Mutatis mutandis
Por Rafael Arias Hernández.
Legisladores federales y estatales, deben cumplir con transparencia, rendición de cuentas,
fiscalización y evaluación social. ¿De qué sirve hacer o reformar leyes que
ellos mismos no cumplen, ni hacen cumplir y forman parte de la simulación y la
impunidad?
Bien que
en el país, el poder legislativo fortalezca el derecho, revoque mandato, haga viable la consulta
popular y fomente la evaluación pública, porque no es obligatorio sostener y
padecer en el gobierno, a ineptos, corruptos y simuladores.
Alentador que en Veracruz, la
legislatura retome y ejerza facultades, como la de vigilar, supervisar y
evaluar la fiscalización oficial; y hasta intente poner a trabajar al inútil,
caro y encubridor, Órgano de Simulación Superior, llamado ORFIS y a las costosas
comparsas carnavalescas, de las contralorías y el sistema estatal
anticorrupción, que cobran bien y
contratan mejor, pero sirven para poco o nada.
En lo nacional larga y extensa agenda de
trabajo de diputados y senadores; y ya ni se diga en lo estatal y municipal, en
donde el no poder legislativo cada vez más caro, lento o ausente, ni cumple ni
hace cumplir las leyes que dice aprobar.
Sin duda hay mucho por hacer, porque el
cambio debe extenderse a todos los ámbitos y formas de gobierno. Ni que decir
de los miembros del poder judicial, estatales y federales; así como, los de los
gobiernos municipales, atrapados en negligencia e ineficiencia, en
opacidad y falta de rendición de cuentas y evaluación
pública.
Refugiados incluso, salvo excepciones,
en una autonomía o independencia, orientada
a simulación e impunidad. Obligado extender el cambio a los poderes legislativo
y judicial; así como a los llamados órganos autónomos que, como la universidad
pública, requieren de una seria y
verdadera transformación. Sobre todo si se sabe de los grados de afectación que
ya padecen, de mediocridad e incapacidad, de corrupción y delincuencia
institucional.
CAMBIAR, ES EL VERBO.
Debe tenerse presente, que el cambio
ordenado por los mexicanos ha empezado y sus efectos se hacen sentir,
particularmente en el poder ejecutivo federal; por lo que, también debe
exigirse que se extienda a los ámbitos estatal y municipal. Como se ha dicho,
no es fácil ni rápido; ni está exento de errores y defectos. Pero cambiar es el
imperativo presente.
A escasos 11 meses de inicio del cambio
anunciado, la realidad hace sentir su fuerza y complejidad. Trascienden nuevos
y viejos conocimientos y condiciones, intereses y problemas hacen sentir su
presencia y efectos; y, desde luego, aparecen aciertos y errores, coincidencias
y divergencias, que obligan a valorar la importancia del dialogo y el debate
públicos; del consenso y el disenso en la pluralidad y el ejercicio del derecho individual y social.
En este dinámico contexto, preciso empezar por identificar lo bueno que se hereda, así como,
el acierto en lo que se transforma, innova o modifica. Logro y avance, cuestan mucho para no valorarlos, o dejarlos perder.
Indispensable también, al mismo tiempo,
identificar lo mal hecho, lo injusto, lo pendiente o lo que significa pérdida y
retroceso.
Forzoso superar y corregir el error.
Consolidar y mejorar el acierto.
A partir de esta simple y sencilla
fórmula, se pueden, en la libertad y el derecho de todos, unificar esfuerzos para atender a las
olvidadas y marginadas mayorías, condenadas a penurias y sacrificios por
generaciones.
Inaceptable tener a un pequeño grupo de personas
más ricas del mundo, frente a más de la
mitad de la población en pobreza creciente. Casi 60 millones de pobres y los
que vienen.
Mayores son las oportunidades de logros
y avances, si se cuenta con más y mejor participación y evaluación ciudadana y
social. Y también, si los servidores
públicos verdaderamente sirven y no solo se benefician del cargo o
representación que ostentan.
Sin menospreciar o negar la complejidad
del problema que significa contar con gobiernos representativos, eficientes y
con auténticas finanzas sanas. Sin minimizar ni ocultar la complejidad de las
estructuras y funciones gubernamentales. Es preciso tener presente que para
hacer funcionar al todo, hay que ajustar y hacer eficientes a cada una de las
partes.
INSISTIR E INSISTIR.
Hay que corregir de inmediato, bien y a
tiempo, males y deficiencias gubernamentales. Urgen resultados positivos,
reales y comprobables.
No más de lo mismo. No permitir, tolerar
y estimular irresponsabilidad, ineficiencia y hasta corrupción e impunidad.
Identificar y denunciar lo que no se
hace, o hace mal. ¿Para qué más
fiscalización y hasta anticorrupción, si
al final no hay responsables ni culpables frente a notorios daños, pérdidas,
retrocesos y delitos?
En una Democracia, el
origen y destino de la representación pública es el ciudadano y la
sociedad en general. Insistir que el
gobierno no esta por encima de la sociedad; existe para servirla, no para
servirse de ella, saquearla o sacrificarla. Responsable ante la sociedad y no
al revés.
El gobierno democrático no es unipersonal o de grupo, sino institucional
y de amplia participación y evaluación social; no es discrecional, sino legal y
legítimo. Todo el tiempo debe ser eficiente
En todo caso, el gobierno es causa y
efecto de la democracia; siempre comprometido en fortalecer una sociedad participativa
e incluyente, estable y
cambiante. Gobierno moderno, eficiente y
creador de oportunidades para todos.
Ni encubrimiento ni distracción. Para
hacer lo correcto, fundamental distinguir e identificar buenos de
malos gobiernos: tanto continuar con lo hecho, como hacer lo pendiente;
tanto consolidar el acierto, como corregir el error.
En fin, en relación con otro tema
íntimamente ligado, permítaseme recordar
a Norberto Bobbio, quien en su Teoría general de la política, asegura
que, “ la función del político es resolver conflictos, que, si
no se resuelven, conducen a la sociedad a la perdición; y que, por otro lado, la del científico no solo es
aclarar los términos de un problema, sino también educar directamente a quienes
se dedican a estos estudios –e indirectamente al público en general- al igual
que dar juicios ponderados, criticar libremente, rechazar las ideas
preconcebidas, exigir conocimiento antes del debate”.
-Académico. IIESESUV Twitter @RafaelAriasH, Facebook: VeracruzHoydeRafaelAriasH