La senadora con licencia y secretaria de Energía, Rocío Nahle García, vuela rumbo a la candidatura gubernamental. Si mantiene el apoyo presidencial, si logra con éxito la construcción de la refinería de Dos Bocas y no enfrenta nuevos e imponderables obstáculos, no la para nadie en 2024.
Aseguraría, eso sí, la candidatura, no la victoria. No es del
estado ni la conocen por estos rumbos y se considera inaceptable la condonación
por parte de la CFE de miles de millones de pesos a Tabasco mientras a Veracruz
le cobra altas tarifas por consumo de energía eléctrica.
La secretaria de Energía ha declarado que a Veracruz no se le
descontará ni un solo peso. ¿Y si el también senador con licencia, presidente municipal electo de Xalapa y
potencial precandidato a gobernador, Ricardo Ahued, retoma la bandera para rebajar
las tarifas de la CFE y le siguen otros grupos y líderes sociales como el Potro?
La acelerada aspirante de la 4-T se encaminaría derechito a inminente
nocaut, con el estigma de nacida para perder.
Hace apenas unas semanas el presidente Andrés Manuel López
Obrador la encartó como presidenciable junto a prominentes morenistas. Obvio,
no es su favorita para sucederlo y sí para gobernadora.
Si en la traída y llevada consulta de revocación de mandato los
veracruzanos votan por enviar a su casa a Cuitláhuac García, el Congreso del Estado,
con mayoría morenista, designaría a Rocío Nahle como mandataria interina para
concluir el sexenio. Perder para ganar.
Porque mientras a nivel nacional las encuestas ubican a López
Obrador como probable vencedor en la consulta para continuar en la presidencia,
acá en Veracruz el escenario es distinto
y quizá Cuitláhuac estaría condenado a estrepitosa derrota.
En la elección de gobernador de 2024 no figurará el nombre de
AMLO en las boletas como en 2018 y será un presidente en el ocaso de su régimen,
sin la fuerza de seis años atrás.
Tal vez inyectarían muchos millones de pesos a la eventual campaña
de Rocío y la respaldaría todo el poder presidencial para tratar de alcanzar el
triunfo en las urnas y ni así la encumbrarían, porque los adversarios del
obradorismo se unirán para desbarrancarla.
Las facturas en política son caras y tarde o temprano se
pagan. López Obrador ha pavimentado de
rencores y venganzas el camino hacia la cúspide.
Rocío Nahle podría sustituir por menos de 3 años a Cuitláhuac…
o nunca gobernar Veracruz.