Las noticias de Veracruz en Internet



jueves, 10 de julio de 2025

¿Alguien sabe si en efecto a México se le respeta?

 Desde el Café 

Bernardo Gutiérrez Parra 

Cuando el subcomandante Marcos visitó la Ciudad de México en 2001, lo hizo acompañado de un grupo de sujetos italianos a los que los indígenas chiapanecos apodaron “Los Monos Blancos” por el color de su vestimenta. “¿Y lo de monos por qué?”, pregunté a una indígena totzil. “Porque son unos pinches monos”, fue su contestación.  


Arrogantes, prepotentes y odiositos, los Monos Blancos eran los encargados de hacer un círculo alrededor del sub tomados de las manos a fin de que nadie se le acercara. Y así lo acompañaron hasta el Zócalo, el corazón de la ciudad. 


Cuando Marcos visitó la UNAM, los Monos Blancos se tiraron en cualquier parte a descansar. Fue en ese momento que un reportero gráfico, prieto como la negrura de la noche y fuerte como un toro al que le decíamos “El Merengue”, se puso a accionar su cámara. Esto no le gustó a uno de los italianos que trató de arrebatársela al momento que le decía: “Hey indio, largo de aquí”. 


Futa… 


Al Merengue le salió el chichimeca que llevaba dentro porque lo agarró de la camisa, lo zarandeó hasta rompérsela, lo aventó contra el suelo como si fuera un hilacho y luego lo levantó para gritarle: “A mi ningún italiano baboso va a venir a correrme de mi casa, porque esto que ves aquí pedazo de pendejo es México y México es mi casa”. 


El altercado debió llegar a oídos del sub porque pasaron dos cosas: los Monos Blancos le bajaron un mundo al volumen de su radio y no volvimos a ver a aquel sujeto. 


El fin de semana, un agente de tránsito que vigilaba el tráfico en la calle Alfonso Reyes de la colonia Condesa en la CDMX, vio que el dueño de un auto estacionado en un cajón con parquímetro olvidó ponerle monedas al aparatejo, por lo que procedió a ponerle un inmovilizador al vehículo.


Para desagracia del agente, en ese momento se le apareció Ximena Pichel, la dueña, una argentina identificada en las redes como Lady Racista y lo llenó de soeces improperios. Primero lo tiró hacia atrás para evitar que pusiera el inmovilizador y luego le dijo. “No me estés insultando pinche negro”, cuando el agente no le había dicho nada.


El video muestra al agente contestándole de manera tranquila: “Hasta racista eres” lo que encendió a la mujer que le escupió: “A huevo, odio a los negros como tú, los odio por nacos. A mí no me hablas así, pinche indio”. Y agregó de corrido: “Este es un resentido social porque ve que traigo un Mercedes, porque no tienes un pinche mugroso peso, pendejo. No entiendes por las buenas. ¿Quieres que te rompa tu madre?”


Alegórica la señora.


Hay quienes le han reclamado al agente porque no metió ni las manos, pero hizo bien. Sabiendo como debe saber que en este país primero están los delincuentes y luego las autoridades, lo que hizo con su silencio fue defender el sustento de su familia. 


No es la primera vez ni será la última (al menos en lo que dura la 4T en el poder), que un delincuente o cualquier hijo de vecino insulta a un policía, lo golpea o incluso lo mata y no pasa nada. Pero que no se le ocurra al policía darle un toletazo a su agresor porque uta… se le viene el mundo encima. 


El caso llegó a la mañanera donde la doctora Sheinbaum lo calificó de hecho deplorable. “Eso no puede existir en nuestro país y hay que señalarlo siempre… Ni xenofobia, ni racismo, ni clasismo, cero discriminación en nuestro país”. 


¿Eso es todo, señora presidenta?


Aproximadamente un año después del altercado en la UNAM nos enteramos que ese mismo día, la embajada de Italia en nuestro país llamó al Mono Blanco para decirle que tenía 24 horas para abandonar México y el tipo se tuvo que ir. 


El 24 de febrero y al conmemorar el Día de la Bandera, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo: “Con la llegada de la Cuarta Transformación se reivindicó al país ante los ojos del mundo por lo que ahora a México se le respeta… Nosotros no traicionamos ni a nuestro pueblo, ni a nuestra patria, ni a nuestra bandera”. 


El destino le está brindando la oportunidad de ordenar que se expulse del país a Lady Racista por dos razones: porque no es la primera vez que insulta a un mexicano y porque de otra manera estará traicionando al agente de tránsito que también es pueblo y estaba cumpliendo con su deber. 


Solo entonces sabremos que en efecto a México se le respeta. Y sujetos y sujetas indeseables como Ximena Pichel, la pensarán dos veces antes de arremeter groseramente contra un ciudadano de la nación que generosamente los ha recibido. 


bernagup28@gmail.com