Víctor Iván Calderón Flores
Perfilando
Por Iván Calderón
En los últimos días, dos aseguradoras andan muy interesadas en hacer circular una nota sobre la “no renovación” de los seguros contra desastres naturales del Gobierno del Estado. Porque según ellas, Veracruz quedó desprotegido.
Sin embargo, al revisar el tema a fondo, el mito se desmorona.
Resulta que cada año, el Gobierno Estatal pagaba 150 millones de pesos a esas mismas aseguradoras para “dormir tranquilos” ante cualquier emergencia. La promesa era que, si la naturaleza golpeaba, el dinero llegaría rápido y sin complicaciones.
¡Mentira!
En 2021, tras el paso del huracán Grace, el gobierno de Cuitláhuac García presentó en tiempo y forma la póliza para cobrar los daños, y la respuesta de las aseguradoras fue un manual de absurdo burocrático: pedían facturas de cada lámina volada, pruebas de compra de los postes derribados, “la radiografía” de las carreteras afectadas, vaya, hasta los análisis de sangre de los damnificados.
Todo para, al final, reconocer apenas 25 millones de pesos.
Una burla.
Con esa experiencia en mente, Rocío Nahle decidió no volver a tirar el dinero en pólizas que no pagan y crear en su lugar un fondo estatal de emergencia, un instrumento que permita usar los recursos de manera directa e inmediata cuando la población más lo necesita.
Nada de papeleos, ni mucho menos excusas.
Y, además, la tragedia del norte de Veracruz (que tanto politizan), no tendrá tema por falta de dinero, para nada.
Tanto el Gobierno Federal como el Estatal ya dejaron claro que no hay límite de recursos para levantar la Huasteca. La prioridad es reconstruir, pero sin enriquecer intermediarios.
Quizá Nahle aprendió bien la lección de Andrés Manuel López Obrador, quien, tras las inundaciones en Tabasco, comprobó cómo las aseguradoras se “volvían ojo de hormiga” ante tragedias de gran magnitud. De ahí nació su idea de crear fideicomisos públicos para proteger infraestructura y trabajadores sin depender del negocio privado del desastre.
Hoy, se sigue esa ruta, y se acabaron los contratos millonarios que solo beneficiaban a unos cuantos despachos financieros.
Bien por Veracruz y por su Gobernadora. Porque a veces, proteger al pueblo también significa dejar de asegurarle el negocio a las aseguradoras.
Es cuánto.
@IvanKalderon