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miércoles, 10 de diciembre de 2025

¡No tan rápido, Netflix! la batalla por Warner Bros. aún no está ganada; ¿una amenaza al cine tradicional


Por: Alejandro Bustos

Sinapsis

La industria del entretenimiento vuelve a ser escenario de una disputa que, más allá del ruido bursátil y mediático en las redes sociales, supone un riesgo profundo: la posibilidad de que una sola empresa concentre un poder desmedido sobre la producción y distribución del cine global. La puja por adquirir Warner Bros. Discovery (primero con la no tan sorpresiva jugada de Netflix ofreciendo 82.700 millones de dólares por el estudio y, ahora, con la ofensiva todavía más agresiva de Paramount contraatacando con 108.400 millones de dólares) revela una carrera que podría cambiar Hollywood para siempre. Pero no necesariamente para bien.

El intento de Netflix por absorber a Warner (que incluye los canales Discovery Channel, HBO Max, CNN, Food Network, OWN, Investigation Discovery, TLC, Magnolia Network, TNT, TBS, truTV, Travel Channel, Animal Planet, y algunos otros) encendió las alarmas de inmediato. No se trata únicamente de un movimiento comercial; hablamos de la plataforma más dominante de streaming tratando de poner bajo su paraguas a una de las casas cinematográficas más influyentes del siglo XX. Si ese escenario se concreta, el mercado quedaría peligrosamente inclinado hacia un solo jugador con capacidad de dictar tendencias, ritmos, formatos y, en gran medida, el tipo de historias que llegarían al público.

La respuesta política y gremial no tardó en aparecer: sindicatos, legisladores de todos los espectros políticos y voces del propio sector advierten que el acuerdo abriría paso a recortes masivos y a una marginalización aún mayor de las salas de cine, ya de por sí debilitadas tras la pandemia.

Precisamente, antes de este nuevo terremoto corporativo, Hollywood ya venía tambaleándose. El golpe económico de la crisis del COVID-19 dejó salas cerradas, películas archivadas y presupuestos súper recortados. Y cuando la industria apenas comenzaba a mostrar signos leves de recuperación, llegó la huelga del Sindicato de Guionistas en 2023, una paralización histórica que se prolongó por más de cuatro meses y frenó prácticamente todas las producciones del momento. Esa combinación dejó al sector exhausto y vulnerable, justo el terreno ideal para que las grandes corporaciones de streaming pudieran pescar en río revuelto.

La llegada de Paramount con una oferta superior —y además hostil— reconfiguró el tablero, pero no eliminó el problema de fondo. Vamos por partes. Conviene explicar brevemente qué significa una “compra hostil”: según nos enseña la exitosa serie de tv Succession, precisamente de HBO, es un mecanismo empresarial mediante el cual una compañía intenta adquirir otra sin contar con la aprobación de su consejo directivo. En lugar de seguir el proceso tradicional, la empresa interesada se acerca directamente con los accionistas para comprar la mayoría de las acciones y tomar el control total. Es una estrategia poco común en el sector del entretenimiento porque suele generar tensiones internas, litigios y resistencia dentro del estudio que se busca adquirir, pero bastante más habitual en el ambicioso mundo corporativo.

Aunque Paramount asegura que su objetivo es «preservar la esencia cinematográfica de Warner y garantizar un flujo constante de estrenos teatrales», también es evidente que busca ganar terreno en un mercado hipercompetitivo donde sobrevivir exige absorber catálogos masivos.

En este punto vale la pena detenerse y plantear el debate desde una perspectiva económica más amplia. Quienes simpatizan con la visión económica-libertaria (una que celebra la mínima intervención del Estado en la dinámica empresarial) coinciden en algo fundamental: el gobierno no debe entrometerse en las decisiones del mercado, excepto cuando existe un riesgo claro de monopolio que afecte la competencia.

Para el mundo cinéfilo, el ambiente es de inquietud e incertidumbre. La homogeneización del contenido, el desplazamiento de proyectos arriesgados y la creciente dependencia de algoritmos son amenazas reales. Cuando figuras como Christopher Nolan, Martin Scorsese o Guillermo del Toro expresan preocupación por que se pierda el “alma” del cine, no lo hacen desde la nostalgia, sino desde la constatación de que el margen para la creatividad se reduce dentro de modelos corporativos obsesionados con la eficiencia y el consumo desmedido.

Como ya dijimos, Hollywood tiene sus propios problemas: estudios endeudados, falta de creatividad para historias originales e interesantes, plataformas descontroladas que aumentan sus precios cada 6 meses, audiencias dispersas y accionistas exigiendo resultados inmediatos. Pero en medio del caos, la pregunta central permanece: ¿debe permitirse que una sola empresa concentre tanto poder sobre la imaginación colectiva?

No es descabellado plantear que una posible respuesta pase por un principio económico básico: sin competencia, la innovación se estanca y la creatividad se diluye. Y si algo ha definido históricamente a Warner, -el estudio detrás de personajes como Bugs Bunny, Batman, Superman, Harry Potter, Gandalf, y películas emblemáticas como Casablanca, El Señor de los Anillos, la saga de Harry Potter, The Matrix, Joker, Mad Max: Fury Road, y clásicos de la animación como los Looney Tunes y Hanna-Barbera- es justamente apostar por el riesgo, su visión y la creatividad.

Hoy, ese legado se encuentra atrapado en una disputa corporativa que podría convertir al estudio en un engrane más dentro de una máquina descomunal de contenido. Incluso hay quienes piensan que la opción de Netflix entierra a mediano plazo las salas de cine debido a su modelo de negocio de películas en casa, así como hay quienes aseguran que Paramount es la mejor opción para, por lo menos, seguir manteniendo con respirador artificial al séptimo arte.

Ojalá el desenlace no termine con el exterminio de lo que durante décadas ha hecho grande al cine, pero, lo que parece muy improbable es que volvamos a ver obras de arte como Taxi Driver, Annie Hall, Pulp Fiction o Magnolia bajo un modelo de consumismo extremo donde las tendencias las escoge un algoritmo.

Fuente: https://enestahoramx.com/batalla-por-warner-bros-discovery-netflix-enfrenta-oferta-hostil-de-paramount-en-medio-de-polemica-por-megafusion-toda-la-informacion-actualizada-aqui/

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