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Muy grave que se pretenda ocultar y manipular la
información
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La salud del presidente López Obrador es un
asunto de estado
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Las consecuencias en la vida nacional de su
ausencia
Por Miguel Ángel Cristiani González
Lo más grave no es si el presidente Andrés
Manuel López Obrador tiene COVID o si sufrió un infarto, lo más grave del tema
es que se pretende manipular y ocultar la información sobre lo que en realidad
está sucediendo.
Se pretende ocultar un hecho que tiene
innumerables repercusiones en la vida nacional.
Porque aunque no se quiera decir, la salud
del presidente si es un asunto de estado.
Sobre todo a estas alturas del partido, cuando
precisamente está por definirse quien será el candidato de Morena a la
presidencia de la república, quien como es bien sabido, AMLO habrá de
pronunciar las palabras definitivas.
Para no ir muy lejos, que sucedería si el
Presidente no está ya para poner orden y límites entre las llamadas corcholatas
aspirantes a sucederlo.
Y las repercusiones no son solamente a nivel
federal, sino también estatal y municipal.
Por lo pronto, el secretario de Gobernación Adán
Augusto López Hernández originario de Paraíso Tabasco estaría al frente de la
administración y de la toma de decisiones políticas.
En consecuencia, habría de tener el poder
para decidir la candidatura de MORENA para el gobierno de Veracruz y ya se sabe
de que lado masca la iguana y si no pregúntenle al diputado federal Sergio
Gutiérrez Luna, su principal promotor en la entidad.
Lo que si es un hecho, es que el presidente de
México, Andrés Manuel López Obrador, habría sufrido un infarto o una
complicación cardíaca en el edificio conocido como Casa de la Piedra de la Base
Aérea Militar número 8 de Mérida donde acostumbra realizar sus reuniones de
evaluación del Tren Maya.
Pero un desvanecimiento o desmayo, no tiene
que ver con un repentino padecimiento de COVID sino más bien con un infarto, de
los que ya ha tenido el mandatario y afortunadamente los ha podido superar.
Como ahora el desmayo se dio entre el asombro
de funcionario del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y
representantes de las empresas que lo acompañaron en ese momento, el hecho no
se pudo ocultar.
Cuando la noticia trascendió en Mérida en donde
se encontraba supervisando las obras del Tren Maya, los periodistas cuestionaron
al vocero oficial de la presidencia Jesús Ramírez quien aseguró que era “falso
el rumor” y que todo seguía de acuerdo a lo planeado.
Primera mentira.
Ramírez mintió, pues la gira se suspendió y
menos de dos horas más tarde, mediante la cuenta de Twitter del presidente
López Obrador se subió un texto en el que en primera persona el mandatario daba
a conocer que tuvo que suspender su gira, que ya estaba en la Ciudad de México,
que tenía Covid y que se guardaría algunos días, además de dejar la
responsabilidad de atender las conferencias mañaneras al secretario de
Gobernación, Adán Augusto López.
Por un repentino síntoma de COVID, se tuvo
que trasladar en avión -al aeropuerto internacional de la ciudad de México y no
al Felipe Angeles de la Cuatro T- para ser llevado a un hospital militar,
tampoco al ISSSTE.
En su mensaje de Twitter el presidente afirma
que su corazón está al 100 %, lo cual no es cierto, pues ya ha tenido uno o dos
infartos.
Sabemos que las comparaciones son odiosas,
pero queremos imaginar lo que sucedería si lo ocurrido este domingo en Mérida,
fuera en la Casa Blanca o en otro país del primer mundo, ¿también se podría
ocultar y mentir con la información del estado de salud del primer mandatario? Sin
que hubiera consecuencias.
Acaso pensaron los ideólogos estrategas de la
comunicación de la Cuatro T, que todo el pueblo se iba a tragar el Twitter de
que el presidente tenía COVID y no un infarto.
Como diría el divo de Juárez: pero que
necesidad, para que tantos problemas.
Muy grave como apuntamos al inicio de esta
columna, que se pretenda manipular la información a la opinión pública
nacional.
Todos los días en la conferencia mañanera se
asegura que este gobierno de la Cuatro T no miente, pero como ya ha quedado
exhibido no solo miente sino que además pretende ocultar la información.
NO hay que olvidar que uno de los conceptos
políticos de la Cuatro T es precisamente ese el de no mentir, no engañar.
De cualquier manera, por COVID o por Infarto,
nosotros deseamos una pronta recuperación al presidente.
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