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sábado, 21 de junio de 2025

LA IDENTIDAD DE JESÚS Y DE SUS DISCÍPULOS

 "Lámpara es tu Palabra para mis pasos, una luz en mi sendero" (Sal 119, 105)

XII Domingo Ordinario. Ciclo 

Pbro. José Manuel Suazo Reyes


El evangelio que escucharemos este domingo (Lc 9, 18-24) aborda 3 asuntos importantes: en el primero se habla de la identidad de Jesús, en el segundo se hace un anuncio de su pasión y en el tercero se establecen las condiciones del seguimiento de un discípulo. En este evangelio se nos revela quien es Jesús; cómo llevará a cabo la salvación y qué debe hacer un discípulo suyo si desea seguirlo. 


San Lucas anota que este interrogatorio de Jesús a sus discípulos donde se presenta su identidad sucede después de un momento de oración. Este es un rasgo propio del tercer evangelista. Pues además de presentarnos a Jesús como una persona que buscaba continuamente estar a solas para encontrarse con su Padre en la oración, ahora destaca que la oración precede un momento importante de la vida del Señor, en efecto se trata de la revelación de su identidad como el Mesías de Dios. Es decir el ungido, el Salvador. 


Una vez que se ha dado esta revelación de la identidad de Jesús, es más fácil comprender los dos momentos siguientes. El anuncio de la pasión de Jesús y las condiciones del seguimiento. 


Jesús es efectivamente el Salvador, el ungido de Dios, el Mesías. Pero esta salvación se llevará a cabo desde el sufrimiento y la obediencia en la cruz. San Lucas nos presenta a Jesús haciendo un viaje hacia la ciudad santa. Jesús va a Jerusalén para cumplir la voluntad de Dios y entregar su vida para la salvación de toda la humanidad. Él derramará su sangre en la cruz para expiar nuestros pecados. Él es el siervo de Dios anunciado por los profetas que se entrega en la cruz para nuestra redención. 


En la tercera parte del evangelio se habla del seguimiento de Jesús. Se puede decir que San Lucas nos da el perfil de lo que debe hacer una persona si quiere hacerse discípulo de Jesús. Lo primero es saber renunciar a sí mismo y acompañar a Jesús desde la experiencia de la cruz. Se llega al triunfo de la Resurrección pasando por la experiencia de la Cruz. 


Pidamos a Dios que nos ayude a saber renunciar a nosotros mismos, es decir a poner en primer lugar la obediencia a la voluntad de Dios para poder seguir a Jesús desde la aceptación de la propia cruz.