Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
A dos años de que un millón 600 mil veracruzanos
votaran para llevarlo a Palacio de Gobierno, Cuitláhuac García Jiménez es un Gobernador
disminuido, acotado y devaluado. Nada que ver con aquel luchador social que
hace exactamente 731 días provocó que una avalancha de veracruzanos tomara la
Plaza Lerdo para festejar la derrota de los Yunes Linares-Márquez.
Cinco meses después y en su primer mensaje como Gobernador
constitucional, Cuitláhuac declaró a Veracruz en emergencia por la Crisis de
Violaciones de Derechos Humanos en Materia de Desaparición de Personas y anunció
la creación de la Comisión Estatal de Búsqueda.
Esto elevó a las nubes sus bonos que a las pocas
semanas comenzaron a bajar y desde entonces siguen en picada.
A dos años de aquel anuncio los Colectivos se quejan
de la falta de apoyos, de trabas por parte de la Fiscalía estatal a la hora de
buscar a los desaparecidos, de negligencia gubernamental y de que en el gobierno
de la 4T también hay desapariciones forzadas.
Pocas semanas tenía el ingeniero mecánico en Palacio
de Gobierno cuando le estalló el primer escándalo por la compra de medicamentos
a la empresa Abisalud cuyo dueño, Carlos Lomeli Bolaños, era súper delegado en
Jalisco, lo que ocasionó una bronca al incipiente gobierno de López Obrador por
aquello del conflicto de intereses.
El tipo tuvo que renunciar a la súper delegación, pero
aun así el gobierno de Cuitláhuac le compró 36 millones de pesos en
medicamentos por adjudicación directa. Y hasta la fecha la entrega de esos
productos permanece en la opacidad.
En mayo del 2019 se armó un escándalo mayor por la
compra de 160 patrullas a un millonario sobreprecio. El Gobernador quiso
aclarar pero terminó enredándose y es la hora en nadie sabe bien a bien cómo
estuvo el asunto.
Un tercer escándalo todavía más grueso que los
anteriores, tuvo que ver con nepotismo y conflicto de intereses cuando se supo del
parentesco sanguíneo entre el Sub Secretario de Administración y Fianzas de Sefiplan,
Eleazar Guerrero Pérez y el Gobernador.
Cuitláhuac lo negó, pero tuvo que comerse sus palabras
cuando el periodista Armando Ortiz, dio a conocer el acta de defunción de la
abuela de Cuitláhuac y las actas de nacimiento del padre del Gobernador y un
medio hermano, que demuestran que Eleazar y Cuitláhuac sí son primos hermanos.
Los actos de corrupción también han mermado la
popularidad del mandatario estatal, si alguna vez la tuvo. Casas, vehículos y una
grosera ostentación de sujetos y sujetas que no pueden justificar con el sueldo
que devengan, así como transas millonarias de funcionarios de su círculo
cercano, son hechos ilícitos que pueden provocarle a Cuitláhuac dolores de
cabeza en el futuro.
Y si a lo anterior le agregamos que no sabe gobernar
la situación se complica. Y es que no se puede pensar de otra manera cuando hay
cero crecimiento económico, el turismo se fue para abajo desde antes del
coronavirus, la pobreza en el campo se ha disparado, el número de los muy pobres
crece, el desempleo ni se diga, la educación es un desastre y no hay liquidez económica.
Renglón aparte son los feminicidios y homicidios
dolosos. En el caso de los primeros no hay un plan para combatirlos (y si lo
hay no se ve) lo que ha propiciado que los feminicidas sigan empoderados de la
entidad y Veracruz ocupe los primeros lugares en ese renglón.
Cuando el Gobernador habla de “seguridad” miente porque
no la hay. Lo que existe es una marcada inseguridad combinada con una violencia
intermitente e interminable.
Y para muestra el botón de este miércoles.
Mientras presumía que la incidencia delictiva va a la
baja en la entidad, unos sujetos asaltaron una joyería en el pasaje Enríquez
del centro de Xalapa, a una cuadra de la Secretaria de Seguridad Pública y del
Palacio de Gobierno.
La única vez que Cuitláhuac punteó en una encuesta fue
cuando preguntaron a los entrevistados cuál era el gobernador más cercano al
presidente López Obrador y García Jiménez ocupó el segundo lugar sólo debajo de
Claudia Sheinbaum. De ahí en fuera todo ha sido cuesta abajo en la rodada.
En la encuesta de mayo de Arias Consultores sobre el
manejo del Covid-19 sus posiciones en la tabla oscilan entre los lugares 31 y
32. Y si no ocupó el número 33 es porque solo hay 32 gobernadores en el país.
Una pena.
Nunca que se sepa habíamos tenido un gobernador tan
pusilánime, tan falto de carácter y que gobernara tan mal en sus primeros 19
meses de gobierno.
Y nunca que se sepa, Veracruz había estado sumido en
un hoyo tan grande debido a la ineficiencia de su gobernador. Ni con Fidel, ni con
Duarte, ni con Miguel Ángel que fueron pésimos la entidad estuvo tan vapuleada.
Como pedirle que se vaya es gritar en el desierto, no
queda de otra que desearle a Cuitláhuac: Felicidades por su triunfo,
Gobernador, feliz cumple de la 4T. Muchos días de estos para usted, y mejores,
mucho mejores para Veracruz que desde hace años se los merece.