Por Rafael Arias Hernández.
286 días, para el final de gobiernos y
partidos que han logrado conformar un creciente hartazgo social inocultable. El
PRIVERDE en lo nacional; y el PANRD en lo estatal. Uno y otro con sus escasos
aciertos y sus innumerables errores, incapacidades y pendientes.
Distracción y espectáculo a granel. Mientras, los hechos
hablan. El hoy y el aquí en gran medida desatendidos, manipulados, compelidos,
violentados y prevaricados. No se diga de la previsión y planeación.
En pleno circo electoral, de tsunamis
distractores, carnavales y ferias de lodo, insultos y exageraciones.
Indispensable puntualizar antes de satanizar: en principio, repetir que
responsables y culpables son los que están, no los aspirantes opositores que aspiran
llegar. ¿Qué hacer con ellos, justificarlos, disculparlos, no evaluarlos y
reciclarlos?
Importante saberlo, porque sin duda
alguna, gran parte de ese hartazgo e inconformidad social ha sido y es
capitalizado por MORENA. Hecho que, ante posible pérdida de elecciones, alarma
y preocupa a presuntos responsables, prófugos potenciales y culpables
intocables en los gobiernos.
Y hay que insistir en precisar deberes y
obligaciones de hoy, no solo pasar al derecho de elegir y la libertad de
opinar, acerca aspirantes y suspirantes, quienes una vez electos, se harán cargo.
¿De qué tamaño es el daño, por incapacidad
y falta de buenos resultados presentes? ¿Cuál es el perjuicio o deterioro
causado y acumulado, por quienes se auto promovieron como la solución, el
rescate y hasta la concreción del
cambio? ¿Qué hacer con los que llegan al
poder, para no poder, pero si aprovecharse y beneficiarse de él?
Responsabilidad ineludible de gobernantes,
y también de una oposición complaciente e incapaz. Incluso, simple resultado
del deber ciudadano y social conculcado o negado, por pasividad y conformismo. ¿Tenemos los
gobiernos que merecemos?
En todo caso, es imprescindible contar con
verdadera y puntual rendición de cuentas y evaluación social.
De los electos o nombrados es la
responsabilidad de entregar buenos resultados, no de aspirantes y suspirantes.
¿O qué nos enajenamos, distraemos y
entretenemos en el escándalo del día o el circo electoral de innumerables
pistas? ¿O de plano, minimizamos los daños y hasta olvidamos quienes son hoy,
los responsables y eventuales culpables de lo que padecemos?
El caso es que se deben identificar a electos
o nombrados, gobernantes o funcionarios, quienes juntos o separados, ya han
demostrado alcances y consecuencias de la ineficiencia y la delincuencia
gubernamental, que les caracteriza.
Así, dados innumerables hechos y
resultados, muchos ya son conocidos y calificados como ineptos y corruptos;
incluso algunos, emergen y hasta
presumen su complicidad e impunidad, con o sin fuero.
DEBILITAMIENTO Y QUIEBRA INSTITUCIONAL.
Desde siempre: presente negado, futuro cancelado.
El alcance de la Justicia y la fortaleza del Estado de Derecho,
se encuentran en la práctica cotidiana, en el comportamiento de todos y cada
uno de los que formamos parte de la sociedad. En particular de todo gobernante
y todo servidor público, comprometidos y obligados a cumplir y hacer cumplir la
ley.
Denunciar y procesar, toda conducta delictiva o comisión realizada,
premeditada o espontánea, hasta la omisión irresponsable; desde complacencia
conformista, hasta complicidad, corrupción y delincuencia gubernamental.
Sin mayores complicaciones, lo que debe tenerse siempre
presente, es que todo servidor público
deben servir a la sociedad, no servirse
de ella; y que todo ámbito de gobierno,
esta ineludiblemente obligado a atender
necesidades y reclamos
individuales y sociales; y ayudar o resolver
problemas, y no convertirse en parte, o en el problema mismo.
Urgente insistir, en la puntual y auténtica rendición de cuentas, la
evaluación objetiva y el deslinde oportuno de responsabilidades. A partir de
los resultados y reconocimiento de las
condiciones existentes, definir problemas y determinar que es un acierto y que
un error. Precisar logros y avances, así como pendientes y retrocesos. Solo
sabiendo, qué se ha convertido en fortaleza y qué en debilidad se pueden
determinar capacidades, alcances y
limitaciones.
¿De qué sirven simuladores sistemas anticorrupción, sanciones
exageradas, cuando lo primero, lo elemental
no se hace?¿Sanciones altas pero inaplicables, para fomentar la
impunidad de responsables y culpables prófugos y ausentes?
En plena agresión verbal y
guerra de elucubraciones e insultos; no extrañe que se posponga la discusión
de lo importante, así como sus correspondientes decisiones y acciones. La cortina de humo cumple su
propósito, lo importante se oculta, minimiza o pospone, para dar paso al
espectáculo y al entretenimiento.
Ya se ha dicho y
hay que repetirlo. El problema no es casual, tiene orígenes, causas y
responsables: beneficiados y perjudicados.
Así, a la inseguridad y
violencia, al empobrecimiento y marginación, al reto permanente de crecimiento
económico real, de oferta de empleo, ingreso y prestaciones dignas. A la vieja
y nueva aspiración de mejorar bienestar social y calidad de vida, se deben agregar
viejos y nuevos problemas, de todos los ámbitos de gobierno.
En efecto, la crisis no
solo abarca importantes aspectos de la administración y las finanzas públicas,
sino que también se extiende a un debilitamiento y empobrecimiento
institucional, acrecentado en muchas formas, por
discrecionalidad y autoritarismo, ineficiencia y corrupción, impunidad y delincuencia
gubernamental.
Muy preocupante, que
frente a estos colosales y nuevos desafíos impera más de lo mismo. Y eso que se
autoproclaman gobiernos del cambio.
Caro y perjudicial
insistir en negaciones de la realidad, manipulación de hechos y verdades a
medias. Todo para no enfrentar a fondo y en forma, los graves problemas.
Mediocridad e ineptitud van de la mano con delincuencia e impunidad.
Ante
la persistente opacidad y silencio, desinformación y simulación oficial,
obligado insistir: ¿De qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el
acumulado? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y
municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y
desaparecidos? ¿Y los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y
nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones,
para beneficiar a quienes? ¿Cuál es el costo de la reestructuración de la
deuda? ¿Por qué los descomunales y ofensivos super sueldos, prestaciones y
beneficios a funcionarios mediocres?
-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH