Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
La semana anterior los periodistas José Ortiz Medina y Manuel Rosete, entrevistaron al diputado local del PRI, Héctor Yunes Landa, quien manifestó que sus miras están puestas en la gubernatura de Veracruz y que le gustaría encabezar un frente opositor. “Todo lo que hago es pensando en el 2030, en ser gobernador de Veracruz y las condiciones se están dando como consecuencia del terrible desempeño de Morena como gobierno”.
Dijo que el PRI difícilmente desaparecerá por el voto duro que aún conserva. Y sobre su líder estatal, Adolfo Ramírez Arana, indicó que es un dirigente que está trabajando en circunstancias muy complicadas, ya que la dirigencia nacional no permite hacer mucho.
“Es muy difícil que un dirigente estatal pueda hacer algo destacado por el partido cuando tiene limitaciones. Debo reconocerlo, es mi dirigencia nacional, pero creo que no trae el interés de que crezcamos, de que (nos) posicionemos de manera más firme. Lo que yo hago y digo lo hago por mi decisión personal, yo no tengo ningún lineamiento nacional para ello, pero creo que es muy difícil el papel de Adolfo”, afirmó.
Cuando el periodista Manuel Rosete dijo que no se puede democratizar al PRI con una dirigencia nacional como la que tiene Alejandro “Alito” Moreno, que mantiene el control de todo, Héctor respondió: “Lamentablemente sí, yo sé que esto va a tener repercusiones, pero es cierto. Creo que nuestro partido ha tenido serios problemas a raíz de la continuidad de Alito en la dirigencia nacional. Creo que debió dejar espacio a otro personaje... creo que se tenía que haber renovado al partido. Ese era el compromiso que él había hecho”.
Esta respuesta dio pie a que José Ortiz le preguntara: “¿Alito puede ser un lastre que se pueda llevar entre las patas al partido?”
“Lastre es una palabra muy fuerte, pero (Alito) sí ha sido... ha llegado a ser un problema para el partido”, contestó el legislador que con esta respuesta preparó el terreno para las especulaciones que ya se están dejando venir.
Héctor es político desde los 19 años en que se afilió al PRI y ha sido casi de todo, menos gobernador de Veracruz. En 2016 tuvo su primera oportunidad y perdió ante su primo hermano Miguel Ángel Yunes Linares, pero no ha cejado en su empeño. Pertinaz, obstinado y tozudo, se prepara para su última batalla política porque ya no habrá más.
¿Llegará?
Habrá que ver para saber.
Es un hecho que buscará la candidatura por el PRI, su partido de toda la vida y le gustaría ir en alianza. Pero si descartamos al PT y al Verde que por muy peleados que estén con Morena regresarán al redil en el 2030, quedan el PAN y Movimiento Ciudadano.
No creo que los blanquiazules acepten una alianza y menos a Héctor como su abanderado. Para que la alianza se concrete exigirán ser ellos los que nombren al candidato. Y con MC ni hablar; los naranjas irán solos y tienen al menos un par de excelentes gallos que darán la batalla.
Quedarían los partidos de nueva creación que cada sexenio brotan como hongos, pero no serán una buena opción porque más que apoyar a Héctor, se apoyarán en él para obtener su registro. Con que logren el 3 por ciento de la votación estarán del otro lado, pero ese porcentaje no le alcanzará al diputado para ganar.
En síntesis, con el PAN y eventualmente con MC, el PRI iría en calidad de comparsa. Y el chiquitaje no le dará a Héctor el suficiente fuelle para ganar.
¿Y si no es candidato del PRI?
En caso de que eso suceda el primer conflictuado será el dirigente estatal, Adolfo Ramírez Arana. Por un lado, Alito Moreno es su amigo del alma y al que le debe la chamba, pero Héctor es su padre político. Si se va con Héctor traicionará a su amigo, y si se queda con Alito estará cometiendo parricidio político. Pero esa es otra historia.
El plan B de Yunes Landa es la creación del partido “Alianza Generacional” del que ya tiene la estructura. La pregunta es ¿qué le puede ofrecer de novedoso Alianza Generacional a una sociedad que está harta, fastidiada y hasta el gorro de los partidos políticos y ya no cree en ellos?
Por lo visto columnista lo que tu deseas es que Héctor Yunes no compita y si compite que pierda la elección del 2030. ¿Acaso no le ves madera como candidato y eventualmente como gobernador?
¡Por Dios, claro que sí! Sería un candidato y un gobernador de excelencia. El problema es que del 2018 para acá la excelencia está en franca decadencia.
Reparto de responsabilidades
Circula en redes un video donde personal de la Cruz Roja y de Protección Civil, recorren comunidades supuestamente del norte de Veracruz invitando a sus habitantes a desalojar sus hogares e ir a los albergues ante la inminente crecida de los ríos cercanos.
El video de un minuto con once segundos fue grabado en tres comunidades diferentes, una de ellas es La Florida, pero no se sabe de qué municipio. Las escenas fueron realizadas en la noche, en ninguna de las tres comunidades está lloviendo y todo parece estar en calma.
Y no es que uno quiera ser mal pensado, pero así como el video puede ser de Veracruz, puede ser de otra entidad. Lo que parece más cercano a la verdad es que habría sido filtrado por Protección Civil con el fin de lavarle la cara a su titular Guadalupe Osorno Maldonado.
Y es que a la antropóloga y maestra en Letras Mexicanas le está lloviendo sobre mojado.
Te cuento, lector.
Lunes, martes, miércoles y jueves de la semana anterior, el servicio meteorológico estuvo alertando sobre los aguaceros que caerían en el norte de la entidad. Esos informes debieron llegar al escritorio de Guadalupe que o los desdeñó o ni siquiera los miró.
En caso contrario hubiera corrido con la gobernadora a decirle: “Señora, en unos días caerá un diluvio en la zona norte y urge alertar a la población y habilitar albergues”, pero es evidente que no lo hizo porque de haberlo hecho, no se hubieran contabilizado 29 muertos y 18 desaparecidos.
Conclusión; la responsable de PC es Guadalupe Osorno y no la gobernadora Rocío Nahle cuya responsabilidad fue ratificarla en el cargo.
Pero como lo bueno de algunos errores es que se pueden corregir, la gobernadora puede hacer uso de su responsabilidad pidiéndole a Lupita su renuncia y enviándola a su casa.
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