Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
“Ahora sí hermanito, a robar como Dios manda”, me dijo hace años un sujeto al que fui a felicitar el día que tomó posesión como alcalde de su pueblo. Esto sucedió cuando aún no nacía el ORFIS y el PRI seguía siendo amo y señor del país. Pero a semanas de terminar su mandato le cayeron unos auditores que constataron un faltante de varios millones de pesos y órale, pa’ dentro.
Casos como este los aprovechaba el PRI para mostrar al populacho que así como premiaba a sus buenos militantes, castigaba a los malos “porque en nuestro partido no se tolera la impunidad”.
¿Fue el único que robó? No, fue uno de un puñado que no llegaron a diez, porque contra lo que pudiera suponerse, sujetos cínicos y ladrones como mi cuate eran casos aislados en los años 80 del siglo anterior.
Incluso hubo uno que antes de terminar su mandato puso a disposición de la ciudadanía los libros de cuentas de la Tesorería. “Recibimos tanto de la Federación y tanto del gobierno estatal. Con eso se construyeron tantas obras cuya inversión fue de tanto. Se pagó tanto a los bancos y tanto a proveedores. Quedó tanto en la caja de la Tesorería por concepto del pago predial y tan tan”.
Que había ladrones, vaya que sí. Siempre los ha habido, pero hasta para robar había cierto pudor.
En tiempos de los ladrones del PRI, de los corruptos del PRI y de los bandidos del PRI, era impensable que más de la mitad de los alcaldes de una entidad federativa fueran desviadores de recursos públicos y como consecuencia ladrones.
Hoy es la constante.
En marzo de este año la auditora general del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), Delia González Cobos, dio a conocer que 195 de los 212 municipios que tiene Veracruz tuvieron observaciones en sus cuentas públicas, contra 17 que no las tuvieron.
Y en junio denunció que el 40% de los municipios aún no habían solventado las observaciones de sus cuentas públicas a pocos meses de concluir las administraciones. Y en pleno diciembre, cuando están a días de entregar el poder municipal, las cuentas nomás no cuadran.
“Hay al menos una tercera parte de alcaldes que tienen observaciones en sus cuentas públicas desde que comenzaron su administración en 2022” me dijo un funcionario del ORFIS.
El funcionario agregó que Veracruz es uno de los estados cuyos alcaldes son de los que más observaciones tienen del organismo fiscalizador. Y calculó que para el 2026, cuando se dé a conocer la cuenta pública del 2025, la totalidad de los 212 municipios tendrá observaciones del ORFIS.
Como bien debes saberlo lector, una “observación” del ORFIS es una manera eufemística de señalar los desvíos de recursos o robos de los presidentes municipales. Que por otra parte andan de lo más tranquilos.
Y es que desde que la 4T llegó al poder han sucedido dos cosas en casi todos los municipios del país: ha aumentado escandalosamente el número de alcaldes ladrones, y no se ha sabido de alguno que esté preso por esa causa; ni siquiera alcaldes de la oposición.
Con ese antecedente, puedes apostar a que seguirá la misma danza. Y casi la totalidad de los 212 munícipes y alcaldesas de todas las fuerzas políticas que tomarán posesión el próximo 31 de diciembre, llegarán a asaltar, a desviar recursos públicos o a robárselos, ahora sí literalmente, “como Dios manda”.
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