IMPRONTA
Carlos Miguel Acosta Bravo*
Hasta septiembre de 2025, el efecto de los aranceles impuestos por Donald Trump a productos mexicanos ha tenido un impacto moderado en el comercio bilateral y presenta las siguientes características:
En Automóviles y autopartes que fue sujeto a un arancel general del 25%,
aunque reducido para unidades con al menos 40% de contenido estadounidense. A
pesar de esto, las exportaciones automotrices mexicanas a EE.UU. cayeron un
2.9% en volumen y 5.6% en valor, afectando la industria clave de México. En
cuanto al cobre: Arancel del 50%, impactando exportaciones minerales
selectas. Acero y aluminio: Sujetos a gravámenes del 25%, afectando la
competitividad de la producción mexicana en sectores industriales
tradicionales.
En cuanto a productos agrícolas, algunos trasladaron incrementos
arancelarios, aunque con excepciones en jugos, frutas tropicales y gasolina; el
efecto fue mixto en precios y exportaciones. Otros productos como carne de res,
café y etanol también enfrentaron aranceles sin exenciones.
En el sector manufacturero en general que abarca el 90% de las
exportaciones mexicanas, con concentraciones fuertes hacia EE.UU. La
incertidumbre comercial ha provocado caída en la inversión extranjera directa
en este sector (14.2%).
México mantuvo un arancel ponderado promedio relativamente bajo (8.3%)
en comparación con otros países exportadores hacia EE.UU., lo que permitió que
las exportaciones aumentaran un 4.9% en valor, acumulando 261,000 millones de
dólares.
La incertidumbre generada ha afectado la inversión extranjera y la
producción industrial, pero la respuesta del gobierno mexicano y las
modificaciones en cadenas productivas han mitigado el impacto más severo. Los sectores
afectados de manera directa han sido automotriz, acero, aluminio, minerales y
ciertos productos agrícolas y alimenticios.
En resumen, aunque los aranceles de Trump representan un desafío para
las exportaciones mexicanas, especialmente en sectores manufacturero y
agroindustrial, México ha logrado mantener un nivel notable de exportación a
Estados Unidos gracias a adaptaciones productivas y a la estructura del Tratado
T-MEC.
Desde su imposición inicial en 2017 y su incremento en 2019 y en
2024-2025, los aranceles han generado un incremento en los costos de
exportación para México. Aunque la política comercial estuvo marcada por
incertidumbre y negociaciones, México ha buscado reducir el impacto mediante la
diversificación de mercados y fortalecimiento de cadenas productivas.
Entre 2017 y 2021 las exportaciones mexicanas sufrieron volatilidades,
pero con la entrada en vigor del T-MEC en 2020 se logró cierta estabilidad. Sin
embargo, nuevos aranceles en 2024-2025 renovaron la presión y afectaron
competitividad en sectores clave.
Sin embargo, otro de los
grandes problemas que ha enfrentado el agro y la ganadería mexicana ha sido el
cierre de fronteras de Estados Unidos a la carne de res mexicana, sumado a la
cuota compensatoria impuesta al jitomate provocaron que se registrara una caída
del 4.3 % en el valor de las exportaciones agroalimentarias, según cifras del
Banco de México vendió 1,430 mil cuatrocientos treinta mil millones de dólares
menos que el mismo periodo del año 2024. Así la balanza agroalimentaria de
México terminó con un saldo positivo de 4.8% lo que significa que se sigue
exportando más de lo que se importa.
El producto
más afectado es el ganado a pie y la carne, con una disminución de 18.9 por
ciento al pasar de mil 989 millones de dólares a mil 612 millones. Este desplome
es consecuencia del cierre que mantiene el gobierno estadunidense al ganado
bovino mexicano por un brote de gusano barrenador, el cual ha dejado pérdidas
millonarias a la industria.
Los aranceles afectan predominantemente a sectores con alta integración
en cadenas globales de valor, obligando a México a inducir cambios en su oferta
exportadora.
Aunque el impacto de los aranceles ha generado costos adicionales y
pérdidas momentáneas, México mantiene su posición como socio comercial
estratégico mediante adaptaciones y respuesta económica.
El panorama requiere continuar la diversificación de mercados y
fortalecer la producción nacional para mitigar riesgos futuros derivados de
políticas proteccionistas.
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*Maestro en
comunicación por la Universidad Iberoamericana, de la cual formó parte del
cuerpo académico de la Licenciatura en comunicación, así como de la Universidad
Anáhuac, campús norte de la CDMX.