Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Como todos los organismos políticos en este país, Vía
Veracruzana nació con el único fin de medrar del presupuesto. Más priistas que
el mismo PRI, los miembros de VV han vivido al amparo del gobernador en turno gozando
de puestos, canonjías, concesiones y dinero.
Y no vayas a creer lector que Vía Veracruzana es una
fuerza política poderosa. No hombre, qué va. Es un grupúsculo de leguleyos acomodaticios
y vividores del erario. Pero eso sí, bien maiceados por el PRI a quien le
agradecían los favores votando por sus candidatos.
Los presidentes de VV han sido entre otros Ángel Díaz
Pedroza, Amadeo Flores Villalba y en la actualidad lo es Mario Tejeda, pero quien
desde siempre ha manejado los hilos del organismo es Amadeo Flores Espinosa.
Amadeo comenzó su carrera en el servicio público en
1973 como Agente del Ministerio Público; luego fue Sub jefe de Averiguaciones
Previas y más adelante Magistrado Presidente del Tribunal Fiscal del Estado, además
de titular de la Dirección General de Seguridad Pública.
Desde entonces, el PRI lo tuvo entre sus consentidos
porque lo hizo diputado local dos veces; Secretario de Gobierno con Agustín
Acosta Lagunes; diputado federal; Procurador de Justicia con Javier Duarte y Director
General de Desarrollo Agrario en la Sedatu.
Fue presidente de la Fundación Colosio en Veracruz; delegado
del PRI en todos los distritos locales y delegado del partido en el estado de
Guerrero.
Y por si eso fuera poco, fue Secretario General del
PRI y líder estatal del partido en dos ocasiones.
Nada mal para este político nativo de Cotaxtla, de 71
años de edad que ha vivido del erario por más de 40 años y siempre en cargos de
relevancia.
Pero su dilatada hoja de servicios tiene una mácula. Fue
en su segundo periodo como mandamás del tricolor que el partido perdió su
hegemonía de más de 80 años en la entidad. Es decir, Amadeo pasará a la
historia y será recordado (si alguien se acuerda de él en el futuro), como el
hombre que siendo líder del PRI, perdió la gubernatura de Veracruz.
Como Procurador que fue de Javier Duarte, Flores
Espinosa tiene cuentas pendientes por presuntas desapariciones forzadas. Y
quizá en un intento por evitarse dolores de cabeza, congraciarse con el
gobernador en turno o ver qué puede pescar en este río revuelto, ha decidido
pasarse al bando de enfrente con la media docena de adeptos que tiene su
organización.
Este sábado y en un remedo de “Asamblea Estatal”, Vía
Veracruzana anunció su adhesión a la campaña del joven panista Miguel Ángel
Yunes Márquez. Esta adhesión fue
disfrazada de bienvenida al candidato del PAN como nuevo miembro de VV, honor
que el joven aceptó de muy buena gana.
Y es que en una elección tan cerrada como la que se
espera en la entidad, media docena de votos son media docena de votos.
Entre quienes estuvieron en la “Asamblea” destacó la
presencia del actual presidente de VV, Mario Tejeda, además de Amadeo Flores
Villalva, Rafael Córdoba, Ricardo Olivares Pineda, Fernando Vázquez Maldonado,
América Landeros, Carlos Campos y por supuesto la de Amadeo Flores Espinosa,
que con este acto traicionó al partido que lo hizo gente.
Sonriente y complaciente, Yunes Márquez se tomó la
foto y prometió casi todo al singular grupo de cartuchos quemados que lo que
ignoran, es que el candidato les dará una patada en el trasero si llega a la
gubernatura.
Y es que Miguel Ángel junior sabe bien que a los
traidores hay que tenerlos cerca, apapacharlos, sacarles todo el jugo posible y
una vez logrado el objetivo, mandarlos al carajo.
Bien está haciendo el panista en darles coba. Pero que
nadie se diga sorprendido si el día de mañana los desprecia y tira al
olvido.
El problema para Vía Veracruzana y sobre todo para
Amadeo Flores Espinosa, será si gana el PRI.
Como hombre que ha sido del sistema, sabe que el
partido lo da todo. Pero cuando se trata de limpiar una afrenta, el PRI no se
anda con miramientos y castiga sin piedad a los traidores.