Por Miguel Ángel Cristiani
En política no existen las coincidencias. En esta ocasión
los señalados son los integrantes de la familia Guízar Valladares.
Hace algunos días, un ciudadano originario del municipio de
Coatzacoalcos de nombre Ricardo Ordóñez se encadenó a un poste en la plaza
Sebastián Lerdo de Tejada en Xalapa, pues acusaba que ninguna autoridad atendía
su caso, además de que ya llevaba, supuestamente, 38 días en huelga de hambre.
El ciudadano denunció que había sido defraudado en la compra
venta de unos terrenos en un predio conocido como Los Almendros en el municipio
de Coatzacoalcos.
En ese sentido, acusó que ni el Gobierno del Estado de Veracruz
ni la Fiscalía General del Estado habían atendido su caso, aunque también
resultaron afectadas muchas más personas en el fraude de la compra venta de
terrenos.
Pero, además Ricardo Ordoñez, señaló a varios jueces y
fiscales de obstruir la justicia en el seguimiento de su caso.
En la lista de nombres, también señaló al ex diputado local
Gonzalo Guízar Valladares como presunto responsable de ejercer presión política
e incluso amenazas en su contra.
Éste ex diputado federal y local, no emitió ningún
posicionamiento en torno al caso. Se quedó callado, al margen, sin hacer
mención en sus redes sociales ni ante los medios que sí publicaron
repetidamente notas que contenían los señalamientos del manifestante Ordoñez.
Este columnista se comunicó con el ex legislador veracruzano
para cuestionarlo sobre el tema y la respuesta fue clara: Gonzalo Guízar
Valladares, no conoce al sujeto que lo señala y se deslinda de cualquier
persona que utilice su nombre.
Incluso Guízar va más allá, al puntualizar que no tiene nada
que ver en el terreno, lotificación, venta o compra de Los Almendros. Su nombre
no se encuentra en los expedientes, porque simple y sencillamente no es ni
parte actora ni parte afectada en el juicio.
En la charla telefónica, terminantemente me negó haber
influido de manera alguna en el caso, ya que es sabido que desde hace varios
años no cuenta con cargo público o representación política alguna. Y lo de las
amenzas, me dijo categórico, "ni siquiera conozco a esa persona".
Esa platica me dio otra perspectiva del tema, que debe
resolverse en las vías correctas y, sin implicar a personas que no tienen nada
que ver. Eso, es lo deseable.
Pero a la historia que le platico, se ha sumado un nuevo
capítulo, un capítulo en donde un medio de Tlaxcala distorsiona aún más este
caso, con la clara intención de pegarle políticamente al hijo de Gonzalo Guízar
Valladares, de nombre Gonzalo Guízar Vázquez.
En esa publicación hacen señalamientos contra el ex
diputado, que no pueden comprobar. Y, que dejan expuesta una burda estrategia
de golpeteo contra el joven Gonzalo Guízar Vázquez, a quien tampoco pueden
señalar de inconsistencia alguna.
Hoy, queda claro que en Veracruz surgió un tema en el que no
tiene nada que ver Gonzalo Guízar Valladares y que lo trasladaron a Tlaxcala
con la evidente malsana intensión de perjudicar a Gonzalo Guízar Vázquez.
Pretenden manchar prestigios sin pruebas. Hasta
aquí lo dejamos.