Por Miguel Angel Cristiani Glez.
No fue uno sino tres, los accidentes registrados la madrugada de este miércoles, sobre la avenida Lázaro Cárdenas, cuando un camión de carga quedó sin frenos y se fue a estrellar contra dos vehículos con un saldo de varios lesionados; otro más fue el de un camión repartidor de Coca-Cola que chocó contra un taxi y un auto, por último, un tercer tráiler chocó contra la estancia Garnica.
Como era de esperarse, los accidentes provocaron además un caos vial que se prolongó durante las primeras horas de la mañana.
Cuando se construyó el libramiento de Xalapa, precisamente uno de los argumentos utilizados fue el que se habrían de reducir los accidentes en la avenida Lázaro Cárdenas, al obligar a los camiones de carga y de sustancias peligrosas a que transitaran por aquella nueva ruta.
Incluso se anunció que habrían de ser instalados módulos a la entrada y salida de la capital veracruzana, para evitar que camiones de carga pudieran transitar como lo vienen haciendo, de manera agresiva, arrojándose a toda velocidad para ganar tiempo sobre los vehículos que van transitando sobre la avenida Lázaro Cárdenas.
Pero además, en el caos vehicular que se registró por los tres choques, brillaron por su ausencia, los agentes de tránsito, ahora llamados policías de vialidad.
El desorden y las filas de vehículos que tenían que transitar a vuelta de rueda y en el caso del puente Bicentenario frente a plaza Cristal, hasta se tenían que regresar por el puente dando vuelta en el carril hacia las Trancas o incluso manejando de reversa.
También se formó un enorme embotellamiento, con cuello de botella, en que los automovilistas trataban de tomar el carril por debajo del puente.
Pero ninguna de las patrullas y motociclistas que acostumbran pasear por toda la ciudad hizo acto de presencia, para al menos, tratar de meter orden.
El libramiento de Xalapa ahí está, pero los hechos y los accidentes registrados en la avenida Lázaro Cárdenas demuestran que no lo están utilizando los camiones de carga y transporte de materiales peligrosos.
Nada más es cuestión de pararse cinco minutos, en cualquier tramo de la avenida Lázaro Cárdenas, para darse cuenta que los camiones que tienen prohibido transitar por ella, lo siguen haciendo, aprovechando que al parecer no hay autoridad que se lo impida.
Ahora que se va a poner en vigor el nuevo reglamento de tránsito, que contempla severas multas para todos los conductores que no respeten las normas, sería bueno que quienes tienen que hacerlo, se pongan a trabajar y eviten, por enésima vez, que sigan ocurriendo accidentes sobre la avenida Lázaro Cárdenas.
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