Puebla, 7 de diciembre.- Puebla de los Ángeles, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, un
auténtico museo de la esencia misma de México. Aquí vistieron las mujeres por
primera vez el traje de la china poblana, hoy símbolo nacional. Aquí vivió
Catalina de San Juan. Aquí se cocinaron el mole poblano, los chiles en nogada y
los dulces, que son estandarte de la gastronomía mexicana. Y aquí se libró la
batalla del 5 de mayo de 1862.
Al amparo de tres volcanes, entre la mítica Tenochtitlán
-hoy Ciudad de México- y Veracruz, esta ciudad novohispana floreció durante
siglos. De su riqueza hablan las hermosas fachadas recubiertas de Talavera, sus
templos, sus conventos, su archivo o su magnífica Biblioteca Palafoxiana. Hoy
Puebla continúa siendo un centro cultural de referencia en México.
El Zócalo, presidido por la imponente Catedral, ha sido
siempre el corazón de esta tranquila ciudad. Y los cafés y restaurantes bajo
los portales, el lugar de reunión. Desde aquí el visitante pasea y descubre
casas con muñecos y alfeñiques, extraordinarios trabajos de Talavera, capillas
barrocas cubiertas de oro, un bohemio Barrio de los Artistas, una calle llena
de Dulces y las cocinas más inspiradas de México. Porque Puebla se camina, se
admira y se saborea.