Por
Rafael Arias Hernández.
A 410 días del final, a casi la mitad del periodo del llamado gobierno de
la alternancia sobresalen opacidad e incapacidad, mediocridad y superficialidad.
Ver para creer. Destaca también un Congreso local afectado y determinado
por impunidad y corrupción, que dice aprobar y respaldar ley y sistema estatal anticorrupción.
Pobre Veracruz más y más pobre, inseguro y hambriento. A junio
de 2017, tiene -6.8 % de crecimiento
industrial. Seis meses seguidos de crecimiento negativo, de acuerdo a los
indicadores macroeconómicos del INEGI.
El desastre del quehacer gubernamental estatal se acumula, pero también alcanza y caracteriza, tanto al ámbito federal como al municipal, en donde abundan casos de mala y peor
administración pública; poca o nula planeación o previsión; y mínima participación y evaluación social. Ni a cual irle. ¿Qué Ayuntamientos y en
cuanto aumentó la deuda municipal?
¿Cuáles están en crisis financiera? ¿Cuál es el tamaño del daño?
Aumentan, justificadas
protestas sociales e inconformidades
populares. Ineficiencia y delincuencia oficiales causan, alientan y fortalecen más y más expresiones de resistencia y
desobediencia civil.
El creciente hartazgo de la población es inocultable y las
respuestas de los gobiernos, en su mayoría siguen siendo las mismas: más cortinas de humo y
entretenimiento; más gasto oficial y endeudamiento; más concesiones, privatizaciones y negocios
público-privados, entregando servicios
públicos básicos, como agua, alumbrado,
recreación, seguridad, recolección de basura y otros.
Demasiadas dependencias e instituciones oficiales funcionan
mal, cuestan mucho y hasta son refugio
de parásitos, cómplices o socios, incluyendo manipuladores
político-electorales. Eso sí, con exagerados sueldos y gastos, todo con cargo
al presupuesto.
Innumerables expresiones sociales señalan, que sobresalen
instrumentos, medios y sistemas oficiales tan caros, como inútiles y simuladores,
como los cientos de planes (empezando
por los de desarrollo estatal y municipales), ilegales, simuladores e inconsistentes; las miles de costosas auditorias
contratadas, con sus encubridoras
contralorías y el órgano de simulación superior ORFIS, descarado cómplice por años y ahora
sensacionalista y descubridor de lo que permitió y alentó; y hasta el archiviolado
presupuesto oficial, indefinido, sin
autorizar y decorativo porque quienes gobiernan gastan y hacen lo que les da la
gana.
¿Por qué no se evalúa permanentemente a todos los gobiernos? En particular, a los municipales que están por
concluir. ¿Por qué, para empezar, no se
distingue a buenos, regulares, malos y peores Ayuntamientos?
Importante identificar intocables y reciclables; presuntos
responsables, y prófugos potenciales.
Mientras, se prueba y
comprueba que el consorcio PAN-PRD,
llego al poder para no poder. Ahí la
lleva, aprovechando y administrando el desastre heredado y agregando el propio.
Haciendo como que hace y “nadando de a muertito” o entre ellos, que cada vez
son más.
Políticos y gobernantes, ahí van, excepciones aparte, dizque
persiguiendo justicieramente al pasado, escandalizando, justificándose y auto promoviéndose; y, al mismo tiempo, amarrando el futuro, formando parte de las bandas políticas y entrando de lleno a la grande: a las elecciones de
2018.
Con
razón se afirma, que no hay ni habrá verdaderos servidores públicos ni para
remedio; pocos están dispuestos a atender, en serio, necesidades sociales básicas y problemas prioritarios de la población.
Notorio
que lo que más preocupa y ocupa a
políticos, dentro y fuera del gobierno, es mantenerse lejos del alcance de la
justicia y asegurar su libertad y beneficios, haciendo todo lo posible porque
inconformidad y hartazgo social no triunfen, en las próximas elecciones.
Mientras, se padece creciente inseguridad, así como estancamiento o recesión económica y crisis
de finanzas públicas malentendidas y peor atendidas; preocupa que para 2019, como parte y consecuencia de la
entrega recepción oficial, se
entregará un Veracruz con casi 5.6 millones de pobres y 1.5 millones de hambrientos..
Alienta, que aunque lentamente y obligados, a duras penas, casi a la mitad del camino, 11
meses después, quienes gobiernan el estado, empiezan a entender que tienen la obligación
de informar y transparentar permanentemente todos sus actos, no solo lo que
dicen que recuperan, sino también lo que reciben, administran y gastan; así
como lo que hacen, bien o mal, y lo que dejan de hacer y queda pendiente. Preciso
insistir, que opacidad favorece impunidad y deben ser denunciadas y combatidas.
Insistir, que el
gobierno estatal sigue sin informar con
puntualidad, lo establecido en las leyes. No hay transparencia, ni acceso a la información.
Inevitables, las preguntas se repiten, ¿de qué tamaño es el
daño recibido y cuál es ya, el acumulado? ¿A cuánto asciende el total-total de
deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos
presupuestados y desaparecidos? ¿Los resultados de la entrega recepción?
¿Cuántos despedidos y cuántos nuevos contratados van? ¿Incrementos en ingresos
presupuestales? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para
beneficiar a quienes?
INEPTOS
Y CORRUPTOS. RESPONSABLES Y EFICIENTES.
Por
concluir 212 Ayuntamientos, cientos de funcionarios salen y, para asombrarse, de muchas formas se
escucha: “no pasa nada, vamos bien y viene lo mejor”.
Obligatorio calificar al gobierno municipal. Preciso determinar, si es bueno, regular, malo o peor. Concluidos
4 largos años, deben informarse,
analizarse y evaluarse los resultados. ¿Qué
dejan y qué se llevan?
Cuál
cumplimiento y trabajo efectuado. Corroborar
lo dicho con lo hecho (bien o mal) y lo
que está pendiente. Determinar si cumplieron e hicieron cumplir la ley.
Simplemente,
comprobar resultados, para proporcionar confianza y
apoyo a responsables; o denunciar y castigar a irresponsables y delincuentes. Sobre
todo, si se padece un gobierno mediocre
o malo, que puede empeorar al cambiar.
Probado
está, que la situación no se va a
corregir sola; y más, cuando el problema crece y se complica. Excepciones aparte, esa es la historia de los
gobiernos municipales en Veracruz.
La
situación actual es más difícil y
complicada; los contextos estatal y nacional complicados y desfavorables; y, sin duda, se
deben aprovechar las pocas oportunidades,
lo que justifica una actitud positiva, preventiva y correctiva.
En
todo caso, imprescindible asegurarse siempre que el gobierno sirva, que su
desempeño sea aceptable y que
responsabilidad, eficiencia y
capacidad de respuesta, adecuada y oportuna, le caractericen.
*AcademicoIIESESUV @RafaelAriasH. Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH