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Lo que parecía hace apenas algunas semanas un problema de salud y
económico lejano para algunos, está desgraciadamente en casa. Lo sabíamos
entonces, lo confirmamos ahora.
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No realizar medidas inmediatas y
conjuntas no es opción.
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Muchos sectores de la población hemos manifestado nuestra
procupación y hemos llamado a la acción encabezada por el Gobierno.
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Gobiernos del mundo han puesto en marcha acciones concretas,
muchas de ellas extremas, para frenar la propagación del Covid-19.
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México no puede ser la excepción. Tenemos que actuar de inmediato
con medidas integrales que contribuyan a prevenir, contener y solucionar.
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Matizar los probables efectos no evitará la preocupación de las
personas. No generemos situaciones de pánico, pero tampoco esperemos a que se
desborde la crisis.
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Necesitamos sumarnos todos los mexicanos, bajo la conducción,
capacidad del sistema de salud y recursos del Gobierno de la República. Sólo
así podremos asegurar la tranquilidad
(bienestar) social y económica.
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Los industriales de México estamos haciendo nuestra parte. Hemos
manifestado abiertamente nuestro apoyo y compromiso para que exista abasto y
suministro de alimentos y bienes de primera necesidad para todo el país.

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Estamos estableciendo protocolos para mantener, en lo posible, la
normalidad de la actividad económica que permita en consecuencia, condiciones
de normalidad social.
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Hoy hacemos un llamado al Gobierno de la República
y de los Estados a establecer de inmediato un Acuerdo Nacional de Emergencia
Económica y Social.
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Un gran Acuerdo que
coordine de manera integral, acciones y otorgue condiciones favorables para
mantener activa la planta productiva, las cadenas de valor que aseguren el
abasto, y establezca estímulos adicionales, especialmente enfocados a las pequeñas y medianas empresas, que
representan el sustento de millones de familias.
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Tenemos que tomar medidas
contracíclicas que dén fortaleza a la economía, evite que se frene la
industria mexicana y se afecte, aún más, a la población.
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La prioridad tiene que ser la salud y bienestar de la población. Y
para lograrlo, necesitamos una economía viva.
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Sumemos esfuerzos para mantener nuestra capacidad productiva y
economica, y sobretodo nuestra capacidad para combatir esta emergencia
sanitaria que pone en riesgo a todas y todos los mexicanos.