Por Rafael Arias Hernández.
Termina una época. Más allá de las
estadísticas y las diferencias, entre
unas y otras instituciones, es oportuno recapitular y dialogar, sobre el hecho de que, durante años y décadas,
para muchas Universidades públicas se dispusieron condiciones y expectativas que favorecieron su
creación y crecimiento, con la repetida
esperanza de hacer realidad, sus múltiples objetivos de docencia,
investigación, difusión y, en general, de apoyo y vinculación, al desarrollo económico, social, político y
cultural.
En particular, se beneficiaron bajo el
compromiso, de apoyar la ampliación sostenida y
creciente, de la oferta educativa y hacer realidad el
acceso a la educación superior a millones de reales y potenciales aspirantes. Y
desde luego, de fortalecer el Estado de Bienestar, que también exige atención y
apoyo.
Hoy, lo que tenía que pasar, está
sucediendo. Excepciones aparte. Más allá de los discursos universitarios auto exaltadores
y de los mensajes oficiales distractores, enajenadores y simuladores, la realidad real se hace
presente. La Universidad pública, esencia de la educación superior en México ha
sido y es, debilitada y bloqueada.
A reserva de insistir y ampliar en el amplio
tema, es importante tener presente y no olvidar, que en cuestiones de
organización y representación oficial, imposible olvidar o minimizar, razón de ser y esencia. Esto es, saber de
dónde se proviene, qué le sostiene y cuáles son, los alcances y consecuencias del desempeño. La
soberanía popular, pone y dispone.
Todo organismo gubernamental, desde el
Estado y sus estructuras, poderes y formas de gobierno, y órganos autónomos,
todos sin excepción proceden de la decisión y voluntad ciudadana y colectiva, a
la que representan y sirven, a las que tiene y deben informar y rendir cuentas.
Para Estado y Universidad pública, individuo y sociedad, son origen y destino.
LO ALCANZADO Y HEREDADO.
En la actualidad, además de los temas
centrales universitarios de siempre, imprescindible atender de inmediato y
simultáneamente tanto la política
administrativa, como la financiera; así como el combate a la corrupción, y a la impunidad.
Imposible cerrar los ojos, ante el
desastre ocasionado en numerosos casos, por los últimos gobiernos estatales y
federal; y las rectorías o autoridades universitarias a cargo.
Injusto no señalar limitaciones y sacrificios, daños y pérdidas,
rezagos y pendientes acumulados, a cientos y miles de trabajadores
universitarios, que en diversas formas y crecientemente, se han visto afectados,
por la recurrente suspensión de pagos, hecho que ha sido subsanado o resuelto
temporal y parcialmente, gracias a la intervención drástica de la representación
sindical, que de innumerables formas ha denunciado y exigido, tanto inmediata
atención, como imprescindible previsión de estos problemas.
Destaca, la reconocida intervención de organizaciones sindicales
nacionales, como CONTU, que ha sido determinante en la solución a paros y conflictos de más de 10
Universidades, afectadas y paralizadas temporal y recurrentemente, en los
últimos años.
Irresponsable y cómplice, ocultar,
encubrir y justificar saqueo, daño
patrimonial, fallas administrativas y hasta delictivas, hechas costumbre o
práctica, que favorecen mediocridad,
parasitosis e ineficiencias, en buena parte de las administraciones
universitarias, cuyo uso y abuso de atribuciones y recursos, para beneficio
personal o de grupo, ha multiplicado casos y ejemplos, como la estafa maestra;
las becas, bonos y estímulos obtenidos en conflicto de interés; la obtención y
devolución de fondos; y otros más.
“La Universidad,-dice Gonzalo Aguirre
Beltrán-, al igual que el resto de las
instituciones cambia y evoluciona con la sociedad de la que forma parte y, a la
par que ésta, experimenta las inconveniencias y alteraciones que implica la
brusca y acelerada transformación de lo tradicionalmente establecido”
En fin, no hay duda que termina una
época, que deja a la Universidad en crisis. Lo cual obliga a discutir y hacer
públicos estos y otros temas, inherentes
a su situación y perspectivas.
¿Están siendo señalados y denunciados
ineficientes y delincuentes en las entregas recepción? Y lo que es importante,
¿estos y otros temas, están siendo considerados en diagnósticos y estrategias
de respuesta y acción gubernamental, universitaria y de participación social?
ANTE
EL INMINENTE CAMBIO…
¿INVOLUCRARSE O AISLARSE?
La idea central, la propuesta es
integrar una agenda de diálogo y debate, sobre Estado de Bienestar y
Universidad pública, para informar y llamar la atención, para que se tome conciencia de la existencia
de esa problemática que involucra diversos tipos de derechos humanos.
Por lo pronto, entre otros aspectos, se
propone: 1.- Modificar y actualizar, papel y
responsabilidades de los gobiernos estatales y federal; 2.- Ajustar y cambiar dirección y administración, participación y
evaluación internas de muchas
universidades, caracterizadas por su conformismo, mediocridad, y hasta por su
corrupción evidente, incluyendo exageraciones presupuestales, concesiones y privatización
de aspectos de su funcionamiento propio; 4.- Garantizar ejercicio y respeto a libertades y derechos de expresión,
asociación y sindicales; y 5.- Impulsar
y fortalecer, más y mejor transparencia
y rendición de cuentas, así como
participación y evaluación ciudadana y social.
Urgente, que se atienda y enfrente en
forma integral, respetando e incorporando aportaciones y derechos del
sindicalismo.
Preocupa que de no hacerlo, como
siempre, resultan afectados y perjudicados cientos y miles de trabajadores
universitarios; y, cientos de miles o hasta
millones de estudiantes.
Por lo pronto, es conveniente considerar
reflexiones como la siguiente:
“El desfase entre las habilidades que los
estudiantes adquieren en la educación superior y las habilidades que demanda el
mercado laboral es un obstáculo importante para la inclusión, la innovación y
el crecimiento económico en México. Este es el mensaje principal del informe de
la OCDE “La Educación Superior en México: Resultados y Relevancia
para el Mercado Laboral” (10/01/2019)
”Una mayor
coordinación así como una mejor información sobre la oferta y los resultados de
la educación superior permitirán orientar mejor a los estudiantes en sus
decisiones y contribuirá a garantizar una educación superior relevante y de
alta calidad en todos los estados del país.”
Frente a la situación
heredada, el nuevo gobierno federal trabaja en la integración de una propuesta,
destinada a convertirse en política y programa gubernamental, que merece, toda la atención. Pero esto es
tema de otro comentario.
-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH