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lunes, 8 de septiembre de 2025

Silencio, la respuesta a Claudia en Veracruz

 Desde el Café 

Bernardo Gutiérrez Parra 


Algo que de ninguna manera pasó inadvertido para la presidenta Claudia Sheinbaum en su visita de ayer a nuestra entidad, fue el silencio si no sepulcral, sí muy notorio, con el que la raza jarocha recibió sus frases, sus logros y sus promesas. 


Quién sabe si sería por el calor que estaba muy bravo (la sensación térmica era de 44 grados), pero la gran mayoría de los asistentes al estadio “Beto Ávila” de Boca del Río, guardaron un inesperado silencio durante su discurso y la primera sorprendida debió ser la propia Claudia. 


La única muestra de júbilo fue cuando apareció acompañada de la gobernadora Rocío Nahle y de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez. Pero la enjundia desapareció casi desde que comenzó a hablar. 


“Los recursos que se obtienen por el pago de impuestos son del pueblo. Y hay que regresárselos al pueblo en obras públicas, en programas de bienestar, en educación, en vivienda y en salud. ¡Cero corrupción en los gobiernos de la transformación!” dijo. Y en respuesta recibió tibias palmas. 


Algo desconcertada agregó: “El gobernante no llega para tener privilegios, llega para entregarse a su pueblo en cuerpo y alma. Por eso las palabras de Benito Juárez deben estar escritas en cada oficina de gobierno: ‘No puede haber gobierno rico con pueblo pobre’”. Y en este punto su sorpresa debió ser mayúscula porque casi nadie aplaudió. Aunque fue comprensible el silencio. 


¿Cómo que cero corrupción en los gobiernos de la 4T? ¿Acaso no sabe de la casa de Noroña en el Tepozteco, o de la grosera ostentación que hace Zenyazen Escobar trepado sobre caballos pura sangre supuestamente prestados? ¿Ignora que este sujeto es uno de los funcionarios más ricos de Veracruz y que su riqueza comenzó en el sexenio de Cuitláhuac García? 


Pero la señora siguió: “Bueno... ahora les voy a dar los datos de los programas del Bienestar aquí en Veracruz. ¿Saben cuántas personas de 65 y más reciben la pensión que hoy es un derecho constitucional? 21 mil 915 personas”. La presidenta hizo una pausa a la espera del estruendo popular y nada. Sólo hubo descafeinados aplausos. 


Y continuó: “114 mil 62 personas con discapacidad cuentan con apoyo económico. 27 mil 56 estudiantes de universidades públicas reciben apoyo a través de Jóvenes Escribiendo el Futuro. 248 mil 631 estudiantes de nivel medio superior son beneficiarios de becas. 289 mil 299 niñas y niños reciben apoyo escolar...” y nada, nada, nada entusiasmó a la concurrencia. 


Ni siquiera cuando dijo que los beneficiarios en Veracruz son 2 millones 683 mil 79 y que este año nuestra entidad está recibiendo 59 mil millones de pesos en programas del Bienestar. 


Nada emocionó a los más de 10 mil acarreados; tampoco cuando echó mano de la batería gruesa y prometió cuatro hospitales nuevos: uno para Minatitlán, otro para Panuco, otro para Misantla y otro para Tuxpan. Además del acueducto La Cangrejera en Coatzacoalcos (del de Xalapa ni se acordó). Más prepas (¿cuántas?, quién sabe) y un campus de la Universidad Nacional Rosario Castellanos.


La respuesta fueron aplausos desangelados. Porque no hubo más. Y no hubo más porque los mítines para mostrar el músculo con hombres y mujeres obligados a asistir ya dieron de sí.  


La gente está harta de que los lleven y traigan como si fueran bueyes y los obliguen a escuchar mentiras o promesas. 


En tiempos de paz el anuncio de cuatro nuevos hospitales hubiera sido nota de ocho columnas, pero no en estos tiempos donde continúan la inseguridad y la violencia. 


Si la presidenta piensa que la multitud fue al Beto Ávila “espontáneamente” y por el enorme cariño que le tiene, aguas. Puede que sí haya cariño, pero no para aceptar ser tratados como reses.


Reitero, los mítines multitudinarios ya dieron de sí por arcaicos, obsoletos, caros y porque ya no emocionan a nadie. 


Si Morena sigue recurriendo a ellos en un estado donde el partido está dividido y quieren mandar el mensaje de una unidad que no existe, qué manera de engañarse a sí mismos. 


Pero eso ya se verá después y a ver cómo se resuelve. 


Ayer, lo importante era engañar a todos, incluso a la presidenta que remató su discurso: “Hay algo que tenemos muy presente todos los mexicanos, la defensa de su soberanía. Por eso en el mes de la patria decimos con orgullo y con alegría: México es un país libre, independiente y soberano”.


Uta...


Y cuando terminó se oyó el barullo de las prisas.


-¿Ya acabó el evento, verdad? 


-Sí, ya terminó. 


-Bendito sea Dios, córrele al camión y vámonos.


bernagup28@gmail.com