Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Aún no se ha aclarado bien a bien cómo estuvo aquel
presunto “préstamo” de un helicóptero que el entonces gobernador interino,
Flavino Ríos Alvarado, le habría hecho a su antecesor Javier Duarte de Ochoa
para que huyera de Veracruz.
Aunque evidentemente ya no se aclarará el asunto porque
la parte acusadora carece de pruebas, ahí comenzó el calvario de este político
minatitleco al que detuvieron y encerraron por varias semanas como si fuera el
peor de los delincuentes.
Flavino no es un santo, pero tampoco es un ladrón.
Lo que sí es cierto es que el odio y el poder de sus
acusadores fue más grande que las ganas de que se aclarara el presunto entuerto.
El chiste era exhibirlo en la cárcel como un miembro más de la banda duartista,
y nada como la pantomima del helicóptero para ese fin.
Tras sufrir un connato de infarto, Ríos Alvarado fue
autorizado a salir del penal de Pacho Viejo para restablecerse en un hospital.
Después se le dictó prisión domiciliaria.
Pero al parecer la consigna era seguir tundiéndolo.
El 9 de mayo anterior, la Secretaría de Gobierno a
cargo de Rogelio Franco Castán lo suspendió de sus funciones como Notario
Público, e hizo pública la suspensión en el número extraordinario 184 de la
Gaceta Oficial del Estado de Veracruz.
Hace unos días y tras acudir a los juzgados, dio a
conocer que debido a la suspensión de su Notaría carecía de ingresos.
Interrogado sobre su situación dijo: “Tengo que venir
cada viernes, como lo he venido haciendo, no puedo salir del distrito judicial
de Xalapa, no puedo salir obviamente del país, pero estoy tranquilo y voy a
probar mi inocencia”.
Cuando le preguntaron por el Veracruz que le tocó
gobernar un mes contestó: “Fue un honor haberle servido a Veracruz, fue un alto
honor servirle”. Y con un dejo de nostalgia agregó: “A la mejor debió haber
sido en el 2004″.
Quienes lo saben volvieron a recordar que en ese año,
Miguel Alemán le ofreció la candidatura porque no confiaba en Fidel Herrera,
pero Flavino acabada de sufrir la pérdida de un hijo y contestó que en ese
momento “no tenía cabeza” para otra cosa que no fuera llorar esa pérdida.
Este martes el Juzgado Segundo de Distrito resolvió a su
favor el juicio de amparo indirecto 812/2017, promovido en contra de la
Resolución de la Quinta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
Para el juez de Distrito, los delitos que le imputan a
Flavino por incumplimiento de un deber legal y tráfico de influencias no son
graves, por lo tanto no procede la prisión preventiva.
Con lo anterior ya no está en libertad bajo caución y
puede ir a donde se le pegue su gana.
El juicio seguirá, pero como la acusación es de risa
es seguro que en unos meses demuestre su inocencia.
Ante esto caben dos preguntas: ¿Le devolverán su
Notaría?
Y la segunda pregunta: ¿Qué habría pasado si él
hubiera sido elegido en lugar de Fidel? Y aquí es donde se vienen una serie de
respuestas a la cabeza.
Quién sabe qué habría pasado, pero lo que si es seguro
al 100 por ciento es que el par de gañanes que sucedieron a Miguel Alemán,
jamás habrían llegado a la gubernatura y por lo tanto, Veracruz jamás habría
sufrido el atraco inhumano que sufrió.
Otra cosa que estaría pasando, es que el PRI y su
candidato a gobernador no estarían sudando la gota gorda para subir en las
encuestas.
Eso estaría pasando.