Por Miguel Angel Cristiani G.
Luego del tercero y último debate entre candidatos a la
presidencia de la república, en el que por cierto el tema que predominó fue el
de la corrupción y no los de la agenda, ahora habrá que dar la vuelta a la hoja
y empezar a acostumbrarnos a que el tema en lo que resta de las campañas
electorales habrá de ser el de México como sede del mundial de fútbol en el año
2026.
En el último de los debates entre candidatos presidenciales,
en el que se esperaba que pudiera haber algún dato o hecho que hiciera cambiar
a los electores sobre su preferencia del voto, lo cierto es que ni Ricardo
Anaya, ni José Antonio Meade y menos Jaime Rodríguez Calderón El Bronco,
hicieron o dijeron nada que pudiera hacer cambiar de opinión, a quienes todavía
no deciden por cual votarán.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador tampoco se
enganchó con las acusaciones y señalamientos que le hicieron sus contrincantes,
sabedor de que no tenía que polemizar, sino simplemente dejar que lo atacaran, pero
sin mayores consecuencias.
A su frase de “Paz y Amor” ahora tendría que haber agregado
la de Gandhi de “Resistencia Pacífica”.
No tenía que convencer a nadie, su ventaja es ya prácticamente
inalcanzable en lo que resta de la campaña.
Como dicen los expertos, tendría que ocurrir o pasar algo
extraordinario, para que sus contrincantes pudieran remontar la diferencia que
le otorgan todas las encuestas.
Sin embargo, habrá que estar atentos a los acontecimientos
en los próximos días, porque, así como “casualmente” unos minutos antes de
empezar el debate se dio a conocer el video completo donde se revelan los
acuerdos del candidato Ricardo Anaya con empresarios queretanos para obtener
ganancias millonarias con la compra venta de un terreno, seguramente que
todavía hay guardados algunos otros cartuchos que serán disparados en fechas
próximas.
La pregunta es hasta donde esos golpes mediáticos habrán de
poder hacer que Anaya pierda el segundo lugar en las preferencias del
electorado.
Que es lo que se tiene seguramente ya preparado, para que el
candidato que va en tercer lugar pueda remontar primero hasta el segundo sitio
y luego hasta el primer lugar.
Por ejemplo, la versión de unas declaraciones atribuidas al
panista Diego Fernández de Cevallos, en el sentido de que Anaya renunciaría y
se aliaría con el candidato del PRI para evitar el triunfo de AMLO, lo cual
luego del debate y las acusaciones que se estuvieron haciendo, resulta difícil
de creer.
Claramente Ricardo Anaya aseguró que si gana la presidencia
de la república, habrá de investigar y castigar a quienes se encuentren
involucrados en escándalos de corrupción, desde el mismísimo presidente Enrique
Peña Nieto y el candidato José Antonio Meade.
Así las cosas, a escasos 16 días de que se lleven a cabo las
elecciones, todo parece indicar que -salvo que ocurra algo extraordinario-
nadie podrá quitarle el triunfo a Andrés Manuel López Obrador hacia la
presidencia de la república.
Pero también hay que tener en cuenta que en las elecciones
del próximo 1 de julio, también se elegirá a gobernador, senadores, diputados
federales y diputados locales, en donde no precisamente tienen ya asegurado el
triunfo todos los candidatos de MORENA, porque los electores saben diferenciar
y seguramente va a prevalecer el llamado voto cruzado, es decir que van a
elegir por los candidatos y no tanto por las marcas partidistas.
Pero además, este jueves comienza el campeonato mundial de
fútbol allá en Rusia y con ello prácticamente terminan las campañas, porque
ahora toda la atención y los espacios en los noticieros estarán dedicados a
cubrir las patadas y golpes en el terreno de juego.
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