En todo Veracruz, se empezarán a realizar los cambios de gobierno, en el ámbito municipal. Al proceso general se le denomina de “entrega recepción”, que no necesariamente es el último y de conclusión, de la administración que termina, porque en muchos casos quedan pendientes y aspectos que concluir y justificar, convirtiéndose en “entrega decepción”.
En el cíclico proceso de renovación de los gobiernos, de una u
otra forma, es costumbre que concluyen, entregan y se van. Aunque, desde hace
tiempo, en demasiados casos, hay un creciente clamor social que pide o exige
que regresen…
Si, que regresen… pero lo que se llevaron; o cuando menos, que
respondan, para que informen por qué no hicieron lo que tenían que hacer; o por
qué lo hicieron mal y caro, equivocado o improvisado.
En pocas palabras, se tiene oportunidad de saber el tamaño del
daño, y quienes son los responsables y culpables.
Asumir la responsabilidad, en el cambio de gobierno exige
identificar y diferenciar hechos y resultados de lo que se recibe.
Preciso informar oportuna y claramente. No hacerlo, no
diferenciarse de los irresponsables y presuntos delincuentes que se van, puede
hacer que se conviertan en encubridores y cómplices; y también, hasta en
delincuentes. Obligatorio denunciar daños, pérdidas y abusos; y también, en su
caso, reconocer aciertos, logros y avances.
No olvidar que, con frecuencia, es posible comprobar, que una cosa
es lo que se dice y otra lo que se hace y queda como testimonio o demostración.
La realidad prueba y comprueba las diferencias entre dicho y
hecho; entre lo que se informa y lo que se deforma.
Cumplir en tiempo, forma y precisión, con todas y cada una de sus
responsabilidades, debe ser la base de la valoración social de todo servidor
público; y también es la razón de su supervivencia y permanencia en el cargo. De
todos los casos, ¿Cuáles gobiernos municipales se salvan? E incluso, ¿en cuáles
se va de mal en peor?
Y desde luego, ¿Qué han hecho las costosas dependencias “zombi” ?,
como la de simulación superior, o las denominadas “anticorrupción, que sirven
para eso y lo mismo.
En todos y cada uno de los gobiernos municipales, hay obligaciones
y deberes ineludibles, establecidos en las leyes respectivas. Cumplir y hacer
cumplir, en todos los casos, es el reto principal.
Importante identificar quienes lo hacen y quienes no; distinguir
unos de otros, para reconocer o denunciar a responsables; para estimular o
condenar, el trabajo realizado y pagado.
Se sabe que hay gobernantes, funcionarios y servidores que cumplen
y otros que no lo hacen; lo grave es que algunos, van más allá de la
negligencia y el incumplimiento, caracterizándose por convertirse en culpables
de daños y pérdidas, y hasta en delincuentes potenciales.
Los hechos, las evidencias y las pruebas ayudan a identificar a
presuntos responsables, prófugos potenciales o impunes ejemplares.
Tener siempre presente, que no es lo mismo decir que hacer, al
comprobarse resultados y sus consecuencias.
Así, preciso poner atención en los gobiernos municipales que
concluyen. Analizar y valorar todo, empezando por su economía y finanzas. Como
en todo quehacer oficial, bien se sabe, que se comete el error y lo demás son
consecuencias. ¿Qué no se cumplió, y qué se hizo mal? ¿Quiénes hicieron un buen
trabajo?
Llego la hora de saber y distinguir. Los que no cumplen con la
ley, deben ser llamados a pagar y padecer sus irresponsabilidades e
incapacidades, sus excesos y abusos.
Tiempos concluyen. Presentes lecciones e historias de las que no
se aprende. Repetir los errores, no los corrige, agota, o desaparece, más bien
los vuelve costumbre de la arbitrariedad e impunidad dominantes.
No aprender, no prever, ni realizar los cambios pertinentes, causa
daños, pérdidas y hasta retrocesos que hay que pagar y padecer.
Empezar, por las
finanzas públicas, que se han convertido en la caja chica para algunos
gobernantes y sus distorsionadores financieros; y en el barril sin fondo, para
las mayorías que tienen que sostener y soportar malos y peores gobiernos.
Conocido el hecho, de
la debilidad y hasta quiebra de muchas finanzas públicas municipales, los que
se van y los que llegan, deben transparentar su trabajo y poner a disposición pública,
la información oportuna y confiable, para evaluar y distinguir el acierto del
error, el logro del pendiente.
Imprescindible contar
con gobiernos municipales capaces de proporcionar los servicios públicos
básicos que la población requiere.
Es hora de entender que
a muchos de ellos les afectan múltiples problemas que agravan ineficiencia, irresponsabilidad
y complicidad; y que la ineptitud convive con la impunidad y se repiten o
continúan las conocidas historias.
Ante esa inocultable
realidad, preciso insistir e insistir, en el buen manejo de los recursos
públicos y el uso de las atribuciones institucionales. Urge combatir y
erradicar opacidad, indolencia e impunidad, que alientan y protegen ineptos,
corruptos y delincuentes en los gobiernos.
De una y muchas formas
ocasionan y reproducen todo tipo de crisis, destacándose las de la economía, de
las finanzas públicas, del estado de derecho, de credibilidad y confianza
gubernamental y otras.
Crisis llenas de
problemas y conflictos, estimuladas y profundizadas por la poca o nula
participación y evaluación ciudadana y social.
-Academico.IIESESUV
@RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH