Carlos Miguel Acosta Bravo*
El pasado domingo se realizaron elecciones para renovar las alcaldías en los municipios del estado de Veracruz y Durango, la reunión coincidió con la elección de los nuevos integrantes del Poder Judicial de la Federación. En esta última, se registraron 13 millones de votos, de esos 3.5 millones correspondieron a votos nulos. Lo cual dejó en 9.5 millones los votos válidos, muy lejos de los 36 millones que la actual presidenta consiguió en 2024 para obtener la posición más alta del país con una legitimidad inobjetable.
El total de votos apunta que de 9 de cada diez mexicanos le dieron la espalda al cuestionado y polémico proceso comicial que no logró obtener la atención de la sociedad mexicana. Los señalamientos a quien fue el responsable de estos malos resultados, apunta a Luisa María Alcalde, presidenta nacional de Morena y al Secretario de Organización Andrés Manuel López Beltrán a quienes se les cuestiona por no haber tenido la capacidad de hacer que los mexicanos acudieran a las urnas. Un tema puede haber sido la logística insuficente para motivar al electorado, pero el otro argumento de peso evidencia un desgaste de Morena por ser actualmente gobierno y que la sociedad mexicana comienza a cuestionar y a identificar las formas en que actúa y gobierna Morena.
En lo que tiene que ver con los resultados de elecciones Veracruz , se registraron 940,000 votos menos que las elecciones para gobernador realizadas en 2024, lo que cuestiona de manera importante a la dirigencia estatal del partido en el estado Esteban Ramírez Zepeta , pero también a la Gobernadora del Estado, pues no consiguió retener los 151 municipios que gobierna actualmente, y solo ganó 71 . Su gran derrota es Poza Rica y Papantla, así como Las Choapas entre los municipios más importantes del Estado. Movimiento ciudadano cuadriplicó las alcaldías que gobernaba y se consolidó como la segunda fuerza en el estado, pasando de 10 a 41 municipios.
La corrupción, la confianza y la soberbia devoró a los directivos estatales de Morena, pues hicieron pensar que con el solo nombre sería suficiente para triunfar y hay muchos candidatos que se mostraron sobrados, y que trataron de manera despótica a los ciudadanos -pues hay señalamientos de que los directivos Zepeta y Cazarín se dedicaron a asignar candidaturas como si se tratara de mercancías de segunda, en consecuencia los malos resultados tienen que ver con que se privilegiaron los negocios, antes que el liderazgo, historia e influencia de personajes públicos locales, quienes fueron ignorados en aras de los negocios económicos.
Una situación similar se registró en Durango, ahí el candidato de Morena José Ramón Enríquez quedó en tercera posición a casi 30 puntos del ganador. Morena se quedó con 15 municipios y la oposición creció hasta obtener 24 triunfos.
La ventaja de todo esto es que no hay oposición, por lo cual los reclamos han sido muy endebles y no han calado entre la sociedad mexicana para expresar con vigor el desencanto de que se realicen cambios tan profundos en la procuración e impartición de justicia con tan solo 9.5 millones de votos, y que 9 de 10 mexicanos no participaron en esta elección.
El resultado significa el desencanto que castigó a quienes convirtieron la política en negocio. Fue un laboratorio de traiciones sin la más mínima ética partidaria, entre algunos de los casos emblemáticos Zepeta perdió su propio municipio en Las Choapas.
Ahora lo que queda como tarea es que Morena busque reconquistar la confianza pérdida de los veracruzanos, y por el otro lado la Gobernadora del Estado deberá analizar y renovar su equipo de colaboradores que le permitan recuperar presencia e influencia y así presentarse con energía y vigor en el proceso electoral federal de 2027. En tanto en las elecciones municipales de 2021, la participación de electores fue del 60.1% y cuatro años después (2025) la elección fue de solo 49.9% y se registró una menor votación en municipios como Xalapa, Veracruz, Córdoba, Tuxpan, Boca, Coatzacoalcos y Poza Rica.
Entre los factores que pudieron haber influido para una muy baja participación se encuentra la inflación, el desempleo y la pobreza extendida, pues la gente tiende a preocuparse más por su supervivencia que por las elecciones. Entre otro de los factores está ahora la imposibilidad de migrar a los Estados Unidos, pues ahora la frontera se encuentra prácticamente sellada y la guardia nacional desplegó a 10 mil elementos y es prácticamente impenetrable.
Se puede deber también a problemas y desorganización electoral de Morena, que no tuvo a diferencia de 2024, la capacidad amplia de movilizar e influir en ciudadanos para que participaran en las dos elecciones que confluyeron con la de alcaldes y la de integrantes para la renovación del nuevo poder judicial.
Los otros elementos es que se pensaba que esta elección podría ser la sepultura de partidos como el PRI o el PAN, y las dos organizaciones políticas tuvieron la capacidad de conseguir triunfos en lugares emblemáticos y representativos como Boca del Río o Orízaba, que son de los municipios más importantes del Estado.
Veracruz es uno de los estados con mayor incidencia del crimen organizado, lo que pudo también influido para que los ciudadanos no salieran a votar por miedo a la violencia y aquí hemos mencionado los casos de los dos homicidios contra los candidatos de Morena y la sustitución de más de 400 integrantes de las planillas municipales, que por múltiples motivos asociados a violencia tomaron la decisión de renunciar.
Veracruz tiene un historial de corrupción y clientelismo en gobiernos locales como el caso de Javier Duarte, el cual estuvo vinculado a desvíos de recursos, y los ciudadanos pueden pensar que su voto no cambia nada, especialmente si hay sospecha de fraudes pasados o manipulación, es decir poca confianza en las autoridades electorales.
En suma las pasadas elecciones en Veracruz, en donde se observó una escasa participación ciudadana en las elecciones para renovar alcaldes y elegir integrantes del poder judicial, podría deberse a una combinación de factores históricos, políticos y sociales propios del estado, pero también fundamentalmente el desgaste de Morena como gobierno en el Estado, desconfianza en sus líderes estatales y también a la falta de operación de la titular del poder ejecutivo del estado, a quien analistas políticos mencionan con posibilidades de ser la propia Secretaría de Gobernación, una vez que la actual titular sea designada como candidata al Gobierno de San Luis Potosí.
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*Maestro en comunicación egresado de la UIA. En la que ha sido profesor del claustro de profesores de la escuela de comunicación y también de la Universidad Anáhuac, campús Cdmx.
