano a la planta de Etileno XXI, en la zona
industrial de Coatzacoalcos, fue de 3 mil 123 millones de pesos, mientras que
los empresarios brasileños y sus socios mexicanos pagaron sólo mil 188 millones
de pesos por el insumo. Es decir, ese año, la pérdida para Pemex fue de mil 935
millones de pesos, de acuerdo con el dictamen de la ASF.
En la práctica, Petróleos Mexicanos ha subsidiado la
operación de la planta privada al cobrar el etano a un precio 62 por ciento
inferior de su costo.
Búscanos en Facebook: Miguel Ángel Cristiani G.
En Twitter: @bitacoraveracru
Página web: http://miguelangelcristiani.wix.com/news-blog-es