Pepe
Valencia
Hoy revelaré a mis estimados
lectores, quién y por qué considero que será el próximo presidente de México. Y
la semana entrante adelantaré el nombre del futuro gobernador de Veracruz.
No se trata de quién es o puede ser
el mejor de los tres –el Bronco no cuenta. Este modesto pronóstico se basa en
la observación, seguimiento e interpretación de las encuestas que se han
publicado, así como en sondeos directos entre gente interesada en la política.
Al margen de filias y fobias, con qué
candidatos simpaticen o por cuál vayan a
votar, según la percepción de los ciudadanos, “este arroz no se ha cocido”,
pero está a punto.
Analistas, encuestadores y
políticos de distintos niveles, partidos e ideologías coinciden en que si hoy
fuesen las elecciones, Andrés Manuel López Obrador arrasaría en las urnas.
Hasta sus más enconados adversarios lo reconocen sotto voce.
Sólo que lo asesinen o que muera
por enfermedad o por accidente, no será presidente.
Si responderá a las expectativas de
los mexicanos que confían en él o si resultará un fracaso como pregonan sus
detractores y los amlofóbicos a ultranza, es otro cantar.
Ya después analizaremos si conviene
el cambio de partido en el poder, si José Antonio Meade o Ricardo Anaya son más
preparados o no. Pero en este momento es difícil que puedan frenar el inminente
ascenso de AMLO.
En cuanto a la gubernatura de
Veracruz, cuya competencia veo cerrándose a tercios, a más tardar la próxima
semana daré el nombre del probable ganador, igual que hace dos años, cuando en
este mismo espacio acerté quién saldría victorioso.
En aquella ocasión, se erguía imbatible
el huracán Yunes Linares. Hoy, el tsunami López Obrador se percibe más grande y
potente.
Y conste, quien desee y crea en el
triunfo de Anaya o Meade, está en su derecho de mandar al diablo las encuestas
y demás pronósticos y esperar el domingo primero de julio. No se vale pelearse
ni incubar rencores.
A nivel presidencia de la república,
el panorama luce despejado. AMLO lleva amplia ventaja. Aquí en Veracruz marchan
a la cabeza Cuitláhuac García y Miguel Ángel Yunes Márquez, y se les aproxima
Pepe Yunes. Los simpatizantes del priista se dan ánimos entre sí y comentan
entusiasmados que “caballo que alcanza, gana”.
Les prometo, estimados amigos y
lectores, que en unos días más anticiparé en esta columna el nombre del futuro
gobernador.