
Pepe Valencia
La emblemática
Plaza Lerdo de Xalapa hasta el tope. Se empezó a ocupar 2 o 3 horas antes de la
visita. Todos deseaban verlo y escucharlo. Sólo hubo dos oradores, Cuitláhuac
García Jiménez y Andrés Manuel López Obrador. El abrasador sol no desanimó a
miles de mujeres y hombres que se congregaron en la explanada y en las calles
de Enríquez y Lucio, incluidos el pasillo del palacio de gobierno y las
escalinatas de catedral.
En el discurso
de ayer domingo repitió lo expresado el sábado en México. Delineó lo que hará a
lo largo de los próximos 6 años. Sin decirlo explícitamente el impulsor de la
cuarta transformación de la república, aspira a ocupar un sitio en la historia
al lado de Morelos, Hidalgo, Juárez, Madero y Lázaro Cárdenas. También anunció
obras y acciones para Veracruz.
Si cumple por
lo menos la mitad de los compromisos por él enunciados, júrenlo que en
automático se convertirá en uno de los héroes nacionales más grandes de este
país.
Desde ya lo
idolatran millones de mexicanos. Escuché a una emocionada señora humilde que
viajaba hacia la colonia Revolución en un autobús del servicio urbano,
exclamar:
--López Obrador
es un gran hombre, un valiente que no quiere que lo cuiden, ojalá que Dios y la
virgencita lo protejan para que no le pase nada malo. ¡Es muy bueno!
Los pasajeros
escuchábamos atentos la conversación entre la entusiasta mujer y sus
acompañantes que también regresaban del mitin encabezado por AMLO.
El día de la
toma de posesión, una dama que seguía la ceremonia por televisión, expresó
conmovida:
--Siempre he
criticado a este hombre. Pero creo que me ha convencido de su sinceridad y sus
nobles intenciones. Empiezo a sentir admiración por él.
Antes de la
llegada de López Obrador recorrí las calles de Enríquez, Lucio y Ávila Camacho.
No vi acarreados como en otras épocas. La gente iba por su propia voluntad, a
pie o en vehículo, hasta donde podían. La esperanza se notaba en las alegres
caras de los asistentes a la magna concentración.
Encontré a
priistas y simpatizantes de partidos distintos a Morena, a personas de
diferentes estratos y no faltaron los que por curiosidad se acercaron a este
evento político-social sin precedente que constituye un histórico parteaguas en
la vida nacional.
Sólo me
inquietan dos preguntas:
--¿Podrá
cumplir las expectativas? ¿De dónde obtendrá dinero suficiente para ello?