Por Juan Iván Salomón
Diez comunicadores de esta capital escribieron y publicaron en tiempo récord un libro sobre las maravillas de Orizaba. A la Yaretzi, mi crush (perdón por hablar en primera persona), no le daban ni tantitas ganas de leerlo. Lo suponía aburrido, pesado, lleno de elogios para Juan Manuel Diez Francos, el alcalde electo de la Pluviosilla. Y no, es tan entretenido y descriptivo, que nos transporta en imaginario viaje hacia aquella hermosa ciudad ubicada frente al majestuoso volcán más alto de la república.
Disfrutamos magníficas fotos de Bulmaro Bazaldúa Baldo, las profesionales plumas de Miguel Ángel Cristiani y Bernardo Bellizzia. También la información muy completa de Luis Emanuel Domínguez, la exquisita prosa de Sergio González Levet y la amenidad de Jaime Ríos Otero. Igualmente leímos al experimentado Mario Javier Sánchez de la Torre.
A la Yaretzi le encantó el breve, conciso y preciso comentario del tío Melitón Morales Domínguez y los inigualables relatos de Filiberto Vargas y Omar Zúñiga.
El decano de los editores de estos rumbos, fundador y director de “Análisis Político”, medio de comunicación con más de cuatro décadas de existencia y una de las pocas revistas impresas que aún circulan en el estado a pesar de la crisis, el tío Meli se sale de la rutina y escribe desde ángulos distintos combinando la redacción periodística y la prosa literaria con esa seguridad y desparpajo que le dan la experiencia y los años de informador y servidor público.
Cuando don Melitón afirma que Córdoba, que era una de las ciudades más bellas del estado, “va para atrás”, no es con el ánimo de ofender a los cordobeses sino para que reaccionen y recuperen el sitio que merecen en esta zona de las Altas Montañas de Veracruz.
Fue un deleite leer este libro sobre Orizaba –agregó Yaretzi emocionada.
Si este “repeortero” fuese alcalde de la ciudad de las aguas alegres, ordenaría ipso facto que este libro, “La Magia Orizaba”, se exhibiera, distribuyera, regalara o vendiera en todas las librerías, hoteles, restaurantes y sitios turísticos del municipio. También en otras poblaciones importantes para promover el turismo. Porque quienes lean este libro, seguro se enamoran de Orizaba y querrán visitarla.
Los invito a disfrutar este libro del “Grupo de los 10”, cuyo nombre no se debe para nada al apellido paterno de Juan Manuel Diez Francos, quien –dicho sea de paso—sería un excelente gobernador. Porque si contribuyó a embellecer Orizaba, también podría lograr mucho por el estado de Veracruz.
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Y ahora entérense de este incómodo caso de la vida real:
Por cuestiones de negocios, cierto personaje de Xalapa conoció por teléfono a alguien radicado en el puerto de Veracruz. Hubo rápida empatía y afinidad. Se convirtieron en grandes amigos y con frecuencia se comunicaban y sostenían prolongadas conversaciones sobre distintos tópicos. Transcurrirían años sin verse personalmente. Se tenían mucha confianza. En una ocasión, el vecino de Veracruz vino a Xalapa y decidió pasar a saludar a su amigo. Llegó a la oficina, se anunció y se sentó a esperar en la antesala.
El xalapeño se emocionó por la inesperada visita y salió presto para recibir y saludar personalmente a su amigo:
–Hola, carnalito, ¡qué agradable sorpresa, venga ese abrazo!
El visitante tomó sus muletas y trabajosamente se levantó de la silla para saludar de pie a su efusivo amigo.
–¿Qué te pasó, hermano, cómo y cuándo te accidentaste, desde cuándo usas esas muletas? –preguntó sorprendido el de Xalapa.
El de Veracruz se turbó y respondió visiblemente apenado:
–Así nací. Perdón por no habértelo dicho. Pensé que lo sabías, querido amigo.
