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lunes, 1 de diciembre de 2025

Chin... ahí viene el que dijo que no regresaría

 


Desde el Café 

Bernardo Gutiérrez Parra 

La foto tiene el dulce encanto de la cursilería, pero es cien por ciento periodística y si tantito me apuras lector, hasta histórica. El personaje central aparece sentado en una amplia mecedora de madera; bien peinado, vestido con una pulcra guayabera blanca, pantalón azul marino y zapatos negros. En su mano derecha sostiene una taza de café y mira hacia su izquierda con sus ojos orientales y unas ojeras de crudo. 


En un segundo término y picoteando cerca de él, aparece una gallina de plumaje café y sin plumas en el pescuezo, que nomás por el hecho de salir en la foto alcanzó la inmortalidad. Cuando dentro de trescientos o quinientos años alguien se asome a esa gráfica, ahí estará la gallina picotea que picotea. 


A la derecha del personaje que no es otro que Andrés Manuel López Obrador, hay una mesa de centro sobre la que descansa una tacita cafetera y tres volúmenes de su libro “Grandeza,” su última joya literaria. Lectura más obligatoria que obligada por la burocracia nacional, previo correspondiente y “gustoso” desembolso.


Y como telón de fondo la puerta principal de su quinta La Chingada, “regalo de mis padres” (dice en el video como lo repitió en incontables ocasiones en sus mañaneras), pero que según el periodista Raymundo Riva Palacio, fue regalo de su “hermano” Adán Augusto. 


La foto fue tomada de un video de 49 minutos con 22 segundos que apenas se subió a las redes alborotó el avispero al volverse viral y donde el tabasqueño habla (ya ves que casi no le gusta) de sus logros, su libro y de Claudia Sheinbaum. Pero lleva implícito el mensaje: “Estoy de regreso”. 


Sobre sus logros cacareó por enésima ocasión su único logro real: haber sacado de la pobreza a 13 millones 400 mil mexicanos. Lo que no dijo es que estos mexicanos están en una tablita, porque cuando se acaben los apoyos sociales volverán a ser miserables ya que el 84% de ellos carece de otro ingreso. 


A su libro, motivo y pretexto para salir de su enclaustramiento, apenas le dedicó unos minutos. Y aunque no lo dijo con esas palabras, dio a entender que Grandeza viene a ser la Biblia de la nueva historia mexicana contada por él. “Porque la historia tal como la conocemos desde hace siglos es falsa. (Mi libro) es para echar abajo la historia que inventaron los conquistadores, los invasores y que se ha mantenido durante las épocas del dominio de las oligarquías”. 


Y aguas porque para el siguiente año saldrá una continuación de Grandeza que se llamará Gloria, donde Andrés Manuel en su fase de historiador, cuenta su verdad sobre las culturas indígenas del sureste mexicano. 


Ora pues.


Aunque aseguró que decidió retirarse de la política y no actuar como cacique, caudillo, jefe máximo o poder tras el trono (uy no, ni lo permita Dios, qué barbaridad), dijo que tampoco publicitará su libro en plazas públicas o librerías: “para no hacerle sombra a nuestra presidenta que ha hecho un trabajo extraordinario”.


Pero nada más falso. 


Regresa para apuntalar a su sucesora que, a pesar de que sigue contando con una envidiable popularidad del 70 por ciento, vive el momento más complicado de su mandato con el asesinato de Carlos Manzo. También regresa para meter en cintura a los morenistas de todo el país que sin su pastor andan sueltos; demasiado sueltos.


Aseguró que solo saldrá de su retiro en defensa de la presidenta: “Si la acosan o si hay un golpe de Estado y para defender la democracia”. Pero el señor nos quiere ver la cara de sus bueyes. 


A Claudia no sólo la acosan sino que la acusan de que (a pesar de sus esfuerzos) la violencia continúa; un golpe de Estado sólo lo daría el Ejército que lo que sea de cada quién, es leal a la institución presidencial por muy torpe o abusivo que sea el presidente en turno. Y por último ¿qué democracia va a defender cuando él y nadie más que él hizo pedazos los contrapesos que apuntalaban nuestra democracia? 


Lo cierto es que ya regresó y lo veremos cotidianamente entre nosotros. Regresa a un país que dejó sin medicinas, con una infraestructura de salud deshecha, con una deuda que sólo en el último año de su gobierno aumentó en 7 billones de pesos, con tres obras faraónicas que dejó a medio terminar y siguen en las mismas. Regresa a un país que dejó como el más violento de la historia con 199 mil 619 asesinatos. 


Regresa a un México que dejó como el tercer país más criminal del planeta y el más vinculado a mercados ilícitos y sigue estando en el mismo lugar, sólo debajo de Myanmar (antes Birmania) y Colombia. Esto de acuerdo con la iniciativa Global contra la Delincuencias Organizada Trasnacional con sede en Ginebra, Suiza. 


¿A qué regresa? 


A seguir hundiendo a la nación con cuento de la transformación y con el camino libre de una oposición que ya no existe. 


A qué más. 


bernagup28@gmail.com