Mensaje del senador
Dante Delgado durante su primer informe a la ciudadanía de Veracruz como
Senador de la República. World Trade Center, Veracruz. 09 de diciembre de 2019.
México votó por un
cambio… y a más de un año del inicio de este nuevo gobierno, es tiempo de que
el presidente, gobernadores, alcaldes, diputados y senadores, todos,
demostremos qué hemos hecho para que ese cambio suceda.
Es nuestra
obligación rendir cuentas a los ciudadanos porque el cambio por el que votó
México no se va a lograr solo con declaraciones, la guerra no se va a acabar
con declaraciones, la corrupción no se va a acabar con declaraciones, la
injusticia, la impunidad, la pobreza, no se acaban con declaraciones.
Un verdadero cambio
tiene que transformar la vida de mexicanas y mexicanos, se tiene que sentir, se
tiene que vivir. No basta con decretarlo ni con declararlo. Para cambiar a
México se tienen que tomar las decisiones correctas y llevarlas a cabo con
responsabilidad.
Al iniciar el primer
periodo de sesiones, le dijimos al presidente que, si estaba dispuesto a
cumplirle a México, contaría con el apoyo de Movimiento Ciudadano… y hemos
cumplido.
Desde el Senado
hemos apoyado al presidente en todas las decisiones que consideró necesarias
para construir el andamiaje del gobierno con el que prometió cambiar el país…
ahora le toca a él asumir con responsabilidad el resultado de sus decisiones.
Le dimos nuestro
apoyo porque, si en el pasado no fui mezquino con expresidentes con los que no
coincidía en nada, a quienes señalé por sus prácticas totalitarias, por su
falta de honestidad o por su mediocridad, no lo seré con un presidente con el que
coincido en el diagnóstico del país… aunque no en todas las decisiones que está
tomando ni en la forma en que las está implementando.
Si no saboteé ni fui
un conspirador de expresidentes con los que discrepaba profundamente, tampoco
lo seré con el presidente López Obrador… pero, que quede claro, eso no
significa que permita la repetición de las injusticias y excesos de gobiernos
pasados. Cuando el presidente se ha equivocado, cuando ha faltado a su palabra,
me ha tenido en frente y de frente… eso no va a cambiar jamás.
En el tema de
seguridad le dimos al presidente nuestro voto de confianza para que diseñara e
implementara la estrategia que consideró adecuada para recuperar la paz:
La reforma
constitucional en materia de seguridad y sus leyes secundarias, la Guardia Nacional,
la Estrategia Nacional de Seguridad Pública y aprobamos todos los nombramientos
que propuso al Senado para los cargos de procuración e impartición de justicia.
Debo señalar que la
oposición de la sociedad civil y de Movimiento Ciudadano fueron clave para que
en la Constitución se aprobara la Guardia Nacional civil, como recomendaban
expertos y organismos internacionales, gracias muchas gracias a ellas, sin
embargo, en los hechos, el presidente decidió mantener al Ejército al frente de
su estrategia de seguridad y ponerlo al mando de la Guardia.
El resultado de esta
decisión es que la inseguridad, la violencia y la guerra… siguen. No hay
declaración alguna, por más que la repita, que pueda ocultar los miles de
asesinatos y desapariciones forzadas que siguen ocurriendo todos los días en
nuestro país.
Y aunque tiene razón
el presidente al declarar que la guerra la iniciaron otros, a más de un año de
gobierno debe reconocer que su estrategia no ha dado los resultados que
prometió y que está lejos de resolver el problema de violencia en el país.
Es cierto: Felipe
Calderón llevó al Ejército a una batalla que no debía dar, pero ahora, este
gobierno, está permitiendo que México, nuestra patria, pierda la batalla, y no
lo debemos de permitir.
La retórica no va a
vencer a la inseguridad, la transformación no se va a lograr a punta de
declaraciones, la mafia del poder ya no tiene poder… hoy, el poder y la
responsabilidad de cambiar las cosas las tiene el presidente.
Es tiempo de hablar
menos y hacer más.
En síntesis, la
seguridad no se declara, la seguridad se garantiza.
El país exige una
estrategia que realmente termine con la guerra y nos ayude a iniciar una era de
paz que todos deseamos.
Aquí quiero hacer
una acotación, a propósito de las declaraciones que, en tono amenazante, hizo
el General Carlos Gaytán Ochoa sobre el presidente y su gobierno: General,
usted es parte de una las instituciones con mayor confianza y reconocimiento
por parte de la población, una institución clave para la estabilidad y
seguridad del Estado, por lo tanto, no tiene derecho a sentirse ni «ofendido»
ni «agraviado».
