Por Rafael Arias Hernández.
En transparencia presupuestaria, el gobierno
federal sostiene que en 2017, Veracruz
está en penúltimo lugar, solo por arriba de Oaxaca. Con última información a
septiembre, la SHyCP informa que eso es,
solo a manejo de recursos federales. (Imagendelgolfo.291217)
Con Congreso local
irresponsable. ¿Qué con los recursos propios y de otras fuentes?
A su vez. “El Índice de
Información Presupuestal Estatal (IIPE) 2017 del Instituto Mexicano de la
Competitividad (IMCO), demuestra que el gobierno veracruzano de la alternancia
integrado por el PAN-PRD está reprobado con 38.46% por no proporcionar la
información de la deuda pública que otros estados sí la consignan, pues de 14
indicadores de información que deben tener sus páginas web, sólo tiene cinco
favorables, entre ellos, no informa sobre la deuda pública.”
(Lajornadadeveracruz.281217)
Lo dicho se confirma:
Veracruz en opacidad, con licuadoras, aspiradoras y todos los enseres de
ineficiencia y simulación funcionando.
En general, ante la
continuidad del Duartismo. El desastre crece.
CEGUERA NUESTRA, DE
TODOS LOS DÍAS…
Empieza 2018,
inevitable enfrentar problemas. Hacerlo,
con renovado optimismo y objetividad. Vale la pena intentarlo, sin distorsión, ni
engaño o simulación.
¿Se debe perder o desperdiciar lo poco bueno logrado? ¿Hay que
dejar pasar oportunidades y favorecer calamidades? ¿Se puede y se debe evadir
permanentemente la realidad? ¿Hay más ciegos que los que no quieren ver?
Ante estas simples y sencillas
preguntas, permítase un ejercicio breve y una reflexión provocadora contra
enajenación y superficialidad, simulación y engaño. Total, año nuevo…
Partamos del hecho de
que, al final la realidad y los límites del aguante se imponen; y también, que
mientras tanto, cuando se puede o es posible,
solo se ve lo que se quiere ver, y se cree lo que se quiere creer.
En todo caso. Se padece
lo que se quiere, o hasta que ya no se aguanta más. Hasta que crece hartazgo, inconformidad y rechazo social.
Nadie está obligado a soportar gobiernos malos y peores; perder y perder patrimonio y recursos
públicos, para beneficiar a unos cuantos; aguantar
y aguantar, hasta el sacrificio extremo individual
y social; y sostener o apoyar, a
ineficientes, corruptos y delincuentes.
De ahí que podemos
encontrar y comprobar, que en la ceguera o falta de conciencia y
responsabilidad individual y social, radican en gran parte, desinterés, pasividad y resignación. Conocido y repetido, que
en lo personal o colectivamente, hay resistencia a informarse y conocer, enfrentar los problemas y transformar la
realidad. Total ahí se va, no pasa nada y Dios dirá.
No hay más ciego que el
que no quiere ver; pero también, por desgracia, el problema es que se padece y practica otra grave ceguera: la
de todos aquellos que ven, solo lo que
quieren ver… porque les conviene o beneficia. E incluso, están
más que dispuestos a imponer esa visión o idea; a convencer, enajenar, confundir, dividir, entretener y lo
que sea, con tal de dar continuidad a la impunidad…y sacarle provecho o
ventaja.
No a desinterés y
pasividad. Tan grave desinformarse, como
mal informarse; o permitir arbitrariedades e injusticias.
LICUADOS ELECTORALES.
En fin, por lo pronto debe reconocerse
que no hay solo licuadora presupuestal,
útil y cómoda para disponer discrecionalmente del ingreso, ocultarlo, desviarlo
y desaparecerlo; para ordeñar, saquear y aprovechar gastar más, endeudar más y privatizar más.
También hay otra licuadora práctica y convenenciera, que maneja el hampa electoral.
Por
consecuencias y daños, se debe alertar de los alcances de esa conocida licuadora
electoral; y, desde luego, denunciarla, descomponerla,
desconectarla, empezando por informarse
y participar responsable y activamente.
Gobernantes y
aspirantes, responsables y diletantes, políticos e improvisados, con sus
excepciones aparte, están, son y serán
accionados, ocupados o manipulados por una hampa electoral tan existente como
notoria, que usa y abusa de recursos, patrimonio y cargos públicos, para
imponer improvisados o ineptos encubridores; abyectos y serviles cómplices; y corruptibles
encargados de todo y de nada.
Como resultado, no hay
ni habrá atención y ocupación prioritarias, a las necesidades y problemas de
los veracruzanos.
Lo importante para muchos,
es mantenerse o alcanzar el poder.
De ahí que lo que más
les ocupa y preocupa es mantener prendida la licuadora de licuadoras: la de las
elecciones.
Licuadora electoral que,
como propaganda, todo puede mezclar y cambiar de sentido o presentación; que magnifica,
distorsiona, oculta o manipula. En el discurso, lo mismo revuelve verdades con
mentiras, que mezcla deberes con promesas, argumentos con fantasías; endulzándolo
todo con contenidos placebos, esperanzadores; o también, condenando,
descalificando y exagerando opiniones y proposiciones de otros.
Como siempre, prometer
no empobrece…
Aspecto importante, es
que ilegalmente puede prenderse y
funcionar con recursos públicos y de otra procedencia; que se sostiene y acciona
con simulación, posposición, entretenimiento y engaño; que propicia abundantes
injusticias y faltas, solapadas o apoyadas en atribuciones institucionales, reales
o ficticias; y que permite a muchos imponer, orientar o favorecer a cómplices,
familiares y amigos.
Lo primero es lo
primero, asegurar herencia y
persistencia de la continuidad de la impunidad.
De ahí que gobernantes o aspirantes, ponen y pondrán toda
atención y preocupación a la elección. Total el pueblo puede esperar, no hay
que ni quien los obligue a atender con eficiencia inseguridad, hambre, pobreza
y marginación, en las que sobreviven millones y millones de veracruzanos. Creciente
y compleja situación que no se puede atender y resolver a base de simulación,
superficialidad, improvisación, ineficiencia y delincuencia gubernamental.
Con persistentes
desinformación y simulación, obligado insistir, preguntar y preguntar:
¿De qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Y los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y cuántos nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes? ¿Cuál es el costo de la reestructuración de la deuda? ¿Por qué los descomunales y ofensivos súper sueldos, prestaciones y beneficios, a funcionarios?
¿De qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Y los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y cuántos nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes? ¿Cuál es el costo de la reestructuración de la deuda? ¿Por qué los descomunales y ofensivos súper sueldos, prestaciones y beneficios, a funcionarios?
-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH