Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
A las broncas fuertes que tiene la Secretaría de Salud de la entidad (como un presunto desfalco multimillonario en el gobierno anterior), hay que agregar otra que tiene que ver con el nombramiento de una funcionaria que se ha convertido en algo más que un dolor de cabeza en esa dependencia y fue designada por un dedazo.
Me refiero lector a María del Consuelo Lagunas Jiménez, jefa del departamento de Responsabilidades Administrativas en el Órgano Interno de Control en la Secretaría de Salud, que fue impuesta por el titular de la Contraloría General del Estado, Ramón Santos Navarro, pese a sus antecedentes negativos como funcionaria en la Comisión Municipal de Agua Potable y Saneamiento (CMAS) de Xalapa, y de ser una cercana colaboradora del exgobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares.
A ver, a ver, a ver ¿acaso es pecado que una funcionaria que trabajó para el gobierno de un partido labore ahora para el gobierno de otro partido?
Por supuesto que no.
Lo “pecaminoso” por llamarlo de alguna manera, es que habiendo gente capacitada y con merecimientos para ocupar un cargo de tanta relevancia, la impusieran a ella.
Ahora, que trabajara para Miguel Ángel Yunes no debería avergonzarla, pero al parecer sí, porque omite en su hoja curricular haber sido subprocuradora de Asuntos Contenciosos en Sefiplan, durante la administración del choleño.
Con base en información oficial de la CMAS respaldada por la 64 Legislatura, María del Consuelo sería responsable de avalar un pasivo contingente de 57 millones 992 mil 614 pesos en dicho organismo operador de agua, cuando se desempeñaba como coordinadora jurídica en el 2018.
Si aun con este antecedente fue nombrada para tan importante cargo en la Secretaría de Salud... úchale.
Es hasta imperdonable que una funcionaria de ese nivel haya dejado sin sus emolumentos a los trabajadores de limpieza de los hospitales del sector Salud. Algo que jamás había sucedido... pero sucedió.
¿Sabrá la gobernadora Rocío Nahle que María del Consuelo es la que traba todo el funcionamiento de esa dependencia? ¿Sabrá que sin el visto bueno de esa funcionaria no avanza ningún pago, contrato u ordenes, así vengan de la presidenta o de la propia gobernadora? ¿Sabrá la mandataria veracruzana que bajo el argumento de que “les cuida las espaldas a las dos”, suspende, extiende o ejecuta contratos? ¿Sabrá la señora Nahle que hay un pleito casado entre la gente del Contralor Santos Navarro y su propia gente en la Secretaría de Salud? ¿Tendrá claro cómo se filtró de la misma Secretaría, el documento que evidenció el acarreo al acto de la presidenta Claudia Sheinbaum?
Y es que según trascendió, la semana pasada cuando vino a Veracruz Claudia Sheinbaum, se filtraron a los medios de comunicación un par de documentos internos de la Secretaria de Salud y de un proveedor del servicio de transporte, en los que queda evidenciado el acarreo de personal de la dependencia al evento de la presidenta en el estadio de béisbol Beto Ávila.
Es lo que le sigue a preocupante que mientras los problemas en la Secretaría de Salud son muchos, en las oficinas del Cerro de Macuiltépetl la guerra entre el director administrativo del sector Salud, José David Rangel Zermeño y Consuelo Lagunas Jiménez se ha polarizado a niveles no vistos. Tan severo es el conflicto, que ha escalado en las semanas recientes, al grado que ya es del conocimiento de la gobernadora.
Que se hayan ventilado las millonarias cifras que avaló como deuda pública a su paso por la CMAS, sacaron de sus casillas a María del Consuelo que empezó a buscar culpables y al no encontrarlos, habría filtrado los documentos del alquiler de autobuses para el acarreo al evento presidencial en el Beto Ávila.
¿Será?
Quién sabe lector. Pero hasta ahora la funcionaria no ha desmentido nada de lo que se ha publicado sobre ella.
Dicen, a mi no me lo creas, que habría sido la manera de desquitarse de Rangel Zermeño y su equipo, a fin de desviar la atención hacia otros temas.
Si es así, vaya manera de desquitarse de este sujeto porque a quien le pegó directamente fue a la gobernadora Nahle.
José David Rangel Zermeño por su parte, no es ninguna perita en dulce; pero esa es una historia que se verá en otro momento.
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