Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Para cuando estés leyendo esta columna lector, el
gobernador Cuitláhuac García ya habrá enviado al Congreso local el mazacote de
hojas pomposamente llamado Primer Informe de Gobierno. Y será interesante saber
la de fantasías que contiene el documento.
Nunca que se sepa, un mandatario estatal había llegado
al primer año de su administración con un nivel tan bajo de aceptación. Eso lo
dejaban para el último año de su mandato, pero con Cuitláhuac se están
invirtiendo los papeles.
Uno de sus amigos me dijo que Cuitláhuac está
comenzando lento “como arrancan las grandes locomotoras, pero espérate a que se
encarrile y nadie lo va a parar”.
El asunto es que mientras se encarrila, Veracruz está
atascado y desprotegido.
¿Qué dirá el documento sobre la salud de los
veracruzanos cuando se han registrado más de ocho mil casos de dengue y hay al
menos 20 muertos confirmados a causa de la enfermedad? O sobre el turismo cuando
la actividad se fue a pique debido a la casi nula promoción del estado.
¿Qué dirá sobre la educación cuando decenas de
escuelas carecen de maestros y a otros no les pagan, mientras el titular de la
SEV Zenyazen Escobar, firma un millonario contrato de exclusividad para que
sólo la Pepsi venda sus productos en las tiendas escolares?
¿Qué dirá sobre
inversión, obra pública y crecimiento cuando hay un estancamiento en las dos
primeras y no hubo crecimiento sino decrecimiento económico?
Y de los apoyos al campo y a los grupos vulnerables
mejor ni hablar.
En lo personal, tengo curiosidad morbosa por saber lo
que dice el Informe sobre la presunta e hipotética seguridad (que ya se siente,
según algunos de sus seguidores) en la entidad.
Cuitláhuac está gobernando un estado donde se han
multiplicado los asesinatos violentos, los feminicidios, los secuestros y los
robos. Un estado donde la violencia tiene permiso y donde la impunidad sigue
impune ante la displicencia y opacidad de las autoridades.
Cuando sucedieron las masacres en el sur dijo que no
quedarían impunes. Pero tras 78 días del ataque al bar el Caballo Blanco de
Coatzacoalcos, es la hora en que no se ha detenido a ningún presunto
responsable de los 30 muertos y 11 heridos que dejó esa agresión. Lo mismo
sucede con los autores del asesinato en una palapa de Minatitlán donde murieron
14 personas.
Cada una de esas muertes, más los mil doscientos crímenes
ocurridos en estos once meses, más los secuestros, más los feminicidios, más
las violaciones principalmente en la zona conurbana Veracruz-Boca del Río y más
el asesinato del diputado Juan Carlos Molina, son su responsabilidad como
gobernador, lo mismo que de su jefe de policía y de su secretario de Gobierno.
¿Qué dirá de eso en su informe o en el mensaje que
dará a la raza jarocha este sábado?
Cuitláhuac García llega a su primer año de gobierno con
bajas calificaciones, muchos señalamientos y pésimos resultados en todos los
renglones de su administración. Es un preliminarista de seis rounds que ha sido
vapuleado en el primero y quienes de esto saben auguran que máximo llegará al
segundo episodio antes de caer noqueado.
Este jueves, al salir del homenaje que los
legisladores rindieron a Juan Carlos Molina en el Congreso local, el dirigente
estatal del PRI Marlon Ramírez, dijo que en Veracruz hay una exigencia de
seguridad, y que lo que deben hacer los gobiernos federal y estatal es dejar ya
de buscar culpables porque asesinatos como el del legislador son su
responsabilidad.
Tras manifestar su indignación por el crimen, anunció
que este lunes 18 su partido dará su posicionamiento respecto al primer año de
gobierno de Cuitláhuac García, pero adelantó que el gabinete de seguridad está
reprobado porque es claramente incompetente.
Pienso que el líder del tricolor se quedó corto porque
también están reprobados los titulares de las secretarías de Gobierno, Salud,
Turismo, Educación, Obras Públicas, la Contraloría y hasta el propio gobernador
por eso, por ser claramente incompetentes.