Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Desde el Reclusorio Norte, Javier Duarte de Ochoa dijo
al periodista Ciro Gómez Leyva que tanto Miguel Ángel Yunes Linares como el ex fiscal
Jorge Winckler armaron un entramado para meterlo en la cárcel. “Esto es un
montaje, un circo, mi caso fue armado por un tipo que hoy está prófugo y por su
jefe Miguel Ángel Yunes”, afirmó.
Durante la entrevista telefónica pidió a las
autoridades que investiguen de dónde salieron los recursos para la campaña
electoral de Miguel Ángel Yunes Márquez. “En Veracruz, Yunes Linares ha sido el
origen del mal, es una especie de Guasón político que tiene un odio y un
resentimiento nunca antes visto, pero lo importante es investigar de dónde
proviene el dinero para la campaña de su hijo”.
Duarte se equivoca o miente deliberadamente. El origen
del mal, de la pesadilla de inseguridad y violencia que viven los veracruzanos
se llama Fidel Herrera Beltrán. Con él empezó el desgarriate que continuó con
Duarte y se recrudeció con Yunes Linares.
Mal hace el convicto ex gobernador en querer cargarle
el muerto sólo a Yunes Linares cuando entre los tres llevaron a Veracruz al
colapso social, económico, político y moral más grande de su historia y del que
tardará generaciones en levantarse.
Al acusar a Miguel Ángel de desviar recursos públicos para
la campaña de su hijo habló con la verdad; pero mañosamente se abstuvo de
contar el chisme completo, porque Fidel también desvió recursos para la campaña
del propio Duarte y Duarte desvió recursos para la campaña de Héctor Yunes.
Ninguno de los tres está libre de culpa, por lo que se
ve muy mal que Javier quiera aventar cínicamente la primera piedra.
La entrevista fue la contestación a unas declaraciones
que hizo la víspera Yunes Linares, donde manifestó que existe un pacto entre el
presidente López Obrador y el grupo de Javier Duarte, para devolverle a éste los
bienes que le incautaron.
Duarte despotricó contra su sucesor, pero nunca dijo
si hay pacto o no. Lo que sí hay y eso hasta por sabido se calla, es la
complacencia de allá arriba para que el ex gobernador utilice sus redes
sociales, conceda entrevistas y escriba artículos periodísticos. Y en este país
nadie que no sea el presidente de la República puede dar ese permiso a un reo.
Duarte dice que tiene audios de las extorsiones que
cometió Miguel Ángel con varios de sus ex colaboradores. Y aunque no los
tuviera, nadie duda que el choleño es un extorsionador. Como tampoco nadie duda
que Duarte es el más grande hampón en la historia reciente de Veracruz.
Es decir, uno es un fullero y el otro un ladrón, luego
entonces, pertenecen a la misma especie.
Y aunque no se pueden ver ni en pintura y se odian
hasta el tuétano, ambos saben que sus latrocinios, corruptelas y abusos los
igualan. Y al igualarse se hermanan.
Caray, quién lo dijera.