Mutatis mutandis.
Por Rafael Arias Hernández.
Si, así de simple, claro y directo.
Para abril de 2020, de un total de 126 millones de población, en
números redondos, poco más de 57
millones son considerados, dentro de la población económicamente activa y, a su
vez, 55 millones, se consideran población ocupada.(ENOE. Mayo 2020)
Para precisar los alcances del problema
de salud, habría que señalar que de esa población ocupada, solo cuentan con
acceso a instituciones de salud, casi 21 millones; y que, más de 34 millones no
tienen acceso.
Para la misma fecha, después de las considerables
pérdidas, se tienen detectados, más de 19 millones de empleos formales
registrados en el IMSS; y para Veracruz poco más de 744 mil.
Situación que se agrava y complica. Es notorio,
que aumentan desempleo y falta de prestaciones, porque no
se entiende la Economía, ni se cuenta con políticas oficiales de acuerdo a las
circunstancias.
Para dar una sencilla y resumida idea,
se puede generalizar y decir que, 2 de
cada 3, no cuentan con acceso a instituciones de salud.
Las mayorías sobreviven como pueden y si
se enferman, o lo hace uno de sus familiares dependientes, costo y daños corren
por su cuenta. ¿En dónde están las instituciones de salud gubernamentales? ¿Qué
hacen gobiernos estatales y municipales?
LA NUEVA ANORMALIDAD
En su singular trabajo, Judith Senyacen
Méndez Méndez,
asegura que de 2010-2020, “ la brecha en
el gasto per cápita entre instituciones de salud se redujo, ya que este
indicador se contrajo… como resultado de un presupuesto insuficiente
y que no está vinculado al incremento en población afiliada… el gasto público
en salud ha oscilado entre 2.5% y 2.9% del PIB, estimaciones propias y de
organismos internacionales sugieren destinar, al menos, el doble…” (ciep.mx. 151019)
La pandemia muestra, magnitud y trascendencia, de lo que puede
y debe considerarse, irresponsabilidad y conformismo “del dejar
hacer y dejar pasar”, en cuestiones
prioritarias y asuntos públicos determinantes. Tales como seguridad, servicios básicos (agua, vivienda,
movilidad), economía y finanzas publicas y, dese luego, el sector salud. Mismos
que, con frecuencia, no se entienden ni atienden, bien y a tiempo.
Casi siempre, lo que se hereda tanto
disposición, como operación gubernamentales, son insuficientes y deficientes. Sin previsión y planeación
efectivas; con funciones corrompidas y alteradas, en sus principios y
objetivos, de apoyo e impulso al desarrollo individual y social, al bienestar
social y al bien público.
La historia, en los hechos y datos, así
lo prueba. Una cosa es el discurso y las promesas electoreras; otra es la
realidad presente y los resultados del trabajo y representación pública
encomendados.
Abordar responsable y permanentemente,
el papel y alcances del sector salud gubernamental es prioritario, es vital,
porque probado y comprobado está que, cuando se mal atiende, o de plano se desatiende,
algo tan importante, los costos, daños y efectos son inevitables y acumulables.
Asunto o aspecto, que caracteriza y
define a todo gobierno; y a la sociedad que lo sostiene o padece.
Por lo pronto, debe tenerse presente, lo
que con frecuencia se simula o esconde, minimiza o ignora.
Resaltar, que el crecimiento de toda
enfermedad, o infección, así como la agresión o rechazo del medio o ambiente,
en el que el ser humano se desenvuelve, deben atenderse bien y rápido.
Que el no hacerlo, ocasiona
complicaciones y sacrificios; y también, señalar que puede favorecer intereses
personales o de grupo, públicos o privados, políticos y empresariales, al
propiciar o acarrear beneficios y ventajas,
a quienes lucran con desgracia y sufrimiento, de multitud de
padecimientos que se pueden prever, evitar y atender a tiempo
Afectación y padecimiento, tragedia y
sacrificio recurrentes que, por un lado,
causan, facilitan o permiten muchos
gobernantes y funcionarios a cargo, quienes ante su frecuente incompetencia y
hasta corrupción, se caracterizan por el uso y abuso de uno y mil pretextos para justificar sus pobres
o nulos resultados, y hasta retrocesos.
Y que por el otro, al mismo tiempo, como
siempre, lamentablemente ayudan, apoyan o sostienen desinterés, pasividad o conformismo,
característicos de ciudadanía y sociedad en general, que no asume oportuna y
plenamente, su ineludible obligación de gobernar al gobierno, de participar y
evaluar permanentemente toda actividad gubernamental, se haga o no; bien o mal,
regular o superficial.
SIGUEN PANDEMIA Y OTROS MALES.
Muchos especialistas,
sostienen que, las crisis siguen y crecen.
Entre otros, Juan
Ramón de la Fuente,
representante de México ante la ONU, “recientemente alertó que la pandemia de
la COVID-19 continúa en expansión, por lo que pidió a la población a mantener la
cautela…A
nivel global, sin lugar a dudas, la
pandemia no está controlada. Hay fundadas razones para pensar que el regreso
que se está dando en diferentes países está generando rebrotes…” (Sin Embargo.22.06.20)
Así que, lo primero que se debe exigir y
tener es diagnósticos actualizados y confiables, tanto de la presencia de este
y otros males, como de la capacidad de respuesta de la estructura
gubernamental, a sus diferentes niveles o ámbitos.
Sin duda hay que revisar mucho más
indicadores y estadísticas. Analizar situación, impacto pandémico y
perspectivas. Considerar trabajos y contribuciones al respecto, como los de la OCDE:. Salud en el siglo 21. Poner datos a trabajar para sistemas de salud más
fuertes. Publicado el 21 de noviembre de 2019
RECONOCIMIENTOS.
Como siempre, es justo valorar esfuerzos y sacrificios de enfermeras, médicos
y trabajadores del sector salud. Así como
los buenos resultados institucionales, que aunque pocos e insuficientes,
los hay.
Exigir entrega suficiente y puntual de insumos, medicamentos,
equipo y apoyos necesarios, para que realicen bien su trabajo que, como se
dice, es cuestión de vida o muerte.
Pero no solo reconocimiento, a
los que defienden la salud, también, hay que apoyarlos y exigir que se les
pague bien.
En fin, todo un reto hacer
realidad un derecho humano y ocuparse de un sector salud público, dotándolo de disposiciones
y condiciones apropiadas, para ampliar cobertura y mejorar servicio.
El problema es hoy y aquí. ¿Qué se enfrenta? ¿De qué se dispone?
¿Cuáles son las perspectivas de evolución?
-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH