mutatis mutandis
Por Rafael Arias Hernández.
Excepciones aparte. De entre las
distinciones de los gobiernos de hoy y aquí, destaca teñir presente y futuro de
rojo.
SIN REMEDIO OPORTUNO, MAS LIMITACIONES Y
SACRIFICIOS
Con toda razón en Veracruz, muchos
señalan y alertan sobre los adversos y
preocupantes resultados, como lo hace el reconocido periodista Raymundo
Jiménez, que sostiene que el “doctor
fracaso”, Secretario Estatal de Salud,
“en año y medio ha experimentado que no es lo mismo despachar en un
consultorio privado que ser administrador público y estar al frente de un
aparato tan complejo y exigente como el del Sector Salud del estado”.
Los hechos muestran la realidad y es de
esperarse, que en muchas partes, vaya a fincarse, a quien corresponda, la
responsabilidad correspondiente. ¿Quién responde por las vidas perdidas,
que pudiendo salvarse, no se previó lo
previsible, ni se hizo lo correcto?
En este contexto, para ser objetivos respecto al tamaño y complejidad
del problema, es importante tomar en cuenta, las lamentables condiciones en las que el actual gobierno
federal, recibió el sector salud federal,
así como las acciones e intentos
emprendidos en año y medio. Para ello, es recomendable la breve y sustentada columna
escenarios, del prestigiado Francisco Blanco Calderón. https://imagendelgolfo.mx/columnas/lacerante-corrupcion-en-salud/50026537
Habría que considerar además, los
contados logros y avances que, se supone, deben ser parte de la transparencia
que debería caracterizar al trabajo gubernamental y su comunicación social.
Transparencia y acceso a la información
pública, en gran parte pendientes y a destiempo. Datos e información que con
frecuencia, solo se usa parcialmente,
para mensajes, discursos y videos auto promocionales.
En todo caso, Veracruz y el país, están colorados
y ardiendo, por los miles y miles de sacrificados ante la insuficiente y cambiante
política de salud, ante males que aquejan y la presencia del COVI19, que vino a
resaltar limitaciones e ineficiencias de este importante sector gubernamental.
Sectores y gobiernos, teñidos de rojo
ante los interminables y heroicos sacrificios, de enfermeras, médicos y
trabajadores que se exponen hasta la inmolación, por innumerables casos de falta de apoyo, equipo,
medicamentos e instalaciones apropiadas. No más pretextos. Frente a su
reconocido esfuerzo y ejemplo, lo mínimo que urge hacer, es pagarles bien y tratarlos
mejor.
El rebelde e inquieto reportero José Pablo Robles, otra vez enviado
a meditar y reflexionar, en su columna una
lección inolvidable, recientemente escribió sobre El triste honor que tiene Veracruz…
“El estado…se distingue por ser la
entidad donde más agresiones han sufrido el personal de salud, a pesar que son
muchos médicos y enfermeras que han perdido la vida por salvar los paisanos
enfermos. Todo esto provocado por la ignorancia supina….”
Y además señala que, “el secretario de
Salud Roberto Ramos Alor no se decide qué color debe tener el semáforo y con
ello la incertidumbre de hoteleros, restaurantes y almacenes de abrir o tener
que volverá cerrar.”
Así, una tras otra, en múltiples formas,
se destaca la crisis de sectores gubernamentales, en los medios de comunicación
de radio, tv e impresos, como Dictamen, Notiver, Imagen del Golfo, Diario
de Xalapa, AZ, Noreste, Opinión de Poza Rica, Mundo de Córdoba, Heraldo,
LaJornadadeVeracruz, y otros. Y también abundan e inundan denuncias y protestas, en destacados
portales y redes sociales, como Gobernantes,
Palabras Claras, BillieParkerNoticias, SPIEVeracruz, Versiones,
Voz Plural, ElChiltepin, BlogExpediente, El Demócrata, XEU, Sociedad3.0,
PoliticaAlDía, Formato-7, Plumaslibres, Libertadbajopalabra, AVCnoticias,
PeriódicoVeraz, E-ConsultaVeracruz, Alcalorpolítico, PoliticosAlDesnudo,
Cronicadelpoder, BitacoraPolitica, PuntoyAparte, Quadratin, NoticiasdeVeracruz,
AbriendoBrecha, DiariodeVeracruz y muchos más, que escapan a mi memoria..
En resumen, aumentan expresiones
ciudadanas y sociales, de inconformidad
y protesta, simplemente porque es cuestión de vida o muerte. Y también, es
ineludible obligación gubernamental, asegurar seguridad, bienestar, empleo y desarrollo
económico a la población.
Por otro lado. Veracruz y México, están en rojo, por la sangre derramada
por miles y miles de homicidios, y la
inseguridad en aumento. Dígase lo que se diga, corrupción e ineficiencia
gubernamental siguen y fortalecen delincuencia. Se estima que la impunidad
llega al 98 %.
Nunca olvidar que seguridad
pública, procuración y administración de
justicia son prioritarias, vitales para la convivencia civilizada y pacífica.
Estado y país en rojo también, ante la
inocultable recesión, crisis económica y de finanzas públicas, que no se entienden
ni atienden, bien y a tiempo; y que, buena parte de los encargados de hacerlo,
plácidamente sobreviven en su zona de confort y con cargo al presupuesto. No
les preocupa ni ocupa, lo obligatorio y urgente que es dar debida atención, a
la Economía y las políticas gubernamentales suficientes y pertinentes.
Ni qué decir: presente negado y futuro cancelado. Ante el evidente
crecimiento de desempleo, pobreza, marginación e informalidad, que afecta y alcanza a millones y millones de personas, más
del 65 %.
Y en cuanto a las finanzas públicas, en
Veracruz y el país, el rojo se hace intenso, ante el desplome de ingresos,
efectos de las crisis y corrupción persistentes. En general, el sector público,
es insuficiente para la transformación deseada, reparte lo que no tiene.
Imprescindible valorar los pocos logros
y diminutos avances. Para hacerlo la información debe estar disponible, y ser suficiente, permanente y oportuna; no puede guardarse y medio exponerse, solo en
y para los tradicionales informes de gobierno.
En gobiernos rojos, siguen: opacidad persistente; deficiente
rendición de cuentas; real e insuficiente fiscalización; y falta de
participación y evaluación ciudadana y social.
DE CAPERUCITA ROJA. IGNORANCIA,
SIMULACIÓN Y ENGAÑO.
Ahora resulta que la ignorancia, no es la
madre de la felicidad; y mucho
menos, cuando le acompañan, irresponsabilidad, incapacidad, indiferencia,
enajenación y deshonestidad.
En general. Políticos y gobernantes;
estudiosos, comunicadores y público en general, padecemos y somos víctimas, desde siempre, cuando solo se cree y acepta,
que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Simplemente, porque se
comprueba, que no es y nunca ha sido, solo
así.
Desde siempre, hay algo igual o peor, y es cuando se acepta
simulación y engaño, cuando se asegura ver algo que no es, y se finge o simula,
miente o distorsiona la verdad. Situación que se agrava, cuando mentira,
enajenación o distorsión se oficializan o sostienen, de una y mil formas,
incluso hasta convertirse en costumbre, tradición o dogma, para favorecer a
unos cuantos, que facilitan sostener e incrementar, esa perjudicial capacidad
de enajenación y entretenimiento, de simulación y engaño.
-Academico.IIESESUV
@RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH