No aprobar lo que no se sabe, ni rechazar lo que se desconoce. Información y evaluación permanentes.
Desde
siempre, para sobrevivir y prosperar, es determinante contar no solo con la
información pertinente, actualizada y confiable, sino también, con la
disposición y conocimiento para entender su uso y alcances, al aplicar y poner
en la practica lo que se sabe.
EL
DEBER HACER.
Y
aquí estamos, una vez más, frente al ineludible reto. ¿Somos o nos hacemos
respecto al uso y abuso de gobernantes, funcionarios y empleados, de todos los
ámbitos y niveles que, se supone, antes que todo deben ser honestos y capaces,
para rendir siempre, buenos resultados?
Qué
hacer para que toda representación pública y encargo gubernamental, se
conviertan en parte de solución y no del problema. ¿Hasta cuándo esperar y
exigir buenos resultados a los responsables? ¿Por qué permitir simulación,
corrupción y hasta delincuencia en los gobiernos?
Así, seguimos aferrados a la esperanza y confiados a la buena suerte,
de que todo saldrá bien. Alentados por la posibilidad de entender y
atender, la realidad presente y su futuro inmediato, aunque sea poca o nula, la
presencia y participación ciudadana y social, porque quienes gobiernan, en su
mayoría, hacen y deshacen a su antojo, sin seguimiento y control, sin
evaluación y previsión; así, salvo excepciones, la historia se repite en muchas
formas, porque quienes gobiernan, no cumplen ni ofrecen buenos resultados.
Y lo grave, que hasta esos contados logros y avances se desaprovechan o
pierden, porque no se consolidan, aseguran y fortalecen. Es costumbre
conformarse y no hacer nada, dejar hacer, dejar perder y dejar pasar.
De ahí que se entienda que una de las principales preocupaciones e
inquietudes, tiene que ver con conocer esta realidad, para mejorarla y
adecuarla.
Empezando por exigir el cumplimiento puntual, suficiente y confiable de la
obligación de informar que tienen todos los servidores públicos, de todos los
ámbitos y niveles. Gobernar es informar, para evaluar y ser evaluados
permanentemente.
Imprescindible hacerlo, con amplia y verdadera participación y evaluación
ciudadana y social, para entender y atender necesidades, problemas, retos,
proyectos y previsiones.
La Historia no se cansa de repetir y enseñar. Se comete el error y lo demás
son consecuencias.
Atrapados en la pasividad, desinterés y poca o nula acción colectiva y
social, permanecen y crecen limitaciones y sacrificios; sin cambios verdaderos
y ajustes sustentables, lo presente se convierte en una realidad con pocas y
cada vez más reducidas oportunidades; con inaceptables y crecientes condiciones
de pobreza, marginación, restricciones y abnegaciones; con ofensivas e
inhumanas situaciones de violencia y delincuencia activas e impunes; con
inestabilidad y frecuentes trastornos; y, en general, con una cuestionada y
debilitada administración y procuración de justicia.
Es derecho ciudadano y social contar con responsables y capaces, al frente
de toda representación pública o cargo oficial. Nadie esta obligado a padecer y
mantener irresponsables e ineptos, mediocres y corruptos.
BUEN GOBIERNO
Gobernar
sin saber. Mandar sin conocer. Conducir sin rumbo y destino, hace que se llegue
a donde sea; o que algo o todo se pierda o accidente, dañe o destruya. En
particular, libertades y derechos; recursos públicos y atribuciones
institucionales.
Toda
responsabilidad asumida tiene resultados. La evaluación facilita identificarlos y aprovecharlos, al separar
buenos de malos, positivos de negativos.
Por
lo pronto se sabe y comprueba que hay: Crecimiento insuficiente. Recuperación
lenta. Inflación presente. Finanzas oficiales debilitadas y cada vez más limitadas.
Deuda pública en aumento. Baja o nula inversión gubernamental. Gasto oficial
exiguo y decreciente.
Es
hora de entender y atender lo que nos limita, sacrifica y afecta. Nuestros
problemas como sociedad, no se resuelven solos, ni vendrán otros a resolverlos.
Preciso
reconocer y enfrentar su existencia, o aumentan limitaciones y sacrificios para
muchos más; incluso, sin duda, se afecta y afectará, a los que no han nacido, a
las futuras generaciones.
LA
VERDADERA DEMOCRACIA
Por
costumbre, en la actualidad, de muchas formas, la Democracia, ha pasado a ser
concebida, conocida y practicada, solo como la acción de votar y elegir, de
plazo en plazo, a representantes y servidores públicos.
Quienes
aceptan, pasar a ser responsables, en los hechos, en los resultados.
La
democracia ha dejado de ser, solo la costumbre de ir a votar, de elegir y ser
elegido. Ignorando, minimizando y hasta aceptando, la conocida y padecida
consecuencia del error cometido, de equivocarse al elegir a incapaces,
parásitos, vividores, saqueadores, corruptos o comprobados delincuentes.
La
democracia no es solo entregar confianza y dejar el futuro a la suerte, a lo
que pueda hacer y deshacer el gobernante.
La
cuestión no es solo elegir y ya. Ni tiene que limitarse y condicionarse a la
regla de identificar o someter todo y a todos, a la trampa del 50% más uno.
No
es solo votar, corriendo el riesgo de equivocarse, al quedar en manos de la
voluntad y capacidad del elegido o nombrado. Ni de resignarse a padecer, pagar
y asumir las consecuencias, soportando y ajustándose a esperar, hasta que se
venza el plazo y se pueda, otra vez, convocar a una nueva elección, para
terminando una vez más, solo entregando el voto.
La
cuestión es, ¿Cómo asegurar y prever que, cometido y comprobado el error, se
reaccione, lo más pronto posible y de forma tal, que se puedan evitar más daños,
pérdidas y sacrificios?
Obligado
despedir, denunciar y, en su caso sancionar, a irresponsables, ineptos y
delincuentes en el gobierno.
Y
desde luego, identificar y apoyar, a los buenos eficientes y capaces.
No
más pérdidas cuantiosas, acompañadas de innumerables daños, crecientes
limitaciones e inmolaciones en aumento.
Millones
de desprotegidos, cientos de miles de sacrificados, y más mucho más afectados.
Desigualdad
creciente. Inmensa pobreza existente y en expansión, sin freno, con apoyo e
impulso de efectos y condiciones nuevas, que incluyen conocidas y nuevas
insuficiencias, incapacidades y limitaciones gubernamentales.
Tiempos
de empezar por identificar daño y retroceso: de reconocer logro y avance, para
fortalecer lo bueno y lo mejor.
Información
y evaluación; o seguiremos de mal en peor.
-Academico.IIESESUV
@RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH