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Helio Flores y Patricio Ortiz compartieron en la Plaza Lerdo su visión sobre el
movimiento estudiantil
Xalapa,
Ver.- La represión durante los años sesenta y específicamente en 1968 no fue sólo
contra los estudiantes. Los medios de comunicación estaban entregados al Gobierno
y el gremio de los caricaturistas fue uno de los más vulnerables por la función
crítica de la profesión: si alguien se atrevía a desafiar o evidenciar los
errores institucionales era perseguido.
Tal
fue el caso de Eduardo Humberto del Río García, Rius, secuestrado y torturado con una simulación de fusilamiento,
luego de que una caricatura suya molestara al entonces presidente de México,
Gustavo Díaz Ordaz. Ésta y otras anécdotas compartieron los moneros Helio Flores, Helioflores, y Patricio Ortiz González, Patricio, durante la charla que sostuvieron
en la plaza Lerdo, como parte de las actividades conmemorativas del movimiento
estudiantil de 1968.
Helio
Flores, xalapeño, colaboró con Rius
en la revista La Garrapata, el azote de
los bueyes, cuyo primer número se publicó en septiembre de 1968; Patricio, en cambio, participa todavía en
El Chamuco y los hijos del Averno,
otro impreso fundado por Del Río García, quien falleció en agosto del año
pasado.
De
acuerdo con Helio Flores, en los años sesenta la prensa estaba comprada y a
disposición del Gobierno. Cuando ocurrieron el movimiento estudiantil y la
represión de octubre, los periódicos publicaban información tendenciosa para
manipular la opinión pública, alabar a las autoridades y crear una imagen de
los estudiantes como alborotadores socialistas.
Por
ello decidieron fundar La Garrapata –continuó–,
un medio en el que no debían rendir cuentas a nadie y publicó su visión de
realidad: “Era un escape para los caricaturistas frente al sistema represor, al
escenario complicado si decidían ejercer la crítica social”.
“Los
compañeros conservaban pocos trabajos sobre el movimiento estudiantil, porque
no se publicaron. Pero en 1971 el Instituto Politécnico Nacional (IPN) nos
invitó a montar una exposición con las caricaturas censuradas. Un día después
de la inauguración, porros y miembros del grupo paramilitar Halcones destruyeron la exposición y golpearon
a estudiantes, así que todo el material se perdió”, dijo.
Ese
mismo 10 de junio, Jueves de Corpus,
se produjo en la Ciudad de México el llamado Halconazo, en el que asesinaron a cientos de personas. Luis
Echeverría Álvarez era ya presidente de la República.
Así
que las caricaturas hechas durante el movimiento estudiantil de 1968 fueron
poco conocidas. Los grabados, dibujos, pegotes y carteles que sobrevivieron
fueron creados por estudiantes y circularon de manera clandestina. Algunos son
simbólicos, como la paloma de la paz herida con una bayoneta, o el de un rostro
juvenil con rasgos indígenas que muestra una cadena y un candado alrededor de
la boca, en demanda de libertad de expresión.
Particio
Ortiz reconoció que el trabajo de los moneros
de esa época es la base de todo lo que vino a continuación: “Lo que hacemos ahora
se sustenta en la labor que ellos emprendieron hace 50 años”.
Asistieron
el presidente municipal Hipólito Rodríguez Herrero; la presidenta del Sistema
Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Rosío Córdova Plaza,
y el director de Seguridad Ciudadana y Tránsito Municipal, Julio César Sánchez
Amaya.