Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Lo dije una vez y lo reitero; la ecuación para el PAN era
muy fácil. Se trataba que la cúpula encabezada por Ricardo Anaya apoyara a Margarita
Zavala en sus aspiraciones presidenciales, y en el 2024 el propio PAN postulara
a Ricardo como su candidato a la presidencia. Así de sencillo era el asunto.
Pero al queretano le ganó la ambición y lo perderá
todo.
Con el espaldarazo que el PRD en pleno le dio este
lunes a Miguel Ángel Mancera, la posición de Ricardo Anaya como candidato de “unidad”
del Frente Ciudadano por México se tambalea peligrosamente.
Mancera también quiere ser abanderado del Frente y no
cederá un ápice. Y menos si un oportunista como Dante Delgado lo quiere tentar
con el ofrecimiento de una senaduría.
Este martes al ex gobernador veracruzano le dio por
ponerse a repartir puestos. La candidatura por la presidencia de la República
para el PAN, es decir, para Ricardo Anaya; la candidatura por la jefatura de
gobierno para el PRD, o sea, para Alejandra Barrales y cito textual: “La
presidencia del Senado de la República debe ser para el doctor Miguel Ángel
Mancera, figura en torno a la cual se unieron y pronunciaron las corrientes del
Partido de la Revolución Democrática”.
Quienes lo vieron dicen que el jefe capitalino estaba
doblado de la risa ante ese remedo de madruguete.
Las aspiraciones de Mancera orillarán a Ricardo a
competir por el PAN y MC lo que lo convertirá en un candidato débil, porque no
todos los panistas votarán por él y los votos de MC no le alcanzarán para
llegar a Los Pinos.
La chaparrez de entendederas de Anaya y su desmedida ambición,
hicieron que Margarita Zavala (segundo lugar en todas las encuestas como
abanderada del PAN) se fuera del partido, y con ello se fue la oportunidad real
que tenía Acción Nacional de regresar al poder en 2018.
Debido a esta renuncia, el blanquiazul cayó de ese
segundo lugar de privilegio que preocupaba tanto a AMLO como al PRI. Además, el
PAN se dividió entre quienes apoyan a Ricardo y quienes lo detestan.
La lista de estos últimos la encabeza el presidente
del senado, Ernesto Cordero y los senadores Roberto Gil Zuarth, Javier Lozano,
Salvador Vega y Mariana Gómez. A ellos hay que agregar a los gobernadores
Francisco Domínguez, José Rosas Aispuro, Carlos Mendoza Davis, Francisco García
Cabeza de Vaca y a la mitad de la militancia panista.
Con el Frente o sin él Ricardo Anaya será candidato,
eso es seguro. Como también lo es el hecho de que nunca llegará a la
presidencia porque es un traje que le queda muy holgado.
Miguel Ángel Mancera irá por el PRD, aunque aventaja 2
a 1 a Ricardo Anaya en las preferencias del Frente. Y tampoco alcanzará su
objetivo.
Pero la más
afectada con la terquedad de Ricardo será Margarita Zavala que sin el apoyo del
PAN y como candidata independiente, lo único que logrará será aparecer en las
boletas electorales.
¿Y quién será el ganón?
Sin duda el precandidato del PRI, José Antonio Meade,
amigo personal de “Los Rebeldes del PAN” a quienes trató muy de cerca cuando
fue miembro del gabinete de Felipe Calderón.
Aunque no lo dicen en abierto e incluso algunos lo
niegan, lo cierto es que a la hora de sufragar harán valer su voto y es muy
seguro que la gran mayoría vote por Meade, tomando en cuenta que, a pesar de
que su corazón está con Margarita, a ésta no le alcanzará la cuerda para pelear
por la presidencia.
En síntesis; la lucha por la silla presidencial será
entre dos candidatos: AMLO y Meade. No habrá más lector. Bueno en realidad sí
los habrá pero, a menos que ocurra un milagro, no pondrán nerviosos al moreno
ni al priista.
Y todo por la avidez mal encausada de un sujeto que no
supo esperar sus tiempos y que después del 1 de julio hasta puede que lo echen
del PAN.