No puede hablar de
«ausencia de valor» del gobierno federal, ni le corresponde juzgar si hay una
ideología «dominante» o «mayoritaria», lo que hay es un gobierno elegido legal
y democráticamente, un gobierno al que usted y todas las fuerzas armadas están
obligadas a la disciplina y deben su lealtad.
No aplaudiré a un
militar que le falta el respeto al comandante supremo de las fuerzas armadas,
pero tampoco a un presidente que ha decidido dar continuidad a una estrategia
fallida de seguridad.
En el grupo
parlamentario de Movimiento Ciudadano apoyamos la nueva reforma educativa como
un acto de responsabilidad y de congruencia, porque siempre estuvimos en contra
de la reforma aprobada por el gobierno anterior.
Nosotros votamos en
contra de la reforma del Pacto por México porque fue una imposición, porque no
se escuchó ni dialogó con los padres de familia, ni con académicos ni
autoridades municipales ni estatales.
Votamos en contra
porque esa reforma culpaba a los maestros de todos los males del sistema
educativo, porque de forma tramposa y, supuestamente en nombre de los niños, la
convirtieron en un instrumento de represión contra los maestros.
Pero también nos
opusimos a la propuesta inicial del gobierno federal porque, supuestamente en
nombre de los maestros, traicionaba a los niños y a su futuro. Por eso, los
legisladores de Movimiento Ciudadano modificamos la iniciativa y garantizamos
que se mantuviera la evaluación a los docentes, pero sin ser punitiva y
garantizando que el principal enfoque sean la equidad y la inclusión.
Habría sido un acto
de soberbia e irresponsabilidad no aprobar esta nueva reforma, porque mantener
la anterior habría sido una traición a los niños y los maestros.
Pero hay algo que
debemos tener claro: la educación no es sólo un asunto de reformas, el próximo
año será el de menor inversión en la historia para las escuelas normales, y
también están siendo afectadas las universidades públicas y todos los programas
de investigación, ciencia y tecnología. Esto nos demuestra que, al igual que el
gobierno anterior, éste nuevo régimen tiene mal ordenadas sus prioridades.
La revocación de
mandato es una causa que Movimiento Ciudadano ha enarbolado desde hace muchos
años. Está en la ley del estado de Jalisco y se aplica en los municipios que
hemos gobernado. La esencia de esta figura es simple: si el pueblo pone, el
pueblo quita.
Esa es la razón por
la que nos opusimos a la iniciativa del presidente, que pretendía convertir un
ejercicio de participación ciudadana, en una campaña electoral que culminara el
día de las elecciones.
No podíamos permitir
un ejercicio a modo de esa naturaleza, y nos enfocamos en construir una reforma
que reivindicara la participación ciudadana y la esencia de la revocación.
Al final, logramos
que se aprobara la revocación, pero sólo a petición de los ciudadanos, una vez
transcurrida la primera mitad de gobierno y en fecha no electoral; incluimos
medidas que garantizan la estabilidad política en caso de que proceda una revocación
de mandato y el respeto a la autonomía de los estados.
Queremos que a
México le vaya bien, y eso implica necesariamente una estrategia que permita
atemperar la pobreza que sufren millones de mexicanos, mediante la aplicación
de programas sensibles y consistentes;
al mismo tiempo que se impulse la
generación de riqueza.
Una estrategia de
esta naturaleza pasa por una política social efectiva, humana y razonable. Que
debe darse en un entorno de crecimiento económico, de confianza en las
decisiones del gobierno, de respeto a los derechos de los trabajadores y de
certidumbre a la iniciativa privada.
Si queremos que
exista crecimiento económico, debe haber confianza y apoyo para los
emprendedores, empresarios e inversionistas.
Me es grato
informarles que el pasado viernes, Movimiento Ciudadano junto con las y los
Senadores que integramos el bloque de contención en el Senado, presentamos ante
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, una Acción de Inconstitucionalidad
para revertir los excesos que la mayoría legislativa aprobó en la reforma en
materia de defraudación fiscal.
En Movimiento
Ciudadano respaldamos el combate a la defraudación fiscal y al uso de facturas
falsas, sin embargo la legislación
aprobada abre la puerta a actos arbitrarios y discrecionales desde el poder,
porque vulnera la libertad, la seguridad jurídica y los derechos de
emprendedores y empresarios, al tipificar prisión preventiva oficiosa a delitos
que no la ameritan.
