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Ni los conciertos de Luis Miguel se agotan tan rápido
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La mayoría del público se quedó sin ver el
espectáculo
Por Miguel Ángel Cristiani González
Todavía no se ha dado una explicación de cómo
fue posible, que en tan solo tres minutos, se hayan agotado los 1,200 asientos de
la sala del Teatro del Estado Emilio Carballido, este domingo, para la función
del Ballet Folklórico de la Universidad Veracruzana.
Aunque pudiera parecer increíble, así ocurrió.
A las 10:00 en punto se abrió la pagina para solicitar
los boletos para la función del aclamado espectáculo, pero para asombro del
público, tan solo duró tres minutos y luego apareció el letrero de “localidades
agotadas”.
Vaya ni los boletos para los conciertos de
Luis Miguel se agotan en esa forma.
Lo cierto es que la mayoría de las personas
que estaban tratando de obtener sus entradas se vieron frustradas por el cierre
inmediato de la taquilla virtual.
Vaya ni los familiares de los bailarines del
Ballet Folklórico tuvieron la oportunidad de ir a ver el espectáculo.
En anteriores ocasiones, siempre se le entregaban
a cada uno, cuando menos dos pases para que pudiera asistir la familia.
Cuando quienes pretendían obtener sus
boletos, terminaban de llenar un detallado formulario, en el que se les interrogaba
hasta ¿cómo se habían enterado del concierto? En el siguiente paso les salía
una leyenda con que las localidades estaban agotadas.
Los comentarios en la página no se hicieron
esperar.
Que si eran unos cuantos lugares los que
habían puesto a disposición del público.
Que si la mayoría de los boletos eran
entregados a funcionarios y autoridades de gobierno para que pudieran
garantizar su lugar, aunque luego ni vayan al evento.
Que si se repartieron entre los sindicatos de
la Universidad Veracruzana.
Que si deberían de programar otra nueva
función con las danzas tradicionales de México, Paraguay, Venezuela, Bolivia,
Argentina y Perú.
Que dado el interés del público, se debe de
programar nuevas presentaciones.
Pero como diría el Monje Loco: nadie sabe,
nadie supo que fue lo que ocurrió.
Al final, la sala se llenó, porque al parecer
se formó una fila con el público que no alcanzó boleto y de última hora se
permitió la entrada a todos.
Es indiscutible que el ballet Folklórico de
la Universidad Veracruzana es uno de los mayores pilares de la difusión
cultural en la Máxima Casa de Estudios, de los pocos grupos artísticos que ya
quedan aún.
El incidente del domingo, en que los boletos
desaparecieron en minutos, no es mera casualidad.
Por ello debería de hacerse una investigación
para determinar como es posible que en tres minutos, se agoten 1,200 lugares.
Si bien es cierto que la demanda y el interés
del público es muy grande, no justifica que se agoten las localidades en unos
instantes.
Y ni para decir que se trato de acaparar los
boletos para una reventa, porque todas las localidades eran gratuitas.
Con ese ocultamiento de los boletos,
pareciera que lo que se pretende no es que se pueda apreciar el trabajo de
muchos meses atrás, en la preparación del espectáculo, sino todo lo contrario,
que no se difunda la cultura, que por cierto, es uno de los propósitos
fundamentales de la Máxima Casa de Estudios.
Cuando ocurren estos actos, tenemos que
recordar al maestro Miguel Vélez Arceo fundador y creador del Ballet Folklórico
de la Universidad Veracruzana y tenemos que preguntarnos ¿Cómo reaccionaría el
maestro?
Por cierto que ya no se volvió a saber nada
de la manifestación de protesta que hace unas semanas hicieron los representantes
de grupos artísticos en la explanada de Rectoría.
Será que ya les cumplieron con todas las
promesas-acuerdos a que se llegaron en esa ocasión.
Porque precisamente uno de los puntos del
pliego presentado a las autoridades de Rectoría es el de aumentar el número de
presentaciones, no disminuirlas.
Lo del sabotaje a los boletos del Ballet
Folklórico de la Universidad Veracruzana el domingo, será parte de esa nueva
política de difusión cultural.
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