Xalapa, Ver., 02 de julio de 2015.- Este miércoles fue presentado el libro Perspectivas Éticas de la Seguridad Ciudadana en Chile y México, que parte de diferentes estudios acerca de fenómenos que influyen en la manera en que el estado brinda seguridad, así como la forma en que los ciudadanos se percatan de ésta, con el componente adicional de subrayar la importancia de la corresponsabilidad entre ambos.
El evento se efectuó en el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la Universidad Veracruzana (UV), donde se analizó esta obra que consta de 841 páginas, distribuidas en cuatro capítulos: Moralidad Pública y Seguridad Ciudadana, Ciudades más seguras, Prevención y Profesionalización y Construcción de Comunidad, además de un apartado de Conclusiones.
Ahí se detallan los problemas de desarrollo de la seguridad en Chile y México, se muestran ejemplos de prácticas bien y malogradas en ambos países, y algunos de los fenómenos que han sido y serán determinantes en el éxito de las políticas públicas en la materia, como la corrupción y la formación moral, esta última entendida desde una perspectiva cívica y no religiosa.
Para el titular del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP), Juan Antonio Nemi Dib, el libro presenta un enfoque de la seguridad desde la perspectiva ética, llevándola del término manejado en las aulas a un enfoque de lo cotidiano; destacó la propuesta de “trascender de la llamada seguridad nacional a la seguridad ciudadana”, partiendo de un respeto de la dignidad de la persona, para lo cual es indispensable la participación social.
A su vez, el investigador del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la UV, Alfredo Zavaleta, realizó un análisis y síntesis de los temas más recurrentes en el texto, que “sirve como espejo para hacer un diagnóstico del trabajo en seguridad; no sólo hace una puntual y sustentada crítica de Chile y México, sino que también enumera resultados positivos para “una eventual transferencia de buenas prácticas de un país a otro”.
Por último, el colaborador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Franz Vanderschueren, invitó a los presentes a salir por un momento “del enfoque técnico para pasar a la ética y la dignidad en la seguridad”, además de enfatizar que pese a ser una pésima manera de expresarse, “la violencia es finalmente un tipo de lenguaje, que hay que entender y revisar el contexto en que se origina.”