No podemos permitir
que se imponga cárcel a quienes de buena fe generan empleo, inversión y desarrollo
regional.
Queremos que México
crezca y no vamos a esperar a que fracase la economía del país para empezar a
componerla, queremos que a México le vaya bien desde ahora.
El Congreso de la
Unión no siempre ha estado a la altura del cambio que necesita el país, la
mayoría ha decidido ponerse, de manera incondicional, al servicio del
presidente; han recurrido a las mismas prácticas del viejo régimen, han usado
su mayoría para imponer los mandatos del presidente, para imponer nombramientos
de gente que no está capacitada, para aprobar leyes que violentan los derechos
humanos, para hacer uso político del presupuesto.
Yo no estoy al
servicio del presidente, estoy al servicio de México. Y si eso significa
hacerle frente a un gobierno que prefiere imponerse en lugar de dialogar y
construir consensos, no tengo temor, voy a seguir haciéndolo hasta las últimas
consecuencias, porque estoy convencido de que someter el poder a la visión de
un solo hombre, es un acto de deslealtad a la nación.
Entiendo que
legislar es ser contrapeso para frenar los abusos del poder.
Legislar no es
convertirse en la ventanilla de trámites del presidente.
Legislar no es
imponerse sobre las minorías.
Legislar no es
torcer la ley para ganar votaciones.
Legislar es saber
escuchar y construir con todas y todos.
Por eso nos hemos
enfrentado a todas las propuestas e iniciativas presidenciales que amenazan al
Estado Mexicano, que es lo más valioso que tenemos.
Nos hemos opuesto a
los intentos del presidente por controlar, debilitar o pretender capturar a los
órganos autónomos.
Nos hemos opuesto a
reformas como prisión preventiva y todas aquellas que, además de violentar los
derechos humanos, se convierten en un mecanismo de persecución, de coerción y
de represión en contra de quienes piensan distinto al gobierno. Por eso fue
enfática nuestra defensa al no aprobar la reforma al artículo 19 porque sin
saberlo se les dieron amplias facultades discrecionales.
Nos hemos opuesto a
los intentos para intimidar y coaccionar al Poder Judicial, porque el
sometimiento de los poderes es un acto indigno que genera corrupción, porque subordinar
a la justicia es pervertirla.
No debemos
tolerárselo al Ejecutivo y no debemos permitírselo a quienes están operando,
desde dentro, el desmantelamiento de la Suprema Corte de Justicia para ponerla
al servicio de la Presidencia.
Aquí ratifico lo
dicho a los ministros de la Suprema Corte hace unas semanas: Si el Poder
Judicial quiere defenderse y defender su autonomía, cuentan conmigo y con
Movimiento Ciudadano.
México votó por un
cambio, NO podemos permitir que este nuevo régimen haga uso de las prácticas
del pasado. A los excesos y abusos de poder se les debe poner freno de
inmediato.
Por eso no vamos a
aplaudirle a un presidente que les falta el respeto a las enfermeras, a los
médicos, a los académicos, a los investigadores, a los productores del campo, a
los policías, a los activistas y a todo aquel que piense diferente a él. No
vamos a aplaudir a un presidente que, con sus declaraciones, insulta y pone en
riesgo la integridad de los periodistas.
Debe quedar claro
que la libertad de expresión no es logro de ningún gobernante, se la han ganado
los periodistas a sangre y letra, con sus vidas. No vamos a permitir que ni el
presidente… ni nadie… criminalice, descalifique o ignore a las víctimas de la
violencia de la que, a un año de gobierno, ya es corresponsable.
El presidente debe
comprender que existe una gran diferencia entre ser parte de la solución y ser
parte del problema. Ser parte de la solución significa pensar en todos y
trabajar en unidad.
Es entender que la
política es una lucha de inteligencias, no de vanidades; y que gobernar es un ejercicio
de responsabilidad, no de caprichos.
Lo razonable es que
comprenda que ya ganó una elección, que ya tiene la presidencia y que está a
cargo del gobierno, ahora debe construir consensos y dejar de lado la
confrontación.
Es indispensable
asuma con responsabilidad que hoy es presidente de todas las mayorías, de todas
las minorías, de todos los mexicanos.
Espero que el
presidente recapacite, porque nada me gustaría más que poder reconocer en él,
liderazgo y altura de miras, y no abusos de poder al estilo del viejo régimen.
No lo vamos a permitir.
