IMPRONTA
Carlos Miguel Acosta Bravo*
En 2025, la industria refresquera en México reportó ventas por aproximadamente 198.5 millones de pesos en los primeros 8 meses, con una caída del 2.7% respecto al año anterior, atribuible parcialmente a la prohibición gubernamental de vender refrescos en las escuelas del país. Esta medida apunta a combatir la alta incidencia de obesidad infantil y enfermedades asociadas como la diabetes.
Respecto al impacto de la prohibición, aunque existe evidencia de reducción en el consumo dentro de las escuelas, en gran medida se ha trasladado la venta informal a las inmediaciones de los planteles, donde vendedores ambulantes continúan ofreciendo refrescos y otras comidas ultraprocesadas. No obstante, se observan resultados positivos en hábitos alimenticios entre estudiantes: más consumo de agua, frutas y verduras, y una reducción del 56% en la compra de ultraprocesados en hogares con niños estudiantes, de acuerdo con encuestas tras la implementación de lineamientos específicos.
En cuanto a la reducción de la obesidad en la población estudiantil, según datos recientes, aproximadamente el 40% de niños y adolescentes en México viven con sobrepeso u obesidad, con una lenta pero constante tendencia a la baja en ciertas regiones debido a políticas públicas como esta prohibición y campañas de salud, impulsadas por la Secretaría de Educación y no por la Secretaría de Salud, aunque la disminución porcentual específica de obesidad aún es moderada y en proceso de consolidación.
En suma, la prohibición de venta de refrescos en las escuelas ha contribuido a mejorar algunos hábitos alimenticios y a una leve reducción en el consumo de bebidas azucaradas, pero la persistencia de ventas informales reduce el alcance total de la medida, por lo que se recomienda fortalecer la regulación externa a los planteles y continuar con campañas integrales para el control y prevención de obesidad infantil.
El veto a la venta de refrescos en escuelas ha tenido diferentes impactos económicos por estado en México, reflejando la diversidad en consumo, estructura comercial y dependencia de la industria refresquera en cada región: En estados con mayor densidad escolar y alto consumo como Ciudad de México, Estado de México, Veracruz y Jalisco, la caída en ventas dentro de las escuelas representa pérdidas millonarias para pequeños comerciantes y vendedores ambulantes, que han reducido ingresos entre 15% y 30% en esos sectores específicos.
En estados con menor densidad escolar o consumo reducido, el impacto económico es menos pronunciado para la industria local y vendedores, mientras que el comercio formal se ha adaptado mejor ofreciendo productos alternativos más saludables.
A nivel macroeconómico, la industria refresquera reportó una reducción de 2.7% en ventas nacionales totales en 2025, parcialmente atribuible al veto, reflejando un ajuste en mercado escolar que representa entre el 5% y 10% del consumo total dependiendo del estado.
El impacto ha incentivado a productores y distribuidores a diversificar su portafolio hacia bebidas sin azúcar y opciones saludables, buscando compensar las pérdidas en ventas derivadas del veto.
Algunos estados con mejores programas de apoyo a pequeños vendedores han mitigado más los efectos negativos mediante capacitaciones y promoción de alternativas saludables para preservar ingresos.
Un desglose basado en estudios, reportes de la industria y declaraciones oficiales. Impacto en la industria refresquera, la prohibición, que se implementó de manera gradual y se consolidó con el nuevo etiquetado y las restricciones en entornos escolares, ha afectado a la industria en varios frentes.
· Cifra Conservadora: Analistas del sector estiman que, cuando se combina el impacto directo (pérdida del canal escolar) con el indirecto (cambio de hábitos), la medida pudo haber contribuido a una disminución en el volumen de ventas total de la industria de entre un 3% y un 5% en los años siguientes a su implementación más estricta. No es un porcentaje catastrófico para una industria tan grande, pero sí representa cientos de millones de dólares en ventas perdidas.
Otros impactos clave, reformulación de productos con menor consumo calórico (menor azúcar) para poder seguir vendiendo en algunos entornos y mejorar su imagen, las empresas se vieron forzadas a invertir en la reformulación de sus productos, reduciendo azúcares y desarrollando opciones "cero calorías" o con edulcorantes no calóricos.
Cambio de Estrategia de Marketing: El enfoque se ha desplazado fuertemente hacia la promoción de sus versiones "light" o "zero", y a la publicidad en otros canales fuera del ámbito escolar.
En conclusión, el veto a la venta de refrescos en escuelas afecta económicamente sobre todo a los pequeños vendedores y la industria relacionada en estados con mayor consumo escolar, mientras promueve ajustes en el mercado hacia productos más saludables. El impacto exacto varía según consumo escolar y contexto regional.
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*Maestro en comunicación por la Universidad Iberoamericana, de la cual formó parte del cuerpo académico de la Licenciatura en comunicación, así como de la Universidad Anáhuac, campús norte de CDMX.
