**El
académico de la UV criticó que el Gobierno estatal anda “desaparecido” a más
100 días de iniciar
Xalapa, Ver. 27 Marzo 2019.- Para
Leopoldo Alafita Méndez, académico del Instituto de Investigaciones Histórico
Sociales de la Universidad Veracruzana (UV), a más de 100 días del nuevo
Gobierno federal y estatal, hay una gran brecha entre ambos.
Mientras que el Federal
arrancó con una gran dinámica, en oposición a eso, en el plano estatal hay una
administración “desaparecida totalmente” y “como que no sucede nada”.
Aseveró que alrededor de la
administración estatal hay una situación nebulosa en donde no aparece una
directriz para la sociedad y se miran muchos personajes en la administración
pública “totalmente desconocidos” y ajenos a la sociedad; además, hay un
Congreso local contemplativo.
Ante esa situación, expuso que
es tiempo de que el Gobierno estatal haga una reconsideración, ya que se
continuar la falta de resultados y la no respuesta a las expectativas de la
gente, que salió a las urnas a demandar un verdadero cambio, para las
elecciones intermedias del 2021 se estará en el escenario de un voto de
castigo.
Recordó que ante la evidencia
de corrupción y abusos sobre los bienes públicos que vivió Veracruz, la gente
dijo que había que cambiar de rumbo y validó un Gobierno (de Miguel Ángel Yunes
Linares) que prometía enderezar las cosas, “y no pasó nada, solo hay un gordito
en la cárcel, pero hay cientos que estaban con él que no los tocaron”.
Dijo que por
su posición en la Academia tiene la oportunidad de tener contacto con diversos
sectores sociales y ve confusión y desconcierto en la gente, ya que no está
segura de que su señalamiento por dónde deben caminar las cosas, expresado con
su voto, sea preciso.
El
Investigador universitario recordó que la decisión ciudadana manifestada en las
urnas fue muy clara, y tal parece que ese fenómeno a la autoridad electa no le
está siendo un argumento de peso.
Consideró que es necesario
tomar un reposo para pensar en qué punto se está, toda vez que los Gobiernos
elegidos, son el resultado de una gran protesta social, de un movimiento de los
marginados y atropellados, de los excluidos, de los que no habían tenido un
papel que jugar por muchos años.
Uno de los
muchos temas que motivaron el despertar y la gran protesta ciudadana, fueron la
violencia y la inseguridad, por lo que un nuevo Gobierno debería estar
sumamente atento a revisar las leyes que garantizan la seguridad pública,
que al día de hoy “son una vacilada y todo se ha puesto peor”.
Se confunden las cosas entre
lo que es la seguridad y la compensación por un daño; hay cosas que atender y
no se están haciendo nada.