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Creció la entrega
de becas en dos millones
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Quitan un millón
de becas para niños y secundarias
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Despiden empleados
para contratar operadores políticos
Por Miguel Angel Cristiani Gonzalez
Para quienes a estas alturas del partido, todavía dudan que
todo el aparato gubernamental se encuentra dirigido y orientado a fortalecer el
programa clientelar electoral para enfrentar las elecciones que se habrán de
dar en nuestro país el año entrante, habrá que decirles que “casualmente” el
programa de becas para jóvenes -que el año entrante podrán acudir a votar por
primera vez- ha crecido en más de dos millones de beneficiarios, pasando de 1.5
a 4 millones.
Pero la mala noticia, es que para beneficiar a los jóvenes
votantes, se tuvo que disminuir en casi un millón las becas para niños de
primaria y secundaria, que como todavía no les toca votar, pues lamentablemente
se quedaron sin su beca.
Eso no es todo, nuestros amigos del norte del estado, nos
dicen que está en curso una operación para sacar a empleados y contratar a
operadores políticos de Morena. Y que como sus jefes se saben impunes, las
despiden sin pagarles su media quincena, ni los viáticos, ni preocuparse por
cómo se atenderán, aún si se enfermaron en el trabajo.
Nos hicieron llegar la siguiente historia:
Cuando sonó el teléfono, Blanca Hernández llevaba casi 24
horas sintiéndose mal. Creía que tenía coronavirus y que se había contagiado
cinco días antes. El 3 de julio fue a Álamo Temapache, al norte de Veracruz,
donde entregaron casi 500 pagos de las becas Benito Juárez. Ya no era empleada
del programa cuando viajó, pero no lo sabía.
Subió a una camioneta con otros compañeros y se trasladaron
desde Tuxpan. Todo el día atendieron pobladores. En esa semana estuvo en otras
seis localidades. Cada viaje era un riesgo de contagio, pero necesitaba su
trabajo. En algún momento, pescó una infección. La noche cuando recibió la
llamada —8 de julio— estaba en casa, aterrada porque se creía una enferma más
de la pandemia.
—Le llamo para informarle que ya no trabaja con nosotros, a
partir del 30 de junio —dijo un hombre al teléfono. Se identificó como
colaborador de la delegada local de la Secretaría de Bienestar.
—Pero hoy es 8 de julio, ¿por qué no me avisaron antes? ¿Y
el pago de estos días y los viáticos que me deben desde marzo? —preguntó ella,
sin entender por qué la despedían ahora y por teléfono.
—Llame a recursos humanos en Xalapa para que le resuelvan
sus dudas. Recibí un correo electrónico con una lista de despedidos y usted
está en la lista —replicó él, y colgó.
Unos minutos más tarde, el hombre tuvo una conversación
similar con Laura Olivares, madre de tres niños, quien trabajó en el programa
desde que se llamaba Oportunidades, en 2013 y luego cuando cambió su nombre a
Prospera, en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
“Llamé al día siguiente a Xalapa y el encargado de recursos
humanos me dijo que no me avisó antes porque se le olvidó. Ahora estoy enferma
y sin trabajo”, dice al teléfono, con la respiración agitada. No ha podido
hacerse una prueba de Covid-19, pero afirma que tiene todos los síntomas.
Las mujeres comenzaron a recopilar información. Descubrieron
que hay otros despedidos, también enfermos, cuyo único rasgo en común es que
trabajaron en el programa desde gobiernos anteriores. Los despidos iniciaron
cuando llegó a la delegación local María de Jesús Aguirre, quien estuvo antes
en Pánuco, donde la prensa local registró también despidos repentinos y sin
causa aparente. Al mismo tiempo que trabaja en Bienestar, Aguirre es suplente
de la diputada federal de Morena por Nayarit, Carmina Regalado.
Hernández y Olivares dicen por separado que están
convencidas de que está en curso una operación para sacar a empleados y
contratar a operadores políticos de Morena. Y que como sus jefes se saben
impunes, las despiden sin pagarles su media quincena, ni los viáticos, ni
preocuparse por cómo se atenderán, aún si se enfermaron en el trabajo.
“Pero esas becas son el gran programa de esta
Administración. El presidente ha dicho que se está atendiendo a los pobres como
nunca se hizo”, les digo. Las dos contestan: no es verdad, el programa ahora es
un desastre y no tenemos viáticos, material de trabajo ni nada.
Reviso las estadísticas oficiales y es casi imposible saber
cuántos beneficiarios hay en el programa versus cuántos había en 2018. Pregunto
con especialistas que siguen el tema. Dicen que antes había 5.9 millones de
alumnos en becas de Prospera. Ángel Pérez Padilla, investigador de políticas
públicas, me ayuda a procesar la base oficial, que ahora aparece en línea. Ahí
aseguran que en 2020 hay 7.9 millones de beneficiarios en las nuevas becas
Benito Juárez.
Han crecido en más de 2 millones las becas para jóvenes, de
1.5 a 4 millones de beneficiarios, mientras casi un millón de niños de primaria
y secundaria se quedaron sin beca. “Les están dando el dinero a esos chicos de
educación media superior porque el año que viene hay elecciones y muchos van a
votar por primera vez. Es el mismo programa clientelar que siempre fue”, dice
Blanca.
Ellas no creen que vayan a recontratarlas. Pero quieren su
dinero y una explicación. Quieren que el Gobierno que prometió transformar
México no haga más de lo mismo que siempre dijo combatir.
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