Si somos conscientes
de nuestro presente… hay una realidad que no podemos ignorar más: a las
mujeres, las están asesinando por ser mujeres. México es el primer lugar en
feminicidios en América Latina. Esto significa que 9 mujeres son asesinadas
todos los días en este país, ¿cómo fue que llegamos a esto? ¿cómo es que lo
seguimos tolerando?
Necesitamos hacer
una reforma integral en la ley, en nuestra educación y en nuestras conciencias.
El sistema de procuración e impartición de justicia debe transformarse y
garantizar la integridad física y moral de las mujeres que denuncien cualquier
tipo de violencia.
Las conductas y
acciones que son violencia de género deben considerarse un delito. Establecer
mecanismos de denuncia que no pongan en riesgo a las denunciantes, que no
lastimen su dignidad, y que garanticen justicia.
El sistema
educativo, en todos los niveles, está obligado a evolucionar e incluir clases
obligatorias sobre equidad de género y derechos de las mujeres. Que nuestras
hijas, hijos, que nuestras nietas y nietos, aprendan y entiendan, desde
pequeños, que la violencia de género no es normal y que no se debe tolerar.
La violencia de
género es un fenómeno que se debe combatir desde muchos frentes y eso es lo que
hemos intentado hacer en Movimiento Ciudadano:
Votamos en favor de
la paridad, para que todas las mujeres tengan garantizada su representación
política en todos los espacios del ámbito publico.
Un ejemplo es el
poder legislativo en el que, por primera vez en la historia, ambas cámaras son
presididas por mujeres.
Los senadores
ciudadanos también impulsamos una iniciativa para lograr la igualdad salarial
entre hombres y mujeres. Y no hay porque argumentar la razón del por qué lo
hicimos, es un derecho y es hacer justicia. Punto.
Votamos para que de
una vez por todas, las más de 2 millones
300 mil trabajadoras del hogar tengan un salario y jornadas laborales
dignos, y para que tengan las prestaciones
de ley que les corresponde.
El compromiso de
Movimiento Ciudadano es seguir dando la batalla con las mujeres, porque estamos
convencidos, de que si ellas están bien, a México le irá bien.
Durante todo mi paso
por la vida política, he apostado por la sangre nueva, por la juventud, por las
nuevas ideas. Esa es otra diferencia fundamental que tengo con el presidente y
con el nuevo régimen que está construyendo alrededor de él: …
… a mí no me da
miedo reconocer errores, no considero que rectificar sea algo vergonzoso, no me
niego a aceptar que el mundo, las ideas, la ciencia y la tecnología avanzan y a
su paso acaban con creencias y esquemas que terminan volviéndose obsoletos.
Estoy convencido de
que no se puede reconstruir al país con las ideas del pasado. Los problemas no
se resuelven dando más poder a los mismos de siempre ni repitiendo las
decisiones que los provocaron. ¿En serio alguien aquí cree que es un error
apostarle a las energías alternativas no contaminantes? Yo no.
Creo en la necesidad
de resolver los problemas del presente, pero pensando en el futuro. Por eso he
dicho, y ratifico mi postura, de que concentrar la política energética del país
en construcción de refinerías y la compra de carbón, es uno de los graves
errores que está cometiendo el gobierno federal.
También lo es que
los tres grandes proyectos de infraestructura de este gobierno implican la
destrucción de importantes áreas naturales, ¿en qué están pensando? Están
comprometiendo la vida y el futuro de las siguientes generaciones.
México tiene todo
para ser una potencia mundial en la lucha contra el cambio climático y a favor
del medio ambiente. En términos de mi generación, sería una infamia no
asumirnos como causantes del problema y una irresponsabilidad no comenzar a
sentar las bases para solucionarlo. ¿Qué clase de personas somos si no
entendemos que estamos causando nuestra extinción?
Mi generación le
falló a México, en esto y en muchas cosas más. Así que mi compromiso es
luchar, para que ni los intereses
económicos, ni las ideas obsoletas, ni los caprichosl ni los excesos de nadie
estén por encima de las próximas generaciones, para que les dejemos un mundo en
el que puedan vivir con dignidad.
Nuestra
responsabilidad como legisladores es pensar en todas y todos. Por eso, no
debemos postergar más la discusión ni la toma de medidas necesarias para
garantizar derechos y libertades.
Hacer lo correcto no
es un tema de «conveniencia electoral», hacer valer en la ley los derechos de
todos no debe depender de si son medidas populares o no, ni de si son medidas
que dan o quitan votos, ni pueden esperar
a la «siguiente elección».
Por eso, no me
tiembla la mano para dejar clara la postura de Movimiento Ciudadano en temas
que para algunos son controversiales, pero que para nosotros son de urgente
discusión y solución.
Les pido, por favor,
que levanten la mano quienes estén de acuerdo en que una niña muera o vaya a la
cárcel por realizarse un aborto clandestino. Yo no, porque no es ético, no es
piadoso, ni religioso, ni moral. Porque negarles a las mujeres el derecho a
decidir sobre su propio cuerpo, no es estar «a favor de la vida», es apoyar el
aborto clandestino, es poner su vida y su libertad en riesgo.
Sobre el matrimonio
igualitario no hay más que discutir, la Suprema Corte de Justicia lo declaró un
derecho y es responsabilidad de todas las legislaturas consignarlo en la ley y
de los gobiernos hacerlo valer.
La legalización de
la marihuana es un tema que ha sido suficientemente discutido y que tiene que
avanzar ya. No lo digo yo, lo dice la ONU, la Comisión Global de Políticas de
Drogas, México Unido Contra la Delincuencia y cientos de instituciones,
organizaciones, expertos y activistas.
Basta de que, en
nuestro país, una política fallida, se pague con miedo, con violencia y miles y
miles de mexicanos encarcelados y asesinados; mientras que en Estados Unidos la
legalización ya es un hecho y una industria millonaria.
El primer día de
esta legislatura le hicimos un
ofrecimiento al presidente y a la mayoría de Morena y hoy lo ratifico:
Aquí están nuestros
votos para hacer de México un país de derechos y libertades.
Aquí están nuestros
votos para proteger el derecho a decidir de todas las mujeres, para que decidir
sea un derecho y no un delito.
Aquí están nuestros
votos para que todos y todas tengan el derecho de elegir a quién amar.
Aquí están nuestros
votos para que en el tema de la legalización de la marihuana pasemos de la
discusión a los hechos.
Estoy profundamente
agradecido de estar hoy aquí, frente a todos ustedes, en Veracruz, mi hogar, mi
tierra. Y tiene un valor especial estar precisamente en este lugar, que hoy es
uno de los emblemas del estado, a pesar de que por haberlo construido me metieran
a la cárcel. No me arrepiento, no tengo remordimientos, es más, hoy hasta estoy
pagando renta por este espacio.
Veracruz
históricamente ha sido grande, los veracruzanos sabemos lo que es la grandeza,
hemos sido ejemplo de arrojo y valentía; hemos defendido al país de invasiones
extranjeras y de dictadores…
…hemos sido parte
fundamental en la independencia, la revolución, en la guerra de reforma y en
todos los momentos definitorios para la construcción de nuestra patria; le
hemos dado al país presidentes como Sebastián Lerdo de Tejada, federalista
insigne que restableció el Senado de la República, del que hoy honrosamente
formamos parte.
Somos cuna de
músicos, escritores, poetas, académicos, científicos, profesionistas y
deportistas que han enorgullecido a México.
Los veracruzanos
conocemos la grandeza, aunque en los últimos años hayan pasado muchas cosas malas,
y hayamos padecido a muchos malos gobernantes.
Veracruz es grande
no por los gobiernos ni los partidos, sino a pesar de ellos. Porque la grandeza
la construyeron los ciudadanos con su trabajo, con su talento, con valor y
sacrificios. Nadie que no sea la naturaleza, nos ha regalado nada, todo nos lo
hemos ganado a pulso.
La historia de
Veracruz es una historia de grandeza, pero la corrupción, ineptitud y
mezquindad de quienes han gobernado en los últimos años tiene a nuestro estado
de rodillas, sumido en la inseguridad y la injusticia. Esa es la tragedia de
Veracruz.
Porque conocemos la
grandeza es que hoy sabemos que las cosas están mal. Sabemos que los últimos
gobiernos nos fallaron y nos decepcionaron.
Pero si ellos
trajeron la violencia a nuestra tierra, nosotros vamos a recuperar la paz; si
ellos trajeron la corrupción, nosotros vamos a enseñarles a trabajar con
honestidad; si ellos deshonraron nuestra historia, nosotros vamos a recuperar
la grandeza.
La historia de
Veracruz es de grandeza, por eso estoy seguro que vamos recuperar nuestro
legado.
Vamos a recuperar
nuestra historia.
Vamos a recuperar
nuestro heroísmo.
Vamos a recuperar
nuestras calles.
Vamos a recuperar el
bienestar.
Vamos a recuperar la
paz.
Vamos a recuperar
nuestro lugar en la historia.
Vamos a recuperar la
grandeza.
Vamos a recuperar
Veracruz.
Muchas gracias.